El joven de 23 años detenido por la violación de un adolescente de 14 se negó a declarar este miércoles ante la fiscal Andrea Gómez y seguirá alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán.

El acusado fue conducido a Tribunales en horas de la mañana y notificado de su imputación en la causa caratulada “Abuso sexual agravado”. Asistido por el defensor oficial Walter De Miguel, decidió no aceptar ser indagado por la investigadora y rechazó dar su versión de los hechos, aunque como lo estipula la ley podría hacerlo más adelante, durante la continuación del proceso.

Luego de finalizada la diligencia, el detenido volvió a ser trasladado a la cárcel, donde quedó aprehendido en un pabellón evangélico. Mientras tanto, la investigación del caso avanza a través de la recolección de testimonios y peritajes de distintos objetos secuestrados por la policía.

El hecho que se intenta esclarecer fue denunciado por la propia víctima el último lunes. Según trascendió ese día, el adolescente concurrió a la Comisaría de la Mujer junto a su madre a la tarde y contó que había sido violado por un vecino del barrio Las Canteras en horas del mediodía.

De acuerdo a la acusación, el menor corría por la calle, cerca de la Escuela de Policía “Juan Vucetich” cuando el joven 9 años mayor lo interceptó y lo amenazó con lastimarlo con un arma blanca. Luego, conforme expresa la denuncia, lo obligó a trasladarse a un descampado de la zona en el que lo violó.

Notificada por los policías de la seccional mencionada, la fiscal Gómez pidió de inmediato su revisación médica. Durante la misma, los profesionales no encontraron lesiones compatibles con el abuso con acceso carnal, pero los investigadores no descartaron hayan existido tocamientos y que el agresor haya sometido al joven a practicarle sexo oral.

Si bien la investigación, como se dijo antes, se encontraba en plena etapa preliminar, como ocurre en este tipo de casos los vecinos de la zona sur tomaron conocimiento rápidamente de la grave denuncia e intentaron quemar la casa del acusado. Además, lo agredieron y golpearon salvajemente.

Por ese motivo, fue la propia mujer del sospechoso la que llamó a la policía y hasta entregó su ropa para que los habitantes del barrio no los atacaran. Esas prendas serán ahora peritadas por los especialistas para determinar si hay restos genéticos que permitan ser analizados y sirvan como prueba en la causa.

Al llegar los uniformados del CPC y de la comisaría decimosexta -con jurisdicción en el lugar donde se ubica la propiedad del acusado, este se entregó y quedó a disposición de la Justicia. En un principio, debía ser citado a declaración indagatoria el martes pero por las lesiones que había sufrido tras el ataque de sus vecinos, la diligencia debió postergarse un día.