Con apenas 14 años, Tobías Cervera cumplió el sueño del pibe. El pasado fin de semana debutó en la máxima categoría de Quilmes, en el triunfo 2-1 sobre Juventud Unida/Los Andes, por la Zona Reválida de la Liga Marplatense de Fútbol.

Tobías tenía apenas cuatro años cuando ingresó por primera vez a Luro y Guido para jugar al fútbol. Allí aprendió a patear, gambetear, hacer paredes, cabecear. Formó amistades y forjó un sentido de pertenencia. Tal es así que, tras culminar la etapa primaria escolar, decidió hacer la secundaria en la escuela del club.

Hoy Quilmes es gran parte de su vida. Por eso, el pasado sábado no fue un día más para él. A poco de cumplir los 15 años, el delantero tuvo la oportunidad de debutar en la Primera División. Algo tan inesperado (por la edad) como soñado.

Con 10 años, Cervera estuvo unos días en la pensión de River Plate, aunque finalmente no quedó.

Este verano sí entró en Ferrocarril Oeste, pero a la semana estaba de vuelta en Mar del Plata por elección propia. Su mundo estaba aquí con su familia y amigos. En su club.

Así, empezó a entrenar con la división superior. Gustavo Tempone lo citó para el partido con Juventud Unida/Los Andes, donde esperó ansioso en el banco de suplentes. A los 25 minutos del complemento, con el marcador 1-1, lo llamó para ingresar en lugar de Lucas Giuliano.

Tobías entró con los nervios lógicos, pero también con las ganas de siempre por defender la camiseta “tricolor”. En 20 minutos intentó demostrar todo lo que aprendió desde muy chico, con Juan Cruz Espinoza y Patricio Píccoli, sus primeros “profes”, y también lo que le enseña actualmente Marcelo Manzo en su categoría, la 2002. A la postre, el debut fue con festejo, porque sobre la hora Brian Cartala marcó el gol del triunfo.

Con apenas 14 años, Tobías ya cumplió una meta. Aunque también puede ser un punto de partida.