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Cultura 5 de diciembre de 2016

El español Eduardo Mendoza obtuvo el premio Cervantes

El premio fue anunciado en la semana por el ministro de Cultura español. El jurado estuvo compuesto por los anteriores ganadores del premio, Juan Goytisolo y Fernando del Paso. Considerado el Nobel de las letras en español, el premio le llega a un Eduardo Mendoza maduro y profundo, un narrador de gran talla.

El escritor Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) fue galardonado con el Premio Cervantes 2016 por inaugurar en 1975 una “nueva etapa en la narrativa español” devolviendo al lector “el goce por el relato” con una lengua literaria “llena de sutilezas e ironía”.

El nombre del galardonado fue anunciado por el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, en una rueda de prensa en la sede de la secretaría de Estado de Cultura tras la reunión del jurado, que ha necesitado cuatro votaciones para elegir al nuevo Premio Cervantes.

Se cumplió de nuevo una “ley no escrita” que reparte alternativamente el galardón -dotado con 125.000 euros (132.500 dólares)- entre Latinoamérica y España, dado que en 2015 lo ganó el escritor mexicano Fernando del Paso, que formaba parte del jurado aunque no ha asistido, al igual que el premiado en 2014, Juan Goytisolo.

Según el jurado, Mendoza abrió una nueva etapa narrativa con la publicación en 1975 de “La verdad sobre el caso Savolta”, una novela con la que devolvió también a los lectores “el interés por la historia que se cuenta”, y que ha mantenido a lo largo de su carrera.

“En la estela de la mejor tradición cervantina, posee una lengua literaria llena de sutilezas e ironía, algo que el gran público y la crítica siempre supieron reconocer, además de su extraordinaria proyección internacional”.

Creado en 1975 por el Ministerio de Cultura de España, este premio está considerado el más importante de cuantos se conceden en los países de habla hispana y reconoce la trayectoria de un escritor que con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano.

Tras el fallo del jurado, el ministro llamó a Eduardo Mendoza para comunicarle la noticia y éste, que se encuentra fuera de España, transmitió al jurado su agradecimiento. El flamante Premio Cervantes ha recibido numerosos galardones a lo largo de su carrera como el de la Crítica, el Premio al Mejor Libro Extranjero de Francia, el Ciudad de Barcelona, Libro del Año de los libreros de Madrid, el de Novela de la Fundación José Manuel Lara, el Terenci Moix, el Planeta de 2010 y el de la Generalitat de Cataluña de 2013, entre otros.

Méndez de Vigo expresó su alegría como lector por el galardón y se mostró convencido de que habrá “cantidad de lectores satisfechos” por la decisión del jurado. El presidente del jurado, Pedro Alvarez de Miranda, destacó al premiado como “un novelista puro” en un galardón en el que “compiten” diferentes géneros literarios. También resaltó el presidente del jurado que la aparición de “La verdad del caso Savolta” fue un hito en la historia de la literatura española.

El humor como ingrediente de la literatura y la atracción que ha despertado en capas muy amplias de lectores son algunas de las características que ha destacado Alvarez de Miranda, que consideró que Eduardo Mendoza mantiene “muy alto” el listón del Cervantes. En la conversación que mantuvo con el premiado, Méndez de Vigo le recordó cómo hace años en una entrevista había asegurado que su refrán favorito era “De perdidos al río”. A partir de ahora le he dicho que tendrá que ser “Que me quiten lo bailado”.

