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Deportes 22 de diciembre de 2018

Su solidez defensiva lo condujo al triunfo y disimuló carencias en ataque

Quilmes celebró su primera victoria en la Liga Nacional de Básquetbol 2018/19.

Essengue cumplió un buen papel con 8 puntos y 9 rebotes en los pocos minutos que estuvo en cancha (14) antes de salir por faltas personales.

Por Marcelo Solari

Con una mejoría ostensible en el segundo, con el aspecto defensivo como argumento destacado, Quilmes, después de mucho trabajar, consiguió torcerle el brazo al combativo Bahía Básket, al que finalmente venció por 68 a 63, anoche en el Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”. Fue la primera victoria en la joven Liga Nacional de Básquetbol 2018/19 para el conjunto marplatense, que no disfrutó de una noche feliz en ataque (apenas un 35% de acierto en sus tiros de cancha) pero solucionó todo con su solidez atrás.

Le costó afirmarse en el partido al equipo local. Sin eficacia con el tiro abierto, no siempre tomó las mejores opciones. De hecho, sabiéndose menos en el poste bajo, la defensa rival congestionó su zona interior y, acaso en forma premeditada, dejó espacios en el perímetro. Quilmes tomó esa invitación, tiró mucho desde afuera y con bajos porcentajes.

Y al mismo tiempo, padecía la velocidad y la dinámica que suele imponer el conjunto bahiense. La primera llamada de atención (en forma de tiempo muerto solicitado por Javier Bianchelli) llegó con el 5-11, a los 3m30s.

Cuando regresaron a la acción, el local dejó atrás su endeblez defensiva, la primera rotación de nombres resultó productiva y al mismo tiempo, consiguió mayor precisión adelante. Es cierto que Bahía Básket incluso aumentó fugazmente su ventaja (5-13 y 11-18), pero la historia del encuentro ya era otra.

De cualquier forma, Quilmes demoró 15 minutos en poder pasar por primera vez al frente en el resultado, cortesía de un triple de Lucas Ortiz (26-23) en la mitad del segundo segmento. Claro que fue una ilusión, porque desde afuera, el local apenas convirtió 3/17 triples en todo el primer tiempo. El negocio estaba en otro lado, aunque solamente Ortiz parecía tener la receta para poder abastecer a Eduardo Vassirani y al retornado Gaston Essengue, quienes marcaron diferencias en la pintura cada vez que fueron abastecidos. El escolta le sacó rédito al “pick and roll” y eligió bien sus tiros, pero el resto no estaba en la misma sintonía.

Y Bahía Básket recuperó el control con una serie de impactos lejanos, para llevarse una ventaja escasa a los vestuarios respaldada por un muy alto nivel en triples (5/10, 50%).

El rasgo distintivo del tercer capítulo fue el equilibrio. Ambos intercambiaron aciertos y errores en dosis similares, si bien la tendencia de la supremacía interior del local se hacía más evidente.

La paridad reinante la rompió el pibe Juan Esteban De la Fuente (de buen trabajo) con un triple. Y desde allí en adelante, un rol protagónico de Essengue le permitió al equipo local apoderarse del control de juego.

Al margen de un doble al límite del pivote camerunés, que luego de un largo cónclave la tripleta arbitral anuló a instancias del video, Quilmes arrancó el úitimpo capítulo con un triple de Víctor Fernández, obteniendo su máxima ventaja en la noche hasta ese momento (58-51). Y como atrás seguía respondiendo frente a un oponente con pocas luces, que había comenzado a perder su puntería lejana, el “tricolor” se encontró en su mejor momento de la noche. Se pasó bien la pelota (Ortiz, por caso, terminó con 10 asistencias), resolvió con acierto algunas circulaciones ofensivas interesantes y tomó una distancia que parecía encaminarlo a una victoria tranquila (62-51). Claro que todavía falta mucho y si hay algo a lo que los dirigidos por Ginóbili nunca renuncian es a la combatividad.

A partir de ese momento, no concedieron ningún tiro sencillo. A Quilmes se le nubló el horizonte y le costó una enormidad anotar. Sin pausas, el visitante acortó distancias al mínimo (64-61) con un parcial rotundo de 10-2.

Pero aunque en ese difícil tramo final Quilmes no anotó ningún tiro de cancha, con la aplicación de las reglas defensivas adecuadas y algunos lanzamientos libres encarriló definitivamente el curso del juego. Y se fue cantando victoria al receso de fin de año. Como para tener algún buen motivo para brindar y tomar impulso para volver renovado el 9 de enero.

Síntesis

Quilmes (68): L. Tantos 5, M. Bolívar 5, L. Ortiz 8, S. Morales 10 y E. Vassirani 17 (FI) M. Maciel 2, V. Fernández 6, J.E. De la Fuente 7, G. Essengue 8 (x), A. Lecona 0. Entrenador: Javier Bianchelli.

Bahía Básket (63): F. Corvalán 10, F. Thygesen 11, M. Fernández 10, J. Levy 11 y F. Filippa 4 (FI). R. Paulichi 0, F. Elías 0, P. Ianguas 11, J. Materán 6, y C. de Souza Pacheco 0. Entrenador: Sebastián Ginóbili.

Estadio: Polideportivo Panamericasno “Islas Malvinas”.
Arbitros: Diego Rougier, Oscar Martinetto y Raúl Sánchez.
Parciales: 17-21, 33-35 y 55-51.