El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, criticó hoy la toma de escuelas secundarias de la ciudad de Buenos Aires en rechazo a la reforma educativa, al advertir que “la ilegalidad no es la forma de resolver algo que no te gusta”, y afirmó que “hay padres que quieren presentar denuncias porque sus hijos no pueden ir al colegio”.

El funcionario consideró que la medida en rechazo al plan para colegios secundarios impulsado por el Gobierno porteño, que entre otros cambios plantea para el 2018 una práctica formativa en empresas para estudiantes de quinto año, es impulsada por “sectores radicalizados”.

Para Santilli, “la mayoría de los chicos quieren ir a clases“, al tiempo que remarcó que desde el Gobierno de la Ciudad están trabajando “para devolverle más poder a los directores y que tengan más capacidad de decisión”.

En diálogo con radio Mitre, enfatizó que están “en contra” de las tomas ya que, sentenció, “la ilegalidad no es la forma de resolver algo que no te gusta”.

En este sentido, analizó que “cuando uno es joven uno tiene la prepotencia de hacer cosas que cuando uno las mira en el tiempo se da cuenta que eso no fue racional, que no tiene sentido”.

“La toma no es legal”, concluyó el funcionario, quien sostuvo que “hay padres que quieren presentar denuncias porque sus hijos no pueden ir al colegio” y añadió que “el objetivo del Gobierno de la Ciudad “es que los chicos tengan clases”.

Ante este conflicto, aseguró que la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, está “dialogando con todos los centros de estudiantes” para “entender qué es” lo que reclaman, al tiempo que también están trabajando con la Defensoría del Pueblo para encontrar una resolución.

Sobre la reforma que desató las tomas, sostuvo que el objetivo es “darle más herramientas a los jóvenes a la hora de salir del secundario; por ejemplo, con la práctica para preparar a los jóvenes hacia adelante en los últimos seis mesescosa que ya se hacen en las escuelas técnicas”.