Pablo Blesa, profesor de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), agarró su malla, ojotas, se colgó una toalla por los hombros y con un jabón en la mano se dirigió hacia las oficinas de la empresa distribuidora Energía Eléctrica de La Plata (Edelap).

Es que llevaba diez días sin luz y al no contar con red y abastecerse con una bomba, tampoco tuvo agua por la misma cantidad de días. Por este motivo, actividades básicas como bañarse, higienizarse o lavar las vajillas se volvieron imposibles para la familia Blesa.

El hombre decidió acudir al lugar ubicado entre la calle 5 y diagonal 80 y con total naturalidad le preguntó a los empleados dónde se encontraba el baño, con la clara intención de bañarse allí.

“Vine acá para mostrar en carne propia lo que se sufre al no poder lavar la ropa ni la vajilla, al tener que ir sucio al trabajo, o tener que molestar a un amigo para que te preste la ducha”, señaló al diario local Hoy.

Blesa ingresó al baño, se lavó “la cara y el pelo” y “salió todo mojado y se secó en el hall”, según contó.