La Ciudad

“Si existe un nuevo brote y hay que volver con medidas restrictivas, la sociedad acompañará”

En una entrevista exclusiva con LA CAPITAL, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, afirma que "la metáfora del botón rojo" que usa el Presidente significa "poder apretar el freno a tiempo". Además dice que en el país la cuarentena "funcionó" y asegura que los casos de coronavirus eran "los que iba a haber". "Lo que hicimos fue ganar tiempo, ir preparándonos y eso es lo que hace que hoy el país tenga una de las tasas de letalidad más bajas", reflexiona.  Además cuenta que se trabaja para que haya temporada pero "hoy nadie tiene la respuesta de cuándo comenzará".

Por Pablo Falcone

Twitter: @pmfalcone

“En la hipótesis de que los casos de coronavirus se disparen y haya que tomar medidas restrictivas en todo el país, ¿cree que hay margen para dar marcha atrás?”. Del otro lado de la línea telefónica, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, escucha la pregunta y no duda en responder: “Si existe un nuevo brote y hay que volver con medidas restrictivas, la sociedad acompañará”.

El hombre de confianza del presidente Alberto Fernández está convencido de que la cuarentena “funcionó” y que, a pesar de lo que se creía al comienzo de la pandemia, la gente “está dispuesta a seguir cuidándose para no enfermarse”. “La Argentina tiene los casos que iba a tener, lo que hicimos fue ganar tiempo, ir preparándonos y eso es lo que hace que hoy el país tenga una de las tasas de letalidad más bajas de Latinoamérica y de buena parte del mundo”, explica en un pasaje de los 55 minutos que duró la entrevista exclusiva con LA CAPITAL.

– El país tiene en los últimos días un promedio de más de 10 mil casos cada 24 horas y ya superó los 11 mil muertos. ¿Qué análisis hace el gobierno de estos números y de la cuarentena?

– El 19 de marzo el Presidente de la Nación declaró el aislamiento social preventivo y obligatorio. Ahí fue cuando el país tomó una decisión que fue muy acertada porque había que ganar tiempo en varias direcciones. Tres eran las más importantes. La primera, el virus era importado y teníamos que evitar que se propague con velocidad al resto del país. Lo segundo era principalmente conocer un virus nuevo y todo el personal de salud tenía que ir viendo cómo había que trabajar. Y lo tercero: había que utilizar ese tiempo en fortalecer el sistema de salud y en conseguir los insumos necesarios. Fortalecer el sistema de salud fue agregar camas, unidades de terapias intensivas y después llegar a construir 12 hospitales modulares nuevos. Además desde el punto de vista de los insumos, en ese momento era central y motivo de discusión en el mundo de dónde se conseguían los respiradores. Bueno, la Argentina es hoy uno de los países que producen sus propios respiradores.

– Con el paso de los meses el virus avanzó y hoy está en gran parte del país

– El virus lógicamente primero impactó en la zona de Buenos Aires, después en el AMBA y después empieza a presentar focos en el interior del país, que es lo natural por cómo se comporta este virus. Si este reportaje era hace 20 días, yo te iba a decir que el 90% de los casos estaban en la zona del AMBA, la Ciudad de Buenos Aires y el primer cordón del conurbano bonaerense. Hoy tenemos ahí el 60% de los casos. Eso quiere decir que el otro 40% de los casos está distribuido en el resto del país y el interior de la provincia de Buenos Aires.

– El ministro de Salud bonaerense Daniel Gollan dijo en un entrevista con La Nación que si se hubiera sido más duro en Ezeiza se podrían haber retrasado los contagios. ¿El gobierno nacional cree que se demoró?

– Lo que dice Gollan es correcto y no lo plantea como una crítica, hace una posición teórica que es real: cuanto más se logra contener el virus, menos se propaga. Es una construcción lógica. Lo cierto es que se trabajó con la celeridad que se pudo en un momento donde había muchos argentinos en el extranjero y que tenían que volver. Argentina es el octavo país más extenso del mundo, comparte fronteras y tiene vinculaciones comerciales. En ese sentido era lógico que el virus iba a llegar. Lo que nosotros hicimos fue ganar tiempo, ir preparándonos y ese tiempo es lo que hace que hoy la Argentina tenga una de las tasas de letalidad más bajas de Latinoamérica y de buena parte del mundo. Esto no fue sólo por una decisión de gobierno. Lo clave fue destinar recursos en el cuidado de la salud, pero lo que hay que rescatar siempre son los trabajadores de la salud. Ahí están realmente los héroes y heroínas de esta época que salvan vidas.

