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Opinión 11 de junio de 2019

Una jornada que abre o cierra las posibilidades de primarias trascendentes

por Gerardo Gómez Muñoz

A estas horas -escribiendo esta página- tanto Cambiemos como sus principales adversarios opositores, cada cual por su lado, estarán informando a la Junta Electoral si han conformado sus respectivas alianzas para participar de las PASO. El sábado 22 se cumplimentará el próximo paso que es la presentación del listado de todas las candidaturas, es decir en todos los niveles de la boleta. No es bueno complicarse tanto con la descripción de las siguientes instancias que sumadas a las trenzas políticas de estos días, serán incordios que se prolongarán hasta el 11 de agosto, día de las elecciones primarias, las benditas PASO.

Largas décadas periodísticas, cercanas a las cinco, habilitan a arriesgar que ante la proximidad de cada comicio quien más habla, proclama y jura “unidad” es el peronismo variopinto, en sus más diversas manifestaciones por igual.

Esta vez y con mucho mayor gradualismo que la anterior, fue entretejiendo los hilos -agrupaciones, alianzas, pases y militancia incansable- para llegar más ventajosamente al abrochado del paquete de “la unidad”.

Todo fue perfecto, menos el riesgo de ganar espacio que este miércoles se convierta en suicida posibilidad, y la consecuencia de la derrota como en aquella elección anterior. Misma maniobra política y la misma conducción.

Ahora con un agravante mucho más pesado porque hoy es Cristina quien proclama la necesidad de que la realidad y no una simple bandera conduzca a la unidad, frente a un solo enemigo que es el oficialismo macrista.

El fantasma de la tijera

Casi tan memorioso como Funes, el veterano escriba remonta sus recuerdos a marzo de 1973. Efervescencia desbordante, el general Juan Domingo Perón se había dado una vuelta triunfal en avión ocupado por un empinado pasaje multifacético, hasta el desmemoriado Luis Brandoni lo integraba. Ya el jefe había vencido, políticamente, al general Eduardo Lanusse y las elecciones eran “pan comido”, hasta Mar del Plata cantaba triunfo municipal con el doctor Pereira a la cabeza. Los muchachos, tan “incorregibles” como ya lo había descubierto Jorge Luis Borges, descontentos, porque una rosca les birló la discusión por las candidaturas, inventaron el “poder político de las tijeras”.

Aparecieron en las urnas llenas de peronismo, pero tajeadas cruelmente y de a miles. Pereira perdió por miles de votos, casi tantos, como los que sacó de ventaja, un discreto socialista, Luis Nuncio Fabrizio. Fue la última vez que el tradicional Partido Socialista ganó en las urnas una intendencia.

Aquí no se trata de “malagüero” a nadie, pero en los alrededores del ex intendente Gustavo Pulti se ha hablado y publicado que a falta de un buen entendimiento político, Acción Marplatense volvería a competir con boleta corta y en el mejor de los casos agregando la de legisladores de la 5a Sección con muchos votos de gente diversa, pero igualmente ignorada en la mesa de negociaciones.

Raverta, Pulti, Ciano

El jefe de Acción Marplatense que, dicen quienes lo conocen, no está peleando por un simple desmadre de ansiedad personal sino por el temor -avalado por encuestas- de que el PRO con Guillermo Montenegro o los radicales de “Cambiemos”, sigan gobernando la ciudad.

Algunos llegaron a afirmar que la convocatoria a un frente grande con los tres nombres significativos del subtítulo “es un gesto de renunciamiento por encima de cualquier asomo de liderazgo y responde mucho más al interés general que al de quienes pretenden usando lo que le viene bien a sus pretensiones personales o sectoriales”.

Hay quienes responden a un supuesto “manotón de ahogado”, por intentar un frente grande con Raverta y Ciano, que es, claramente “hacerse eco con integridad al llamado que desde la fórmula presidencial, se está haciendo, para impedir que se prolongue el azote macrista que agobia al trabajo, a la producción y al vecino en su totalidad”.

El cierre de la inscripción de acuerdos vence mañana. Para la abundancia de versiones, hay tiempo de sobra para llegar a acuerdos. Pero cuesta discernir hasta dónde llega la intensidad de la búsqueda del bien común, porque mirando desde afuera y viendo las urgencias no atendidas del pueblo, pareciera que la política y su finalidad no estarían bien ubicadas en la agenda.

