El subsecretario de Transporte y Tránsito, Claudio Cambareri, afirma que los operativos en las calles se multiplicaron. Enumera sectores de la ciudad en los que se reforzó la presencia de inspectores, las nuevas modalidades adoptadas a la hora de efectuar procedimientos, y la utilización de las cámaras del Centro de Observación y Monitoreo, además de las fotomultas.

Todos esos argumentos para demostrar que desde el municipio trabajan intensamente con el objetivo de cambiar la grave situación vial de Mar del Plata.

“Lo que hicimos, por indicación del intendente Carlos Arroyo, fue intensificar los controles de tránsito, los de alcoholemia puntualmente. Antes se hacían en un determinado momento y ahora los hacemos las 24 horas del día en diferentes lugares de la ciudad”, explica el funcionario en diálogo con LA CAPITAL.

Los divide en los “dinámicos”, que se realizan con los móviles -sorpresivos y en diferentes barrios-, y los “estáticos”, que principalmente se llevan a cabo los fines de semana en los corredores donde hay flujo de tránsito de jóvenes, cerca de los locales bailables. “Son lugares donde tenemos registrado un mayor índice de siniestros viales con conductores alcoholizados”, señala Cambareri.

De todas formas, el subsecretario de Transporte y Tránsito insiste en que la mejor medida para modificar las duras estadísticas es “concientizar y prevenir“. “Que la gente tenga en cuenta que el alcohol al volante mata. No es simplemente una frase, es una realidad. Lo estamos notando en las calles cuando acudimos a un siniestro vial y cuando le tomamos la medición a un conductor y le da arriba de 0,50 miligramos. Incluso entre 1 y 1,20: eso es muy lamentable”, dice.

Para concientizar, Cambareri cuenta que utilizan la página oficial del municipio, las redes sociales y la publicidad. También que desde el área impulsaron “una nueva metodología en lo que son los exámenes teóricos para la licencia de conducir”. “Hemos reforzado mucho lo teórico en lo que tiene que ver con la concientización. Entre todos tenemos que mejorar esto: buscamos orden y seguridad vial”, expresa.

Igualmente, el funcionario reconoce que es una tarea difícil y que lleva tiempo. Y ejemplifica con la doble y triple fila de automóviles en la puerta de las escuelas: “A partir de que asumimos en Tránsito fuimos a las puertas de los colegios, donde notamos que había mucha gente que estacionaba en doble y hasta en triple fila, originando un caos. La verdad es que, poco a poco, si bien esto es cultural, hemos logrado bajarla en algunos establecimientos. Cada vez que ven la figura del inspector en la puerta se respeta a rajatabla”, dice.

A juzgar por todas las medidas implementadas, y la manera de ver la realidad de Cambareri, parece que existe una política de cohesión y coerción. Es decir, medidas que apunten a educar a la gente pero también al castigo de los que no se adaptan.

“Lamentablemente da toda la sensación de que los conductores son hijos del rigor”, afirma Cambareri en la entrevista con este medio. Y agrega: “Desde la temporada anterior a esta pasada, hemos notado que bajó el número de lo que es la constatación de alcoholemia positiva punitiva. Intensificamos los controles y vemos que la gente ha tomado consciencia de que si salen muchos al menos uno no tiene que tomar alcohol, con la figura del ‘Conductor designado’ que pusimos en marcha y vamos a seguir reforzando porque da resultados, y más ahora que el intendente ha impulsado la ordenanza de ‘alcohol cero’ en la ciudad”.

Otros ejemplos

Cambareri exhibe datos y estadísticas que preocupan pero, a la vez, se muestra confiado en que la situación está cambiando. En ese marco, cita los nuevos elementos que adoptó el municipio para los controles viales.

“Las cámaras del COM y las de las fotomultas son un complemento espectacular. Nosotros a partir del 1 de febrero, que hemos implementado las telemultas con las cámaras del COM, notamos en estos cinco corredores cómo ha descendido en un 48, 50 por ciento la cantidad de actas por infracciones que se cometen”, especifica.

“Y -añade- con las fotomultas, que las hemos implementado desde el 1 de junio, notamos la actitud del conductor: más allá de que todos debemos saber que no podemos circular a más de 60 kilómetros por hora en las avenidas y a 40 en una calle interna, y de la cartelería que pueda existir, notamos cómo la gente a partir de los cuatro radares móviles que están en los accesos a la ciudad toma conciencia y automáticamente, cuando ve el cartel -puesto a 150, 200 metros-, en los controles de velocidad levanta el pie del acelerador y pasa a la velocidad que corresponde”.

Para Cambareri todas estas “son todas medidas que ayudan a detener esta epidemia que son los siniestros viales”. En ese contexto, adelanta: “En la costa vamos a poner cámaras con fotomultas para que también tengamos prevención ahí”.

Accidentes y cantidad de vehículos

Para el funcionario a cargo de Transporte y Tránsito, los procedimientos son claves para reducir los numerosos accidentes de tránsito. “Los operativos que realizamos no son para recaudar, son para que la gente sepa que estamos haciendo controles sorpresivos y dinámicos y tome conciencia de que estamos en la calle y en cualquier lugar la pueden parar. Eso da la posibilidad de que el conductor sabe que tiene que estar con todos los papeles que necesita para circular como también hacerlo de forma correcta: respetando la velocidad máxima, con el cinturón de seguridad puesto, sin hablar por teléfono, básicamente respetando las ordenanzas municipales”, indica.

Verónica Borrelli, madre de Lucía Bernaola -la adolescente que falleció tras ser atropellada por un joven que conducía alcoholizado y a alta velocidad por la costa-, dijo hace pocos días que “alguien tiene que ponerse los pantalones largos con el tránsito”. Al ser consultado por esas declaraciones a la prensa, Cambareri contesta que se reunió con la mujer y desde el municipio coinciden “en muchas de las cosas que aduce” sobre la problemática.

“Hemos reforzado los controles en la zona donde fue ese siniestro. El Emvial ha intervenido la curva con dársenas tipo plazoletas para que allí disminuyan la velocidad; y el Emsur está pronto a colocar unos delineadores sobre la vereda, tipo maceteros, que sirvan de contención a cualquier vehículo que pueda perder el control”, informa.

Por último, el funcionario finaliza la charla opinando que la manera de conducir de los marplatenses “empeoró en la última década con el crecimiento exponencial del parque automotor”.

“Hay muchísimos autos en la ciudad. Son más de 400 mil vehículos. Lo que estamos haciendo es reforzar el transporte público: necesitamos que la gente se vuelque al transporte público de pasajeros pero para esto tenemos que tener un excelente servicio, aggiornar los recorridos de los colectivos que atrasan 30 o 40 años”, concluye Cambareri.