Un clásico moderno

Eduardo Mendoza, ganador del Premio Cervantes 2016, inició su carrera literaria en 1975 con “La verdad sobre el caso Savolta”, una novela que recibió el Premio de la Crítica y con la que se inauguró una nueva etapa en la narrativa española. Desde entonces suma en su biografía 15 novelas, dos libros de relatos, dos obras de teatro y cuatro ensayos. Eduardo Mendoza, nacido en Barcelona, en 1943, es a sus 73 años, todo un clásico la narrativa moderna española, con gran éxito entre el público y la crítica. Tras su licenciatura en Derecho por la universidad de su ciudad residió un año en Londres y, a la vuelta, se presentó a una convocatoria de la ONU para plazas de traductor, que superó. Fue enviado a Nueva York, donde vivió casi una década (1973-1982). Posteriormente siguió vinculado a las Naciones Unidas, organización a la que suele dedicar unos meses del año como traductor de las conferencias internacionales que se celebran en diversos países, como Suiza, Austria o Turquía, faceta que compagina con la literatura, en la que se inició durante su estancia neoyorquina. En 1975 publicó su primera novela, “La verdad sobre el caso Savolta”, muy elogiada y cuya versión cinematográfica se emite casualmente hoy en la 2 de TVE. Sus dos novelas siguientes fueron “El misterio de la cripta embrujada” (1979) y “El laberinto de las aceitunas” (1982). También se convirtió en película “La ciudad de los prodigios” (1986), con el director Mario Camus (1999), y que fue elegida en Francia Mejor Libro del Año, además de ganadora de los Premios Ciudad de Barcelona (1987) y el italiano Grinzane Cavour (1988). En 1986, apareció su ensayo “Nueva York” y tradujo “Sueño de una noche de verano” de Shakespeare para una producción teatral de Miguel Narros. Tras esta experiencia, apareció su novela “La isla inaudita” (1989) y el narrador se estrenó como dramaturgo con “Restauració” (1990), escrita en verso libre y catalán y representada por su esposa, Rosa Novell, a quien Mendoza dedicó la obra. Otra de sus aproximaciones escénicas se produjo en 2004, con “Graves cuestiones”, pieza en catalán que aborda los temas trascendentales en tono divertido, cultiva el contacto directo con los actores y que dirigió Novell.
Mendoza, condecorado con la Cruz Sant Jordi del Gobierno regional de Cataluña (1995), ha asegurado sentirse como “un escritor residual”, porque dice que “la novela convencional ya no tiene sentido” y no sabe si asentarse “como dinosaurio” o hacerse un “lifting literario”. También ha publicado el libro “Barcelona modernista” (1990), en colaboración con su hermana, la historiadora de arte Cristina Mendoza; “Sin noticias de Gurb” (1991); y la novela colectiva de detectives “El enigma de Icaria” (1992), ambientada en la Barcelona Olímpica y coescrita con Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Jesús Ferrero, Félix de Azúa, Andreu Martín, Javier Fernández de Castro y Francisco González Ledesma. Luego salieron “El año del diluvio” (1993), Premio “Elle”; “Una comedia ligera” (1996), Mejor Libro Extranjero de 1998 en Francia; “La aventura del tocador de señoras” (2001), galardonada por el gremio de libreros de Madrid; y “El último trayecto de Horacio Dos” (2002). Es autor, asimismo, de “Mauricio o las elecciones primarias” (2006), una crítica irónica sobre el desencanto de la política que obtuvo al año siguiente el Premio de Novela Fundación José Manuel Lara Hernández, y de “El asombroso viaje de Pomponio Flato” (2008), una obra que mezcla y parodia el género histórico, el policíaco y la hagiografía. En 2009, el escritor barcelonés debutó en el género del relato con su última publicación “Tres vidas de santos”, que incluye los cuentos “La ballena”, “El malentendido” y “El final de Dubslav”. Ganó el Premio Planeta en 2010 por “Riña de gatos”, novela reconocida también con los Premios Qué Leer y el Arcebispo Juan de San Clemente de Santiago de Compostela en 2011 y 2012, respectivamente. Sus últimas novelas “El enredo de la bolsa o la vida” (2012) y “El secreto de la modelo extraviada” (2015), son la cuarta y quinta entrega del anónimo detective protagonista de “El misterio de la cripta embrujada”, “El laberinto de las aceitunas” y “La aventura del tocador de señoras”, una sátira ambientada en la Barcelona actual. También ha traducido a Edward Morgan Forster, William Shakespeare y Lord Byron.