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La Ciudad 28 de agosto de 2020

Un aluvión de marplatenses en la costa en el último día de la fase 4

Surf, caminatas, paseos recreativos y tiempo al aire libre fueron las actividades preferidas antes de empezar los diez días de aislamiento.

Como una especie de despedida a los paseos recreativos, a la práctica de deportes y a la libertad de poder disponer del tiempo al aire libre, hoy una oleada de caminantes se adueñó del sector costero y de parques y plazas. Algunos cumpliendo con las recomendaciones de distanciamiento social y portando tapabocas y otros con la nariz al aire libre, como corporizando alguna de las causas por la que la ciudad volverá a fase 3 a partir de mañana.

Con un cielo despejado desde las primeras horas de la mañana, la costa volvió a poblarse de caminantes. Y ya cerca del mediodía el tránsito peatonal se incrementó con ayuda de la temperatura primaveral que superó los 18º.

En tanto, en el sector de Biología de Playa Grande los surfers se congregaron en busca de la “última ola”, aunque el oleaje distó bastante de las condiciones óptimas. Pero igual “hay que aprovechar porque ahora no se va a poder. Así que me voy a meter igual”, explicó Maximiliano, un veinteañero habitué de esa zona.

Cerca de allí, en el Parque San Martín, los bancos se fueron ocupando para disfrutar de las caricias del sol. “Me da mucha bronca que tengamos que retroceder de fase, pero hubo mucha irresponsabilidad y también falta de control”, se quejó Cristina mientras su caniche Felipe correteaba entre las rocas. “Igual voy a poder venir y sacarlo, porque vivo acá a la vuelta”, advirtió la mujer.

Paseos

Florencia, madre de los mellizos Joaquín y Marcos (7 años), caminaba por el sector de Playa Chica mientras controlaba a sus hijos que, con barbijo, se desplazaban uno en monopatín y otro en bicicleta. “Estamos como los presos, disfrutando del último minuto de libertad. Es duro estar con ellos adentro todo el día, son chicos, tienen mucha energía y con estos paseos descargaban bastante”, bromeó la mujer que, casi resignada, anunció que “volverán a las pantallas full time”.

El Paseo Jesús de Galindez, durante la primera hora de la tarde, se convirtió en un especie de estacionamiento al aire libre, en tanto que la arena albergó a unos cuantos visitantes, algunos de los cuales directamente prescindieron del barbijo.

En el agua, en tanto, los amantes del SUP (Stand Up Paddle) daban las últimas remadas al son del reflejo del sol sobre el mar.

Baja 15

A pesar de los numerosos ciclistas y skaters, la mayoría de los paseantes optó por la caminata, siempre a la vera del mar para poder disfrutar de la generosa geografía. Un poco irreconocible por el barbijo, uno de los caminantes fue el obispo diocesano Gabriel Mestre, que se mostró ya recuperado del Covid19. “Me siento bien, no tengo secuelas y aprovecho para caminar. Había retomado pileta, pero ahora se cortó”, contó a LA CAPITAL haciendo referencia a la nueva fase en la que se encontrará la ciudad a partir de hoy.

Sin ataduras

Los primos Leandro y Martina, de 13 y 15 años, iban y venían por el playón del Paseo Hermitage a bordo de sus skates, tratando de inspirar la mayor cantidad de aire posible. “Nos vamos a quedar hasta que caiga el sol –señaló la adolescente desde detrás de un “cuellito” que oficiaba de tapabocas-, porque ya volvemos a quedar presos”.

Instalado en un banco cercano, Juan José se exponía al sol a la vez que se lamentaba del retroceso de fase. “Es una lástima pero debe ser necesario porque hubo un crecimiento impresionante de contagios. Pero hay mucha gente que no se cuida”, dijo.

“Hasta hace un rato –añadió con una máscara transparente como protección- en el otro banco había tres chicas tomando mate. Y eso está mal, se vieron muchas cosas que no había que hacer. Es lamentable, pero creo que solo reaccionamos ante el rigor”.

La Plaza Mitre fue otro de los sectores públicos elegidos para disfrutar del viernes, con infinidad de chicos circulando con sus bicicletas y otros intentando mejorar distintas maniobras sobre el skate en la pista.

“La verdad que es un bajón (el cambio de fase) -opinó Karina, madre de una nena de 4 años- pero también hubo muchos abusos y poco apego a las normas”. “Mir{a eso” dijo y señaló a un “runner” que pasaba corriendo claramente fuera del horario permitido.

Así, todos de una manera u otra, intentaron disfrutar de los últimos paseos recreativos, al menos hasta dentro de 10 días.