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Policiales 7 de marzo de 2024

Un secuestro y una extorsión que terminaron por esclarecer el asalto en Cabo Corrientes

Un hombre fue detenido este jueves en Mar del Plata acusado de participar en el secuestro y la extorsión de Carlos Alejandro Juárez, acusado de cometer un asalto en el edificio Cabo Corrientes en 2020. Un ex policía está prófugo. Una trama increíble, con ribetes cinematográficos. Y un oscuro trasfondo en el que se investiga la connivencia policial.

Uniformes policiales secuestrados durante los allanamientos de este jueves.

Por Fernando del Rio

Había más. Mucho más detrás de la historia del asalto a un departamento del edificio Cabo Corrientes que, por sí misma, no necesitaba ningún agregado para ser cinematográfica. Era suficiente con esos dos hombres y una mujer llegando hasta un séptimo piso, despojando a dos ancianos de un cuarto de millón de dólares para escapar a un hotel boutique de Pinamar a gastar parte del botín en champagne y masajes, y reunirse luego con quien les había pasado el dato, un joyero turco de Buenos Aires. El robo perfecto había sido cometido. Nada falló y nada podía fallar.

Pero en el mundo del delito hay, codicia, miseria y traición, muchas veces por encima de esos romantizados códigos que algunos quieren hacer creer que son ley entre los ladrones.

Este jueves por la mañana fue detenido Jorge Toletti (40), un vendedor de dólares y dueño de un café céntrico de esta ciudad acusado de secuestrar y extorsionar a Alejandro Juárez antes de que la Justicia de Mar del Plata lo detuviera por ser el autor, junto a su novia, Julieta Palermo y un tercer hombre, del asalto a los ancianos. Quien no pudo ser detenido este jueves es el ex policía Christian Holtkamp (49) también por el secuestro y extorsión de Juárez. Ambos, Toletti y Holtkamp, fueron los que, ante la negativa al pago de Juárez, se presentaron ante la Justicia y permitieron su detención.

La trama es tan enredada, tiene tantas ramificaciones, tantos viajes al pasado, tantos entrecruzamientos de personajes, que comprenderla merece de un esfuerzo supremo al que se arrojaron los integrantes del CATI (Cuerpo de Ayuda a la Instrucción Técnica) de la fiscalía general, la fiscal Florencia Salas y el fiscal Mariano Moyano.

Y además deja al descubierto la relación entre policías y delincuentes por un bien en común: ganar dinero. “Se sospecha que Toletti y el ex policía Holtkamp, ambos vinculados con la compraventa de moneda extranjera en el mercado informal, tendrían estrechas relaciones con funcionarios policiales de las altas esferas, en virtud de la cual estos últimos —se presume que a cambio de favores dinerarios y/o en especie— les brindarían información clasificada, sino también protección y cobertura, alertándolos sobre el estado y avance de investigaciones penales en curso y particularmente, anoticiándolos de futuros allanamiento u otras órdenes restrictivas de derechos que pudieran recaer sobre ellos”, dijo a este medio un importante investigador judicial de este expediente.

Este viernes, en la casa de Toletti, un cuidadosamente seleccionado grupo de policías secuestró un teléfono celular -uno estaba oculto en el depósito de un inodoro-, tres armas de fuego, dos de guerra y uno de uso civil, una granada de humo e indumentaria policial. En tanto, en su café de la zona de Luro y Catamarca se hallaron dólares falsos y, por si faltaba algo más, un garito de juego clandestino en dependencias posteriores.

El robo

El vil asalto contra dos ancianos fue ampliamente difundido por LA CAPITAL y ocurrió el 19 de diciembre de 2020. Ese día, por la tarde, Alejandro Juárez y su novia Julieta Palermo accedieron al piso 7 del edificio Cabo Corrientes, en Falucho 81, y asaltaron a una pareja de jubilados. Les robaron 228 mil dólares, alhajas y hasta un sable militar. También estaba con ellos Leonardo Scurzzi y en las inmediaciones, según la investigación del fiscal Moyano, esperaba Rodrigo Soto.

