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La Ciudad 6 de noviembre de 2017

¿Tolerancia cero o promoción de alcohol en la postal local?

En las últimas horas pudo saberse que el cartel más emblemático de Mar del Plata ya tendría dueño. Volvería a publicitarse una marca de cerveza.

“Para empezar a destruir la droga hay que destruir el alcohol porque hoy es la principal plaga que destruye a nuestra juventud, con las previas y todos esos inventos que generan mentes enfermas. Los chicos son víctimas que mezclan alcohol que luego puede producir la muerte en un accidente de moto o auto. Matar a otro o morir de un coma hepático, como ha ocurrido en numerosas oportunidades. Todo es decisión política y estamos dispuestos a afrontar el riesgo con responsabilidad política para terminar con este flagelo” (Carlos Arroyo, intendente de General Pueyrredon, en un discurso pronunciado en una jornada de capacitación del Sedronar Mar del Plata. el 24 de abril pasado)

Hace un par de meses, el intendente municipal Carlos Fernando Arroyo “sugirió” a las autoridades del Club de Pesca de Mar del Plata que dejaran sin efecto el precontrato firmado con una empresa local para publicitar su marca en el emblemático cartel del espigón.

Temerosos, los directivos de ese club cada vez más privado y menos público -para pescar es necesario pagar y sólo para usar un sector de la escollera ya que el resto está circunscripto a un pequeño grupo de socios, lo que motivaría una pronta intervención de la Provincia para lograr que ese sea un espacio público- decidieron dar marcha atrás con la negociación cerrada.

No obstante, en las últimas horas pudo saberse que el cartel más emblemático de Mar del Plata ya tendría dueño. Volvería a publicitarse una marca de cerveza, concretamente Quilmes, en la ciudad en la que el intendente reconoce que el alcohol es un flagelo.

Si bien nada se informó oficialmente, se deduce que como en aquella oportunidad en la que Arroyo se inquietó por un cartel comercial, ahora volverá a convocar a los responsables del Club de Pesca para “sugerirles”, una vez más, que el cartel no se condice con su pregonada política y proyectos en materia de salud.

Doble discurso

Porque, qué duda cabe, no dejaría de ser una incongruencia más que en la ciudad preferida por los argentinos en la temporada, que la publicidad más emblemática incite a consumir alcohol. La ciudad elegida por la gobernadora no sólo para veranear sino para promocionarla y generar la llegada masiva de turistas intentando revertir lo vivido en recientes veranos.

Justamente en la ciudad en la cual el intendente municipal -5 de junio de 2017- anunció que elevaría el pedido a la gobernadora para que rija aquí la tolerancia 0 de alcohol para conducir. Lo dijo luego de la trágica muerte de la adolescente de 14 años Lucia Bernaola. Actualmente la ley permite a los conductores manejar con hasta 0,5 gramos de alcohol en sangre sin ser objeto de sanciones. El jefe comunal redobló la apuesta y pidió tolerancia 0. ¿Y ahora permitirá que Quilmes invite desde el cartel del Club de Pesca a consumir cerveza?

Asimismo, se da otra paradoja. Florecen en la ciudad emprendimientos de elaboración de cerveza artesanal que convierten a Mar del Plata en la capital nacional de ese rubro. Firmas locales han obtenido en los últimos años premios y reconocimientos a nivel continental por sus excelentes trabajos. Apertura de locales, generación de empleos, realización de festivales que convocan a multitudes, tienen como epicentro a la industria de la cerveza artesanal que va ganando espacios en el mercado. Vaya paradoja entonces que en la capital nacional de la cerveza artesanal instale el cartel publicitario más importante una empresa de cerveza comercial.

“De una vez por todas hay que poner la leyenda Mar del Plata en ese cartel postal de la ciudad”, se coincide en señalar en distintos sectores relacionados con el turismo.

El mercado es libre, claro está. Nada más reprochable que censurar o prohibir un emprendimiento comercial siempre que se adecue a las normas vigentes. Pero teniendo en cuenta los antecedentes del caso y la inquietud e interés demostrado por el intendente por un cartel publicitario, todo hace presumir que volverá a convocar a su despacho a los pescadores para “sugerirles” que no sería la mejor idea la de promocionar una marca de bebidas alcohólicas en la ciudad que exige tolerancia cero en el consumo. En definitiva, una forma de escaparle al doble discurso.



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