Un kiosquero fue asesinado de un disparo en Jacinto Peralta Ramos e Irala
La víctima fue identificada como Cristian Velázquez (50). Dos delincuentes entraron al comercio y le dispararon en la cabeza luego de que se resistiera al robo con gas pimienta. Ya había sido asaltado en varias oportunidades.

Cristian Velázquez había sido entrevistado por la prensa en varias oportunidades después de sufrir asaltos anteriores.
Un kiosquero fue asesinado de un disparo en la cabeza esta tarde en Jacinto Peralta Ramos al 700, entre Irala y Ortiz de Zárate, zona cercana al Estadio José María Minella.
El homicidio lo confirmó la Jefatura Departamental de Mar del Plata y los fiscales Alejandro Pellegrinelli y María Constanza Mandagarán, quienes estuvieron presentes en el lugar, donde funciona la red de pagos Ripsa.
La víctima fue identificada como Cristian Velázquez, un hombre de 50 años que ya había sido asaltado entre cuatro y seis veces previamente. Esta vez, conforme los primeros datos obtenidos por los investigadores, dos delincuentes entraron al negocio donde trabajaba y le dispararon en la cabeza, después de que intentara resistirse con gas pimienta, como había hecho en abril del año pasado.
En esa ocasión, logró sobrevivir: “Sentí que me podían haber matado. Me salvaron los paquetes de chicle“, fueron las palabras de Velázquez a LA CAPITAL tras ese violento asalto sufrido en el mismo comercio, donde dos delincuentes le dispararon, sin llegar a herirlo, y huyeron.
Esta vez, el desenlace fue fatal y los ladrones escaparon sin consumar el robo, a bordo de una motocicleta de baja cilindrada. De acuerdo a las imágenes que tomaron las cámaras de seguridad, fugaron por la avenida Peralta Ramos y doblaron en Irala. Uno de ellos, quien disparó, llevaba colocada una gorra mientras que el otro tenía la cara descubierta y ya habría sido identificado.
En el interior del local, la Policía Científica encontró dos plomos que indicarían que podrían haberse efectuado dos tiros y serían compatibles con un arma de fuego calibre 32.
La avenida Jacinto Peralta Ramos al 700 es una zona comercial y concurrida durante el día. En tal solo 100 metros hay panadería, dietética, kiosco, carnicería, veterinaria, un supermercado y otros negocios de barrio. Circulan tantos autos y colectivos que el tránsito es denso y hasta es difícil encontrar un espacio para estacionar un día de semana cualquiera.
El kiosco en el que trabajaba Velázquez está a unos metros de la esquina de Irala en dirección hacia Mario Bravo y la gente entra y sale en todo momento, porque allí además se carga la tarjeta SUBE y se cobran servicios e impuestos.
En la pared exterior del establecimiento se puede ver un cartel que indica que la zona está vigilada por las cámaras de seguridad de la municipalidad . Y en el interior se ve un afiche con la leyenda: “Sonría, los estamos filmando”.
“Nos vamos acostumbrando a que pasen los robos a cada rato”, lamentó Velázquez meses atrás. Y agregó: “Sentí que me podían haber matado, porque es así todo momento, estamos solos, no hay seguridad. Acá siempre pasa algo, en esta cuadra siempre a alguien le están robando”.

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