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Ser “Ellos” para darles respuesta a ellas, el nuevo desafío de Laura G. Miranda

Con foco en la masculinidad, una estructura coral, una mirada sensible y giros inesperados, la escritora narra en su última novela mandatos, vínculos, miedos, cimbronazos, decisiones y, sobre todo, se detiene en el valor de la amistad, cuando reparamos en que no tenemos control sobre el tiempo.

Cultura 14 de junio de 2025

Por Claudia Roldós

Laura G. Miranda sigue sorprendiendo. Autora de una serie de novelas en las que ha profundizado su exploración del universo emocional desde distintas aristas, por primera vez se anima a correrse de las voces femeninas y propone, en “Ellos”, una historia contada desde la perspectiva de tres hombres.

Muy distintos entre sí, pero profundamente unidos por la amistad cimentada desde la infancia, Mariano, Tony y Fernando enfrentan crisis, decisiones y cambios de rumbo que invitan a reflexionar acerca de los mandatos sobre la masculinidad.

Algo permanece intacto en la narrativa de la autora marplatense: la novela es coral. Y lejos de estereotipos, construye las historias de una manera sensible. Cada personaje tiene su propio pulso narrativo y emocional, algunos aprenden y evolucionan, otros quedan estancados.

Los análisis, las reflexiones sobre cada una de las temáticas –otro sello de Miranda– también están allí, mientras desgrana historias, personajes, problemáticas con un ritmo intenso y giros inesperados.

Así aparecen los vínculos –de los sanos y de los tóxicos–, la muerte, las distintas formas de enfrentarse a la paternidad y la maternidad, las diferentes formas de vivir la sexualidad, cómo enfrentarse a los miedos, a las pérdidas, a las incertidumbres, a los golpes de la vida, el peso de los secretos, entre otras cuestiones que nos atraviesan, independientemente de nuestro género.

En una charla con LA CAPITAL, Miranda compartió la génesis de la novela, el detrás de escena del proceso creativo y la inspiración para esta obra que hace foco sobre la masculinidad, pero que, a la vez, busca dar una respuesta a interrogantes de las mujeres.

“La masculinidad es un eje central en la novela, desde los protagonistas, el desarrollo de sus vidas, el título, hasta su portada, el foco de atención está puesto en “Ellos”, contó la autora. También apuntó que se propuso mostrar cómo es “ser varón” hoy . “Hay situaciones muy actuales y en las que se han repetido siempre, que también las hay en la historia; mi objetivo fue mostrar cómo actúan los hombres de hoy”.

Por primera vez, el foco de Miranda está puesto en "Ellos".

Por primera vez, el foco de Miranda está puesto en “Ellos”.

– ¿Cómo surgió la idea de dar voz protagónica a personajes masculinos, siendo una autora con trayectoria en narrativas en las que las mujeres son protagonistas?

– En primer lugar, la idea surge en la búsqueda de un nuevo desafío. A todos mis libros les ha ido muy bien y siempre el último eleva la vara y me lleva a pensar: ¿ahora qué? Tengo que ser la misma pero paradójicamente mejor, no repetirme. Entonces, se me ocurrió que narrar desde voces masculinas como protagonistas principales era algo novedoso y asocié eso a la cantidad de mujeres que esperan respuestas de hombres que nunca tuvieron y me dije “es por ahí”, ser ellos para darles respuesta a ellas, mis lectoras.

– ¿Qué te impulsó a escribir esta historia? ¿Hubo una imagen, una frase, una necesidad? ¿Una forma de abordar temas como la amistad, la muerte?

– La vida a mis 56 años y saber que no tenemos control sobre el tiempo fueron los motores. Sentí la necesidad de visibilizar en una historia de manera real que la vida puede ir de uno a un millón en un instante y cambiarlo todo para bien o para llenarnos de incertidumbre. A veces, damos por hecho cuestiones que nos exceden como creer que podemos planear un futuro sobre el que no tenemos poder alguno. La muerte o su amenaza es la justificación de la vida y la amistad es el refugio que nos sostiene. La muerte es siempre noticia igual que enterarnos que alguien que conocemos tiene un diagnóstico de salud complicado, pero cuando eso le sucede a alguien de tu edad que además es tu amigo, sacude tu existencia entera, te planteás qué hiciste hasta ese momento y tus pendientes regresan por respuestas porque enfrentás la idea de que pudiste ser vos.

– En la novela los tres amigos tienen personalidades muy distintas. ¿En qué te basaste para construir ese vínculo? ¿Buscaste deconstruir los estereotipos en cuanto a la amistad entre varones?

– Hice un trabajo de campo intenso, consulté amigos y familiares varones de todas las edades. Puede parecer simple pero los hombres no se comunican como las mujeres, ni por WhatsApp. La historia no pretende priorizar un género sobre otro, sino mostrar que somos diferentes pero que a la hora de sentir a todos nos atraviesan el dolor, el amor, el miedo, las dudas. Reflexionamos, tratamos de avanzar en los vínculos y siempre hablamos con los mejores amigos. A veces, cuesta más expresar los sentimientos pero finalmente es la amistad el lugar que nos conduce a las verdades. Si deconstruir es deshacer analíticamente algo para darle una nueva estructura, ese fue uno de mis propósitos, visibilizar la sensibilidad masculina desde sus voces.

