El Enduro Pale convocó en su primera jornada a una multitud en la costa, que pudo disfrutar del rugir de los motores, la destreza de los competidores, un festival gastronómico y distintos shows musicales.

El clima propició un marco ideal para el desarrollo de este importante evento deportivo, por lo que desde las primeras horas, bajo un cielo soleado, comenzaron arribar personas al corredor costero que se extiende desde Constitución hasta Libertad y en el que se cortó el tránsito vehicular.

Allí se encontraron con distintos food trucks, un escenario y un vallado que marcaba donde podían ubicarse para ver las primeras demostraciones de motos y cuatriciclos en la arena.

La agradable temperatura permitió que marplatenses y turistas bajen con sus lonas a las playas aledañas a las que se desarrollaba el evento, mientras que las escaleras de acceso a los balnearios se convirtieron en “plateas” para los interesados en observar el desarrollo del Enduro Pale.

En este sentido, efectivos policiales y personal municipal les recordaban a los asistentes que está expresamente prohibido el acceso a las playas en la zona de competencia por la propia seguridad de los espectadores y también de los pilotos.

Algunos arribaron al sitio temprano con sillas o reposeras para asegurarse un lugar de privilegio, mientras que los que llegaron sobre la hora se abalanzaron sobre las vallas para poder ver a las 12 el entrenamiento de motos, mientras que a las 13 largó el de los cuatriciclos.

El punto donde más personas se concentraron fue alrededor de los food trucks, los cuales ofrecían todo tipo de propuestas gastronómicas, que iban desde los panchos y hamburguesas hasta los choripanes o sándwiches de vacío hecho al asador. Además, se comercializaba café, facturas y donas rellenas, entre otros productos para los amantes de lo dulce.

Mientras todo esto transcurría, un pequeño grupo de ambientalistas insistía en su reclamo contra el evento y al grito de “Mar sin petroleras, playas sin motores”.

Fotos: Marcela Golfredi.