– El coronavirus se propagó y los sistemas sanitarios de algunas ciudades empiezan a estar al límite. El Presidente dijo que el botón rojo siempre está a mano. ¿Qué tan cerca se está de apretarlo?

– Todas las ciudades están teniendo crecimiento de casos. Se tiene que ir teniendo en la mira el comportamiento, no solo de la cantidad de casos, sino también la capacidad de respuesta que tiene el sistema de salud. Esas son las dos variables más importantes. En otros países cuando se desbordó el sistema de salud se disparó la letalidad porque no se puede atender a todos. Eso es lo que Argentina viene evitando. Cada ciudad y provincia vienen monitoreando esta situación y algunas provincias han vuelto para atrás con actividades y restringiendo cada vez más la circulación. La metáfora del botón rojo implica eso: poder apretar el freno a tiempo. Hay que estar dispuestos a poder ir para atrás si eso es necesario. Este virus es muy dinámico y lo ha demostrado. Esto es muy difícil para el resto del mundo también. Hay que ver el mundo porque si no se piensa que es sólo en Argentina. A veces las decisiones adecuadas no agradan porque trastruecan la vida de muchos. Eso es real, pero bueno, también ahí tiene que estar la estatura de los dirigentes políticos para priorizar la vida por sobre las encuestas.

“Tenemos expectativa en que el coronavirus afloje y tener la posibilidad de diseñar protocolo y a partir de ahí reanudar la actividad turística”.

– ¿Entonces el botón rojo no implica que todo el país va a volver a una cuarentena estricta como en marzo en caso de ser necesario?

– A ver… si se disparan los casos en todo el país entonces ahí va a tener que tomar medidas de restricción. Hoy lo que se está viendo es que es heterogéneo. Hay algunas provincias que tienen muchos casos y otras que no. Quizás la zona del AMBA hoy está acumulando muchos casos pero está estabilizado alto.

– ¿Cree que hay margen social para dar marcha atrás?

– Nos hemos sorprendido para bien todos los argentinos. La gran mayoría ha cumplido con las medidas de usar el barbijo, el distanciamiento, el alcohol en gel… La gran mayoría de los argentinos y las argentinas están dispuestos a seguir cuidándose para no enfermarse e incluso para no transmitírsela a un familiar. En ese sentido estoy muy orgullo de las familias argentinas. El gobierno puede tomar decisiones, pero si la sociedad no acompaña es muy difícil. Y acá eso no se dio. Siempre hay grupos pero en líneas generales eso no sucedió. Se pensaba que no iba a haber disciplina y que no se iban a cumplir las reglas y nos sorprendimos todos para bien. Hoy no podría pensar otra cosa. Si efectivamente existe un nuevo brote nacional y hay que volver con medidas más restrictivas la sociedad va a acompañar.

Cafiero junto al presidente Alberto Fernández. Foto: Presidencia.

– Hay planteos que sostienen que llevamos 180 días de cuarentena, que los casos siguen en aumento y que a la gente se le hace cada vez más difícil quedarse en la casa por la situación económica o la emocional. ¿Qué opina el gobierno?

– Lo que nosotros logramos con la cuarentena es salvar vidas. La Argentina está teniendo los casos que tienen los países con las dimensiones de Argentina y la cantidad de habitantes de Argentina. Cuando vos tomás cualquiera de esos países triplican en cantidad de muertes a la Argentina. Entonces quiere decir que la cuarentena funciona, funcionó y va a seguir funcionando. En definitiva lo que se hizo fue eso: tener la misma cantidad de casos pero menos muertes. Los casos que tiene Argentina los iba a tener; el punto es si lo tenía en dos meses y se saturaba el sistema de salud e íbamos a padecer lo que padecieron muchos países, donde no había atención. Igual insisto con que nunca hay que cantar victoria. Todavía falta. El coronavirus no se ha ido.

– ¿El discurso anticuarentena o las marchas tuvieron implicancia para el gobierno en el aumento de los casos?