– ¿Cómo fue el proceso de darle voz a cada uno de los protagonistas? ¿Te sentiste más cercana a alguno?

– Fue un proceso maravilloso ponerme en la piel de cada uno y sentirlos. En esos lugares empecé a comprender sus acciones y también la razón de muchas decisiones a las que ellos no se atreven. No los justifico en todos los casos pero entendí, al profundizar en cada realidad, que tienen sus motivos y, nos gusten o no, son válidos. Luego, lo mostré con claridad a lo largo de la historia. No tuve un favorito porque yo soy todos ellos sin ser ninguno. Algo de mí se quedó en sus personalidades y mucho de cada uno ya vive en mí.

– Mariano, Tony y Fernando atraviesan crisis personales que los confrontan con su historia, mandatos, ideas y elecciones. ¿Cómo trabajaste esos conflictos desde lo interno (o lo íntimo)?

– Los trabajé poniéndome enteramente en sus lugares y sus pensamientos. Me ayudó el trabajo de campo, la observación de situaciones similares, conversaciones con amigos de la misma edad y plantearme, como mujer, qué respuesta esperaría yo. Puedo parecer loca pero cuando escribo me desprendo de mí, llevándome los interrogantes y me lleno del personaje como si fuera una persona real en la que me convertí por el tiempo que soy él. ¿Me explico? ¡Dios mío, tal vez sí estoy un poco loca! Pero eso es lo que sucede, lo juro.

"Mi objetivo fue mostrar cómo actúan los hombres de hoy", dijo Laura G. Mirando a LA CAPITAL.

“Mi objetivo fue mostrar cómo actúan los hombres de hoy”, dijo Laura G. Mirando a LA CAPITAL.

– En cada una de las temáticas que abordás, das múltiples ejemplos de las distintas formas de encarar los desafíos de la vida. ¿Es esa tu intención?

– Es así. Respecto de cada tema, me ocupo de dar multiplicidad de voces. Mis libros nunca bajan línea en un sentido. Si hay un personaje que frente al amor de una amante se juega y deja a su esposa, siempre habrá otro que piensa y argumenta por qué no haría eso. El motivo es que me gusta invitar a reflexionar sobre las cuestiones planteadas y que mis lectoras cuenten con varias miradas diferentes sobre lo mismo. Luego, cada uno saca su propia conclusión.

– Todas esas temáticas se conjugaron para conformar el núcleo emocional de la novela…

– Sí. Creo que los sentimientos son universales y la forma en que los atravesamos refleja la vida misma. Mis novelas siempre conjugan emociones y decisiones que se toman o no, en favor del bienestar. Porque estoy convencida de que aún en los peores escenarios hay algo que podemos hacer para estar mejor.

– Las mujeres acompañan con roles muy importantes. También hay personalidades, decisiones muy distintas. ¿Cómo las trabajaste en función de la historia?

– Esta vez la atención principal no estaba puesta en las opiniones de las mujeres, sino en sus sentimientos y las expectativas respecto de los hombres que les importaban. Fui todas ellas tratando de entender situaciones o aborrecerlas para luego decidir en consecuencia. Sin dudas, un trabajo muy diferente.

– ¿Cómo fue recibido el libro por lectores varones? ¿Hubo reacciones que te sorprendieran?

– La verdad es que lo han leído varios maridos de mis lectoras y ellas me han contado devoluciones buenísimas. Yo sugiero que las mujeres lo lean, marquen lo que les interesa que lean sus parejas y después los inviten a leerlo. Mis amigos me dijeron que cumplí mi propósito. Mi deseo es sumar hombres a la lectura de mis libros y parece que se estaría cumpliendo.

– ¿Sentís que cambió tu escritura en esta novela respecto a tus novelas anteriores?

– Creo que voy evolucionando como persona y eso se refleja en lo que escribo. No cambia el estilo ni el propósito de “dar lo bueno” que está presente en todas mis novelas anteriores, solo la profundidad de los enfoques es mayor porque juega también mi experiencia de vida.

– ¿Estás trabajando ya en un nuevo proyecto? ¿Podés adelantarnos algo?

– El año que viene se relanzarán “Amuleto contra el vacío” y “Laberinto del alma”, las dos novelas que fueran publicadas en 2014 y 2016 en otra editorial, cuyos derechos me pertenecen. Es imposible conseguirlas ahora y mis lectoras las piden, de modo que trabajaré en sus textos sin modificar las historias. Estoy muy feliz de poder anunciar la noticia porque de esta manera VR Editoras, a través del sello VeRa, tendrá en su catálogo mi obra completa. Amo pertenecer a mi editorial, es mi casa y me hace feliz saber que todos mis libros estarán publicados, juntos, en el mejor lugar. Para 2027, hay un proyecto muy importante que será bisagra en mi carrera pero aún no puedo adelantar nada a excepción de que es algo que como autora no hice nunca.