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Deportes 4 de marzo de 2016

Vacío de público, vacío de fútbol

Triste cero a cero entre Boca y Racing. La "Academia", que cuidó mucho, se fue conforme con la igualdad.

Boca Juniors con la vuelta a la casa grande de Guillermo Barros Schelotto ahora como entrenador: cero; Racing Club sin Gustavo Bou y con pocas expectativas ofensivas: cero, y público en las tribunas: cero, fueron la exacta síntesis de lo que resultó anoche el partido que por la segunda fecha del grupo 3 de la Copa Libertadores intentaron y no pudieron animar ambos equipos en una Bombonera desierta.
La falta de público que provocó aquel lejano episodio del trístemente célebre “Panadero” en el superclásico con River del año pasado, desnudó una realidad que no solamente afecta a Boca y Racing, sino que invade, con algunas mínimas excepciones, a todo el fútbol argentino: la falta de nivel de la mayoría de sus futbolistas.
¿Y por qué jugar a puertas cerradas pone blanco sobre negro en este paupérrimo panorama en qué está sumergido el fútbol local? Simplemente porque el fervor que le hubiera insuflado una Bombonera llena de hinchas boquenses al partido hubiese disimulado desde lo emotivo la realidad de lo que fue el encuentro: un verdadero fiasco.
Y ni que hablar si además se consigna desde la épica futbolera el regreso de los mellizos, Guillermo y Gustavo Barros Schelotto al club de la Ribera.
Dentro de este espectro la pelota fue de Boca en el primer tiempo, pero siendo improductivo a partir de contar con un Carlos Tevez tan lejos del área, sobre todo en el segundo tiempo, como del nivel que supo tener en los ya viejos buenos tiempos.
A esto Racing le opuso un medio campo con mayoría de volantes de buen manejo, aunque le costó tener la pelota y solamente encontró en el uruguayo Washington Camacho una vertiente para llegar por izquierda.
Claro que todo esto hizo que ambos equipos se neutralizaran y no encontraran nunca los caminos que condujeran ya no a los arcos, sino a las áreas rivales.
Las observaciones en cuanto a disponibilidades de gol hablan de una por tiempo y por equipo: la primera para Boca a través de un ajustado derechazo cruzado de Leonardo Jara, lo mejor de la cancha dentro de la medianía, y la segunda para Racing cuando el partido se extinguía tras un fallido de Agustín Orión que no pudo ser aprovechado por Lisandro López.
Y acto seguido el ingresado Federico Carrizo le ‘cortó las uñas’ a Sebastián Saja con otro disparo bajo de izquierda a derecha que se fue cerca.