Todo es complicado y son tres los candidatos confesos, pero sin diferir mucho en los objetivos de gobierno, los tres suspiran por el lugar que -valga Dios- abandonará Arroyo. Una que representa desde siempre a la conductora nacional, aunque, no parece estar tan de acuerdo con ella en la imperiosa necesidad de juntar a todos para la victoria. Otro que no obedece a un jefe que hasta anoche bailaba el minué y el tercero que asegura rendir cuentas solo a los vecinos.

Cambiemos y sus dilemas

Más aliviado es el panorama del oficialismo, aunque sus dirigentes a escasas horas del vencimiento del plazo para presentar su papelería, no tienen la abierta seguridad de que, desde “arriba”, se opte por las PASO. Pero el rigor de elecciones provinciales perdidas y varias capitales de abundante caudal electoral ganadas por el peronismo unido, seguramente pesará lo suficiente como para que nadie sea privado de la competencia interna. Los radicales pese al nerviosismo de Vilma Baragiola confían en el vicegobernador y titular de la UCR bonaerense -Daniel Salvador- por haber asegurado que en los distritos donde haya más de un candidato del partido, se lo elegirá en las urnas.
En la alianza de gobierno difícil que se hable de unidad y que hasta se logre con exclusiones y está claro que una de las fuerzas componentes, tiene sus aspirantes.

En el Pro está el obvio “caballo del comisario”, Guillermo Montenegro, para superar la anomia del macrismo local. Lo acompaña haciendo el aporte partidario de Crecer, el senador provincial Lucas Fiorini, medio escondido para el público, por algunos “problemitas públicos”, también talla Emiliano Giri.

Ahí se habla también que el exconcejal socialista Juan Anastasía está pronto a sumarse al elenco de Montenegro, porque las idas y vueltas del sector que concluye con la conducción de Roberto Lavagna, no convence.

Desde la UCR podrían surgir novedades porque si se escuchan rumores, será que Vilma es preferida para alguna función legislativa y no para la intendencia marplatense. Pero no hace faltar recurrir a versiones para enterarse que ella hasta se animaría a intervenir por fuera de “Cambiemos” que declinar su aspiración.

Mucho menos conflictuado es el panorama que se abre para Maxi Abad, hombre de gran crecimiento político en la dirección que se busque. En lo partidario es vice del comité provincial, además de espada principal en la provincia y también en lo nacional, de Ernesto Sanz, que no quiere pero sigue sonando para integrar una eventual fórmula presidencial como vice de Macri. En La Plata corta el bacalao en las mesas cercanas a la gobernadora y es muy considerado como presidente del bloque de diputados de “Cambiemos”. Algunos de sus amigos se ufanan de “su valioso papel como gestor de la aprobación de leyes, sin conflictos ni rupturas, ni siquiera con los opositores”. Su sueño es ser intendente, pero no se considerará superado si no le toca.

Hasta Lilita tiene candidato en Mar del Plata aunque parezca que ni ella lo está sabiendo. Guillerrmo Castello es otro aspirante, habrá que esperar si mañana conforma aspiración.

Y bueno el juego es libre. Arroyo también, a través de la Agrupación Atlántica que perdió muchos efectivos y del cuartel central, quiere tallar. Ya confirmó que él por menos de su sueldo actual, unas 370 lucas no trabaja de intendente. Tal vez se arriesgue en “Cambiemos” o con sus propia tropa. Por la patria por ahí con unos conchabos para la familia y otros necesitados acepte alguna otra cosa. Pero hay que apurarse porque el acuerdo increíble de la bancada kirchnerista y de los arroyistas para bloquear la prohibición de la designación de la parentela en cargos municipales puede caer en cualquier momento.

Tettamanti salió a la cancha

Impensadamente, pero con apoyo de sectores del peronismo-kirchnerista que se dio cita en la sede partidaria el ex funcionario de Pulti y de Cristina, el ingeniero Horacio Tettamanti proclamó su precandidatura en las PASO. Y lo hizo, fiel a su estilo, sin pelos en la lengua. Directamente acusó a una secta de fanáticos “que desde hace tiempo viene atacando -afirmó-, denigrando y desprestigiando”, a peronistas que estuvimos junto a Pulti, Scioli y Cristina.

Subrayó que “esos se escudan en el Instituto Patria” y sus conchabos y que ahora pueden ser causantes de una nueva tragedia para Mar del Plata. Tal califica a la posibilidad de que faciliten que un equipo técnico, de profundos conocedores de la política llegue a gobernar a la ciudad. Obviamente expresó, el sector, su apoyo a Gustavo Pulti.

Desde el Unidad Ciudadana no se abrió juicio sobre las expresiones de Tettamanti, y Fernanda Raverta estuvo en el club San José donde recibió una multitudinaria adhesión a su postulación como intendente.