Fotograma en que se ve a Juárez y Palermo en el edificio Cabo Corrientes el día del asalto.

Fotograma en que se ve a Juárez y Palermo en el edificio Cabo Corrientes el día del asalto.

Las víctimas habrían de fallecer meses después tras no poder recuperarse de la depresión y la angustia sufrida por el robo de todos sus ahorros.

En un primer momento, las averiguaciones se orientaron hacia otras personas. Cámaras de seguridad entregaban a los peritos algunas aproximaciones a la fisonomía de los ladrones, pero nada concreto. Hasta que unos meses después, el 2 de marzo de 2021 Toletti y Holtkamp, inesperadamente para los investigadores, se presentaron ante el fiscal Moyano para decir quiénes eran los autores del hecho.

Toletti contó en su declaración que el 17 de febrero había recibido un mensaje de una tal “Rita”, que había sido cliente suyo en la compra de moneda extranjera, en el que le “chusmeaba” sobre una amiga que había cometido un gran robo en Mar del Plata. Esa amiga indiscreta era Julieta Palermo. Toletti dijo que al saber de eso le avisó a su amigo Holtkamp, que era ex policía, por si le servía el dato.

Holtkamp, en tanto, narró la misma historia, y agregó que tras recibir “el dato” empezó una investigación por su cuenta. Que hizo búsquedas en redes sociales, que hasta incluso se fue a Pinamar a seguir a Palermo y al novio de ella Carlos Alejandro Juárez.

Sin sospechar nada extraño detrás de esas declaraciones, Moyano comenzó a investigar esa línea y descubrió que todo era cierto. Lo que ignoraba Moyano era qué había motivado a Toletti y Holtkamp a presentarse de manera espontánea a delatar a Palermo y Juárez.

El secuestro

Toletti y Holtkamp habían declarado el 2 de marzo, pero el 19 de febrero, un par de semanas antes, se había iniciado una investigación por un hecho, en principio, sin ninguna conexión. Un hombre que ocupaba una habitación en el Hotel Family, en Punta Mogotes (lo acompañaba su hermano y otros dos amigos), fue retirado del lugar por cuatro hombres uniformados con prendas de la DDI Mar del Plata. Tras esperarlo desde la noche anterior en un auto no identificable, los supuestos policías, entraron al hotel y le mostraron una carpeta a ese hombre con fotos. Una de las fotos lo mostraba, junto a una mujer, captado por una cámara de seguridad.

“Sabemos que sos vos, estamos investigando y si queres que desviemos la investigación, nos vas a tener que pagar”, le dijeron a ese hombre, quien dijo que no tenía mucho dinero encima. De inmediato, le dijeron que lo iban a trasladar a una dependencia para aclarar las cosas.

Lo cierto es que, en el trayecto, en una camioneta Ford Kuga blanca, el hombre dijo que era obvio que ellos no eran policías. Entonces los captores le pidieron la plata que tenía encima, unos 80 mil pesos y 500 dólares, y lo dejaron en La Pampa al 2300. El hombre llamó a la policía y se dijo: “Le quiero comentar un hecho, estoy acá en Mar del Plata, en la calle La Pampa 2380, hay una camioneta Kuga color blanca, Ford blanca, que son… que están vestidos de policía, andan armados, me subieron arriba del auto, me quisieron hacer una causa, me sacaron plata, bueno, si quiere le paso la patente… me acaban de dejar”. La operadora le preguntó el nombre: “Soy Carlos Alejandro Juárez”.

Los investigadores compararon modelos de camionetas para confirmar que era una Kuga.

Los investigadores compararon modelos de camionetas para confirmar que era una Kuga.

Esto había sucedido dos semanas antes de las declaraciones de Toletti y Holtkamp, de modo que quienes empezaron a investigar el secuestro y robo cometido por los falsos policías no relacionaron a Juárez con ningún delito en Mar del Plata. Mucho menos con el asalto en el edificio de Cabo Corrientes.