– Implicancia lineal es muy difícil determinarla sobre todo con las marchas. Está probado que si uno no tiene medidas de cuidado el virus se propaga con más velocidad y produce más contagios y más muertes. Eso está comprobado. Lo que no está comprobado es lo otro. No se puede decir que los casos se dispararon por tal o cual motivo.

– ¿Qué le pareció el rol de la oposición?

– Una parte de la oposición fue muy irresponsable con esto. Agitó, agitó y después una parte de la sociedad, que está angustiada y cansada, se siente conducida en ese sentido. Eso es lo que fue sucediendo. Una parte de la oposición fue muy irresponsable con todo el manejo de la pandemia. En seis meses una parte de la oposición no aportó una idea, sólo criticaba.

– Mar del Plata hace 14 días que retrocedió a fase 3 y los casos en lugar de bajar siguen en aumento. ¿Qué piensa de estos ejemplos el gobierno nacional? ¿Hay que cerrar aún más?

– En general por la experiencia que tuvimos en estos meses cuanto más se restringe la circulación, el virus tiende a aminorarse. No es instantáneo. Cualquier medida que se toma estás a 14 o 20 días de tener un resultado. Eso es lo principal. Lo segundo es que es lógico que cada vez que se restringe la circulación de las personas eso tiene un efecto, pero aventurarse con decir cuánto hay que cerrar no es correcto sobre todo porque hay que tener todo el mapa arriba de la mesa. No es solamente la cantidad de casos sino también la capacidad del sistema de salud. Si todas esas luces se prenden en rojo hay que tener un cierre mayor.

– Desde que la ciudad retrocedió a fase 3, la reapertura de actividades volvió a tener en usted a la autoridad para autorizar o no. Hay pedido puntuales de la obra privada, comercios y gastronómicos. ¿Qué se va a hacer?

– Mar del Plata está en aislamiento porque crecieron mucho los casos y hay una transmisión comunitaria sostenida. A partir de ahí el trabajo que hacemos es primero recibir el visto de la autoridad sanitaria provincial. Es decir, esos pedidos deben pasar por la Provincia y una vez que la provincia les da el visto bueno nosotros lo volvemos a analizar con el Ministerio de Salud de Nación.

“A veces las decisiones adecuadas no agradan. Eso es real, pero ahí tiene que estar la estatura de los dirigentes políticos para priorizar la vida por sobre las encuestas”.

 

– En Mar del Plata la Uocra realiza una “huelga a la japonesa”, lo que significa que pese a estar prohibido los obreros van a trabajar. ¿Temen que este tipo de casos se replique en otros sectores del país?

– Evidentemente hay muchos sectores que ven afectados sus intereses cuando tienen que cortar con una actividad. Es lógico porque el sustento diario es parte de esto. Por eso nosotros siempre fuimos muy conscientes de la necesidad de ir acompañando todo este proceso con el Ingreso Familiar de Emergencia, el ATP para las empresas… Es cierto que la situación de Mar del Plata en este momento es porque ya se tenía una actividad reanudada y se tuvo que volver para atrás por la situación epidemiológica. Naturalmente eso puede generar mucha angustia en las familias. Ahora, nosotros no sabemos si esto se puede multiplicar.

– Además de la situación sanitaria en la ciudad hay preocupación por saber si habrá o no temporada. La Provincia e incluso el ministro de Turismo Matías Lammens, ya dijeron que sí. ¿Es una decisión tomada pese al aumento de los casos?

– Insisto con esto: no hay que aventurarse con definir fechas en medio de una pandemia. Eso es generar falsas expectativas y eso no corresponde en cuanto a fechas porque sino enseguida hay que decir cuándo empieza la temporada y la verdad es que hoy nadie tiene esa respuesta. En ese sentido estamos esperanzados en que la temporada se pueda desarrollar con una normalidad distinta: con protocolos, con distancia y seguramente con políticas de cuidado.

– ¿Hoy que haya temporada está íntimamente relacionado con que bajen los casos o se va a intentar de todas maneras pese a la situación sanitaria?

– Nosotros vamos a estar trabajando con el gobierno de la ciudad y con el gobierno de la provincia y con todos los gobernadores que tienen emprendimientos turísticos. Tenemos expectativa en que naturalmente el coronavirus afloje y tener la posibilidad de diseñar protocolo y, a partir de ahí, reanudar la actividad que es la más golpeada.

 

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