Nacido de la permanencia puertas para adentro, con los suyos, “Family Game” es el nuevo disco de Salomar que ya suena en las plataformas musicales. Es también la posibilidad de conocer a otro Salomar: con hija, hijo y otra en camino, en una suerte de armonía de la vida familiar. En este fresco, el flamante material vendría a funcionar como la banda de sonido de su presente.

Se trata del octavo disco de la obra de este artista marplatense, que empezó a consolidar su camino en la música con la recordada trilogía de “La Perla” y luego siguió con otras obras, entre ellas “Huracán”.

“Family Game” es un disco que surgió “de las ganas, sin ningún tipo de planeamiento previo”, contó a LA CAPITAL. “Se dio como aquellas primeras perlas de hace diez años, en medio de un proceso creativo fresco y sin condicionamientos”.

Conocé el nuevo disco de Salomar acá:

“Al levantarme cada día, en vez de poner música, ponía aquellos fragmentos en los que había estado trabajando el día anterior, los escuchábamos en familia, y resultó determinante la reacción de mis hijes”, contó sobre el proceso musical.

Su hija y su hijo tienen canciones dedicadas, lo mismo que aquella pequeña que aún gesta su mamá Nayla. “En el track 3, ‘Bb’ utilicé el tempo que figuraba en su primera ecografía para volcarlo en la sesión y hacer desde allí una canción. Si bien por la pandemia no pude pasar a ningún control obstétrico, conté con estos guiños de inspiración, como la eco impresa”, resaltó.

-¿En qué concepto trabajaste?

-El concepto global está anclado en el fortalecimiento del vínculo familiar durante el aislamiento, plasmado en la posibilidad de dedicarle una canción a cada una y uno. Las letras están concebidas en prosas simples. En lo musical, el pop como género absoluto y la canción, siempre como bandera. Hay también detalles conceptuales en lo sonoro, tanto desde la estética de un audio que puede resultar “vintage” con un tono melancólico hacia los años ‘80 y ‘90 como también en las estructuras de las canciones.

-¿Las letras siempre tuyas?

-Las letras son mías, sí. Pero una vez hechas y a punto de cantarlas, siempre fui mostrándoselas a mi compañera Nayla, y hasta le he pedido oportunos consejos a la hora de elegir una u otra palabra.

-¿Cómo vivís este tiempo para adentro, se puede ser creativo en este contexto?

-En verdad, siempre me ha sido más fácil ser creativo para adentro que para afuera. Evidentemente las situaciones que plantean una crisis, un movimiento, me dejan resonancias que, concentración y trabajo mediante, puedo traducir en obras concretas. Lo que sí he logrado trabajar en los últimos años, abandoné la idea absolutista a la que me había subido, de que para componer hay que sufrir. En este disco en particular, se ha movido todo a mi alrededor, pero no padecí el aislamiento. Adapté la realidad de estar todos, todo el día en casa, y me puse a componer.

-¿Cuál será la dinámica del disco, presentaciones en streaming, ya pensás en algo presencial?

-Si bien todo ha cambiado, mientras escribo aquí, está volviendo a cambiar. No sabemos qué deparará esta etapa de transición de salida del aislamiento para nuestras presentaciones en vivo. Lo cierto es que si hay una enseñanza de todo esto, es que tenemos que estar preparados para adaptarnos a lo que suceda siempre. Y como artistas independientes, eso es algo a lo que hemos estado alerta desde el comienzo de nuestros caminos. Lo más lindo de todo esto, es que ya estoy preparando las canciones para un futuro vivo, sea por donde sea. Porque Nayla ha empezado a tocar el bajo en marzo, y ha crecido tanto que ya es la bajista oficial de esta nueva etapa. Así que con ella estamos ensayando día tras día para dar lo mejor cuando nos toque salir a presentar estas nuevas canciones.

Foto Crédito: @universonayla