Recién a fin de ese año, los investigadores judiciales notaron que las dos causas se cruzaban, porque los dos hombres (Toletti y Holtkamp) habían mencionado al hombre secuestrado como autor del asalto. Pero todavía no se sabía quién había participado en el secuestro. Bastó con que se analizaran miles de activaciones de antenas, se repasaron líneas telefónicas con sus titulares, direcciones, usuarios de redes sociales, para que todo aquello cobrara sentido.

Mientras Moyano ya tenía prácticamente acreditada la participación de Juárez y Palermo en el asalto y gestionaba la prueba para pedir sus detenciones, la fiscal Salas con la inestimable ayuda del CATI determinó, prima facie, que quienes habían intervenido en el secuestro de Juárez habían sido Toletti y Holtkamp. No solo había sucedido ese hecho en Mar del Plata, sino que también había ocurrido en Pinamar, donde Juárez y Palermo habían ido a parar un fin de semana. Es decir que había suficiente evidencia para creer que Toletti y Holtkamp habían denunciado a Juárez y a Palermo en el marco de una situación extorsiva. Pagar o ser “buchoneado”.

La falsa Rita

Acaso lo más grave que surgió de la investigación fue que “Rita” nunca había existido (se rastreó el teléfono desde el cual se mandó aquel mensaje a Toletti y no pertenecía a ninguna “Rita”)  y que en verdad el dato inicial sobre la autoría de Juárez y Palermo en el asalto a los ancianos salió de la misma policía. Y que esos fotogramas que los secuestradores le habían mostrado a Palermo tanto en el hotel de Mar del Plata como en una calle de Pinamar habían estado siempre en poder de Holtkamp.

Por eso el enojo de los investigadores judiciales con la connivencia policial.

El último y revelador aspecto de la historia es tan grave como lo anterior. Este jueves fue allanado el domicilio de Toletti y su café, pero también una casa perteneciente a “Kuki” Arbizu. ¿Quién es Arbizu y por qué se lo menciona? Ulises “Kuki” Arbizu fue una de las personas que llegó a juicio por los secuestros de Guido Materia, Rodrigo Cristino y Daiana Domenez, ocurridos entre los años 2012 y 2013. Arbizu fue uno de los dos únicos absueltos de la banda liderada por Maximiliano Goncebatte. ¿Quién había sido un policía clave en esa investigación? Sí, Holtkamp, quien poco después se fue de la fuerza.

Hotel Family en 2021, cuando ocurrió el secuestro.

Hotel Family en 2021, cuando ocurrió el secuestro.

Arbizu apenas está mencionado en esta causa del secuestro y extorsión de Juárez, porque su teléfono aparece el día del hecho activando al mismo tiempo las celdas y antenas que activaron los de Toletti y Holktamp. Es decir, que, para la Justicia, estuvo en la zona del hotel Family, en donde luego fue liberado Juárez y en el resto del recorrido. Este viernes en la casa de Arbizu (no estaba allí) se encontró una campera con el estampado de la policíade la Policía Federal.

Los allanamientos de hoy fueron realizados por personal seleccionado de Drogas Ilícitas y grupo GAD, con el aval judicial del fiscal Marcos Pagella -en reemplazo de Salas- y el juzgado de garantías N°5. También participó personal de la AFIP con un perro adiestrado para localizar dólares.

Por lo pronto, Toletti quedó a la espera de prestar declaración indagatoria por los cargos de “extorsión y Privación ilegal de la libertad agravada por su comisión mediante amenazas y simulación de autoridad pública en concurso ideal”. También las autoridades judiciales investigan si de los allanamientos surgen nuevos delitos, ya que en su casa se descubrieron dos vehículos   con impedimento para circular y, por otra parte, la sala de juego montada en su café es plausible de alguna acción penal en su contra. En tanto sobre Holktamp se tramitará su inmediato pedido de captura.

La historia no puede cerrarse sin aquel curioso dato del joyero turco. Sevan Arslan (52) fue atrapado el mes pasado en su casa del barrio Rivadavia por personal de la DDI Olivos a partir de la investigación desarrollada por el fiscal Moyano, quien lo señala como el entregador del asalto.

Además, Juárez y Palermo van ya hacia la instancia de juicio, al tiempo que, al igual que Holktamp, permanecen con paradero desconocido Scurzi y Soto.