Policiales

Un chino sin identidad perdido en los pabellones de la Unidad 15

En la segunda entrega de la serie Perpetua, entrevistas en la cárcel de Batán, Yang Lin toma la palabra. De niño esclavo en China a "sabandija" en las calles porteñas. Una historia que, por ahora, termina entre barrotes. Su esperanza es lograr una identidad y un futuro.

El 22 de agosto de 2002 Yang Lin asesinó al dueño del supermercado que le había dado trabajo horas antes. El comerciante lo invitó a cenar con su familia, en el mismo domicilio de Villa Lynch donde funcionaba el negocio, y fue en ese momento que se produjo el asesinato.

Sin conocer el idioma y por ello incapacitado de comunicarse en su acción de defensa, Yang Lin –nombre que heredó sin papeles de un pasado confuso- recibió prisión perpetua. Él asegura que solo se trató de un robo y que el disparo fue durante un forcejeo. La Justicia entendió que tras disparar exigió 20 mil dólares a la familia del hombre ya muerto. Se fue del lugar con 6 mil pesos.

Aunque transitó por distintos penales, en los últimos tiempos encalló en Batán. Para el Servicio Penitenciario es un preso ejemplar. Tiene 37 años, estudia todo lo que tiene a su alcance y espera que le den una identidad, ya que desde que ingresó a Argentina, en 2002, está indocumentado.

Entrevista exclusiva con Fernando del Rio para LA CAPITAL correspondiente a la serie Perpetuas en Batán.

Perpetua: la entrevista prohibida a un asesino

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