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La Ciudad 16 de febrero de 2024

Un viaje astronómico al pasado: el cielo que brilló hace más 150 años

Un repaso de cómo fue el día en que se inauguró la ciudad y los eventos astronómicos de ese año.

Por Claudia Pérez Ferrer
Achernar Mar del Plata

Hace 150 años, el martes 10 de febrero de 1874, se oficializaba el nacimiento de la ciudad de Mar del Plata, (el Partido de General Pueyrredón nació 5 años después) y gracias a las frías matemáticas y física, podemos dejarnos llevar con la imaginación y recorrer el cielo de ese 10 de febrero, también, lo más destacado ocurrido en astronomía aquel año.

Comenzamos.

A la caída del sol de aquel 10 de febrero relucían en aquel poblado de oscuro cielo y horizontes despejados, sobre el oeste a no mucha altura, Marte semejando un rubí, aún brillante, ya que el año anterior, estuvo en oposición, mientras que mirando hacia el este, puntualmente a las 21.30, salió sobre el mar, el llamativamente brillante Júpiter, tanto, que suelen confundirlo con el mismísimo Lucero (Venus).

Como toda noche de verano, Orión, “el gran cazador”, con su famoso “Cinturón” también conocido como “Las Tres Marías” se paseaba por el cielo buscando alguna presa, alto la norte desde que oscurece hasta esconderse en la madrugada en el horizonte oeste.

Entre tanto, la Luna menguante (con el 35% de su disco iluminado) salió reflejándose sobre el mar, apenas 30 minutos pasada la medianoche del 10 al 11 de aquel febrero, sobre el lejano telón de fondo de las estrellas de la constelación de Escorpio, el mitológico escorpión gigante que intenta –según las leyendas- darle muerte a Orión, eterna tarea, ya que cuando uno sale, el otro se oculta.

Hoy día, la constelación la reconocemos más fácilmente, imaginando un gran anzuelo, pero si volvemos a la mitología, la Luna esa madrugada se encontraba visualmente cercana al “corazón” del escorpión, Antares, famosa estrella ya astronómicamente muy vieja, convertida en supergigante roja, tonalidad que se nota a simple vista.

Tal el cielo de aquél histórico martes 10 de febrero, pero ¿les gustaría saber qué se destacó en el cielo a lo largo de 1874?

Si hablamos de eclipses, dos meses después de la fundación de Mar del Plata, el 16 de abril para ser más exactos, se produjo un eclipse total de sol, pero como ya saben, ver un eclipse solar total es complejo y hay que estar en el momento y lugar adecuado para verlo, algo que no fue el caso de nuestra ciudad, ya que desde aquí, hubo un contacto casi imperceptible. La Luna y el Sol, apenas se cruzaron.

En octubre de ese año, ocurrió otro eclipse solar, pero visible solo al otro lado del mundo, en cuanto a los de Luna, si pudo verse uno Total en la madrugada del 25 de octubre, finalizando la parte notoria (umbra) con la Luna ya muy baja sobre el horizonte oeste, mientras asomaba el sol sobre el mar, claro que desconocemos cuántas personas se enteraran de esto o si ya existían fanáticos en la ciudad, capaces de pasar la noche en vela para verlo.

Por último, dos eventos se destacan en la astronomía del año 1874.

Una carta celeste de aquellos tiempos.

Una carta celeste de aquellos tiempos.

El primero, el paso de un cometa que se convirtió en uno de los más brillantes de la época: el C/1874 H1 Coggia.

Observable a simple vista (imaginemos la oscuridad de los cielos que se disfrutaban en aquellos tiempos) entre junio y fines de agosto, siendo la primera mitad de este lapso visible en el hemisferio norte y luego aquí, en el sur, incluso existen los registros de su observación y seguimiento desde el casi flamante Observatorio de Córdoba, (primero del país, 1871) a cargo dem John Thome, quién incluso, fue el último en verlo, ya muy lejos, el 19 de octubre de ese año.

Según cuentan las crónicas, fue tan brillante y llamativo que causó revuelo y Mark Twain se burló y jugueteó con ello, en el cuento “Una curiosa excursión de placer”, convirtiéndolo en una confortable nave y vendiendo pasajes. (https://americanliterature.com/author/mark-twain/short-story/a-curious-pleasure-excursion)

El último destacado y de gran importancia para la astronomía de aquella época fue el tránsito de Venus frente al disco solar, el 9 de diciembre de 1874.

No vamos a explayarnos aquí con todos los complejos detalles, pero simplemente diremos que el poder ver a Venus realizando su órbita y que en perspectiva cruce frente al disco del Sol, es un raro evento que se da en secuencias de 105 años, 8 años, 120 y 8, para luego esperar otros 105 años, retomando el ciclo, y en aquellos momentos era de gran importancia para poder estimar la distancia Tierra-Sol, los tamaños, otras distancias, etc. aunque en esa oportunidad no pudo verse desde aquí, sino, desde el otro lado del mundo, fue un evento destacado.

Así cerró aquel año.

Y de este modo, desde Achernar queremos sumarnos a la celebración de estos 150 años del nacimiento formal de la ciudad de Mar del Plata, “la perla del Atlántico”, que sobre su océano, nos permite desfrutar de tantos eventos astronómicos, salidas de la Luna y coloridos amaneceres, eclipses y demás.

Ahora si quieren, cierren los ojos e imaginen aquel cielo…