Un hombre de 33 años que había sido amenazado de muerte por su vecino en el barrio Aeroparque, aprovechó que la policía lo había detenido y llevado a la cárcel de Batán para prenderle fuego la casa en venganza.

Un conflicto vecinal escaló de manera insólita: de un robo al reclamo, del reclamo a la agresión, de la agresión a la amenaza, de la amenaza a la venganza.

Como publicó LA CAPITAL, el lunes un hombre de 47 años había sido aprehendido luego de romper el parabrisas de la camioneta de un vecino en el barrio Aeroparque y amenazarlo de muerte con un cuchillo porque lo había acusado de haberle robado el celular.

Ese fue el contexto. Su vecino lo acusaba de haberle robado el celular, por lo que ese lunes a la tarde el hombre tomó una botella, la tiró contra la camioneta de la víctima y le rompió el parabrisas. El conductor tuvo que frenar, se bajó para ver los daños que había sufrido y el agresor se acercó, sacó un cuchillo y lo amenazó de muerte.

Vecinos que vieron la situación llamaron al 911 y dieron aviso al personal de la comisaría séptima, que fue hasta el lugar y aprehendió al hombre de 47 que mantenía una actitud agresiva. El fiscal de flagrancia, Gastón De Marco, imputó al aprehendido por los delitos de “daño y amenazas calificadas por el uso de arma blanca” y ordenó que quedara alojado en la Unidad Penal 44 de Batán.

Si bien el hombre se encontraba detenido en la Unidad Penal 44 de Batán, la víctima sintió la necesidad de vengarse y aprovechó su ausencia para acercarse a su vivienda e incendiarla, lo que provocó prácticamente la destrucción total del inmueble.

La situación fue advertida por los mismos vecinos que anteriormente habían llamado al 911 para denunciar la agresión del detenido, pero esta vez se comunicaron para informar que la víctima se había convertido en victimario y que había incendiado la casa del hombre que lo había amenazado.

Bomberos del Cuartel Caisamar fueron hasta el lugar y sofocaron el fuego, mientras que personal de la comisaría séptima y de la Policía Local aprehendieron al hombre de 33 años que había provocado el incendio.

El fiscal Gastón De Marco imputó al hombre por el delito de “incendio” y ordenó su traslado en la Unidad Penal 44 de Batán, donde se encuentra alojado el hombre del que se vengó por haberle robado el celular y amenazado de muerte.