Juan Manuel Urtubey insistirá nuevamente con una alternativa para romper la polarización entre la dos principales fuerzas en las próximas elecciones. El exgobernador de Salta se lanzó como precandidato presidencial en un espacio en construcción que tiene, entre otros, a Juan Schiaretti, a Graciela Camaño y a dirigentes del peronismo, del socialismo y de otros espacios.

En una recorrida por Mar del Plata donde mantuvo diversas reuniones, Urtubey explicó que trabaja “en una propuesta común que lo que busca es modificar la agenda de la política de la Argentina”.

En ese sentido, mano a mano con LA CAPITAL, consideró que “tanto en el Frente de Todos como en Juntos por el Cambio lo que plantean es la receta del ajuste: algunos lo hacen como política electoral y otros desde la inflación” y planteó que el desafío de “cambiar la agenda y poner a la Argentina en una senda del crecimiento”.

Los principales dirigentes de Alternativa Federal, que son Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, se enfrentarían en una PASO que también puede tener otros candidatos. “Queremos que sea un espacio abierto, plural, participativo y diverso, con agenda común pero en donde las discusiones de los espacios de poder los resuelva la sociedad”, indicó sobre el espíritu del espacio.

– Hasta el momento, las propuestas por fuera de la polarización no han tenido éxito. ¿Por qué cree que esta vez es posible?

– No tuvo éxito por dos motivos. Primero, porque nosotros hicimos las cosas mal y segundo, porque el contexto no colaboró tampoco. Hoy el contexto es distinto, estamos en una Argentina con 100% de inflación y 50% de pobreza. Claramente, los que integran este gobierno y el anterior tienen un nivel de desgaste enorme producto de la mala gestión, más allá de la ideología. Cuando tenés un 100% de inflación y un 50% de pobreza, habitualmente la gente busca una alternativa distinta. Ya no hablamos de una polarización de 50 y 50. Es menor, muy intensa, pero con menos volumen. Queda la minoría de fanáticos pero la gran mayoría de argentinos está cada vez más lejos de sumar su adhesión a esos espacios por los resultados: el gobierno de Macri terminó muy mal y este gobierno va a terminar mal también.

– Entonces, ¿descarta por completo sumarse a alguno de los dos espacios?

– Sí. El Frente de Todos y Juntos por el Cambio tienen el mismo problema. La justificación de uno es estar en contra del otro y ese es el error de Argentina. Hay que tratar de integrar a todos. Hay que pasar por arriba de eso. Somos muchos los argentinos que estamos buscando algo distinto. Vamos a hacer un esfuerzo por generar una oferta electoral competitiva para que los que piensan de esa manera tengan donde expresarse.

– ¿Cómo ve el escenario político hoy de cara a las elecciones?

– En Juntos por el Cambio y en el Frente de Todos, los candidatos van a ser los que decidan sus jefes: Macri y Cristina. Lo que se está discutiendo es quiénes califican a la segunda vuelta. Ser primero o segundo, al final, va a ser una anécdota porque la distancia es tan grande con lo que se necesita para ganar en primera que lo importante va a ser quiénes puedan articular los acuerdos que Argentina necesita. Hoy, paradójicamente, los dos frentes están vigorizando su lógica confrontativa en lugar de abrirse al diálogo y me parece que están yendo a una encerrona que inclusive puede encontrar a alguno de ellos afuera de la segunda vuelta.