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Policiales 1 de diciembre de 2025

Una única herida, varios disparos y el enigma que rodea el crimen del barrio Centenario

El fiscal Carlos Russo busca recoger datos que permitan reconstruir la llegada de Diego Calabrese al barrio Centenario para así poder acercarse al autor de los disparos con el arma homicida.

Calbrese yace muerto rodeado de policías.

El asesinato dentro del barrio Centenario de Diego Calabrese (32), un exconvicto con graves antecedentes penales, se mantiene dentro de la categoría de los crímenes enigmáticos luego de las primeras horas de investigación, aunque todo se orienta a un ajuste de cuentas.

El fiscal Carlos Russo solo pudo determinar que Calabrese murió en la tarde del sabado a raíz de una única herida de un proyectil que le atravesó el tórax y le ocasionó una masiva hemorragia interna.

Si bien se trató de un asesinato a plena luz del día y en un sitio que suele estar concurrido no hay testimonios que conduzcan, al menos en esta primera etapa, hasta el autor del homicidio. Algunas versiones iniciales sostenían que quien mató a Calabrese fue un hombre que lo acompañaba, pero esta hipótesis también está en revisión por parte de la comisaría Cuarta y del Gabinete de Homicidio de la DDI Mar del Plata.

El personal de la Policía Científica que trabajó en la escena del crimen habría recuperado algunas vainas de calibre 9 milímetros a cierta distancia de donde cayó el cuerpo, lo que ratifica el informe forense que descarta un disparo a quemarropa. También eso condice con la cantidad de detonaciones que algunos vecinos del populoso complejo de departamentos aseguró haber escuchado.

Calabrese fue acertado por el proyectil cuando se hallaba en el pasillo interno B del acceso de Chile y Saavedra, esto es solo 50 metros dentro del laberíntico sistema de caminos. Por eso es que se analizan distintas cámaras de seguridad apostadas en las calles para reconstruir los minutos previos al ataque y el recorrido que hizo las víctimas hasta llegar al lugar.

Calabrese había participado en noviembre de 2010 en un sangriento asalto a un taller mecánico del barrio Las Lilas. En aquella ocasión, siendo un adolescente de 17 años, se le encargó permanecer como campana frente al taller de Gascón al 6900 mientras sus cómplices ingresaban a cometer el robo. Pero repentinamente el dueño, junto a su esposa Marta Pardo (52), salieron de la casa contigua y Calabrese no dudó en disparar. Uno de los proyectiles impactó en el abdomen del hombre y el otro en Pardo, quien murió poco después en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

Por ese hecho, Calabrese fue condenado a 17 años de prisión, en el marco de un proceso que llevó adelante el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil entre 2010 y 2011. El detalle cuasi- paradójico es que el fiscal de aquella causa también fue Carlos Russo, quien ahora debe investigar su asesinato.

En las próximas horas se ordenarán nuevas medidas, a la vez que se sumarán otros testimonios para intentar un avance en la investigación.