Por Marcelo Solari

Casi con intensidad de play-off. Así asumió Peñarol (y también Obras Básket) el partido que ganó el “milrayitas”, por 94 a 90 en el Polideportivo “Islas Malvinas”. Valioso por donde se lo mire para los dirigidos por Leonardo Gutiérrez, que reafirmaron con un triunfo muy bien trabajado, su evolución de los últimos juegos. Esa dinámica, esa entrega, ese corazón, es el que requiere la situación actual. Así lo entendió el local, y los dos entregaron un partidazo.

En el cuarto de apertura ninguno de los dos pudo imponer el rigor defensivo y los ataques fueron dominantes, con elevados porcentajes de acierto de uno y otro.

La decisión de Nicolás Gianella y los lanzamientos lejanos de Diego Guaita marcaron el pulso en el local, mientras la fantástica labor de Pedro Barral (8 puntos y 4 asistencias en los primeros 10 minutos) y el eficaz Víctor Liz López sostuvieron a Obras.
Sin buscar demasiado desde el perímetro, ambos eligieron muy bien sus lanzamientos y cerraron el segmento inicial con 66% y 71% de acierto en tiros de cancha, respectivamente.

Y si bien la paridad registrada se extendió también al segundo cuarto, fue Obras el que paulatinamente fue convirtiéndose en dominador. Por escaso margen, es cierto. Pero encontró mejores respuestas cambiando defensas y haciéndose más sólido. Y desde el banco de relevos tuvo un positivo ingreso Tomás Zanzottera, una alternativa más para sustituir el gol habitual que aporta Maurice Kemp (controlado por Peñarol, sólo anotó 4 puntos en todo el primer tiempo).
Además, el grandote Nick Washburn (2,08 metros) quien había debutado el viernes ante Quilmes, tuvo más participación, y aunque se lo vio algo rústico, se las ingenió para lastimar en el poste bajo.

Peñarol se sostuvo con la inteligencia y las ejecuciones de Diego García, pero repitió pérdidas acercándose al descanso largo, falló muchos tiros libres (7/14) y no pudo impedir la victoria parcial de su oponente.

Fue muy bueno el arranque de Peñarol cuando regresaron de los vestuarios. Atrás, Martín Leiva marcó el camino, tapando huecos, ordenando a sus compañeros y tomando rebotes. Y adelante, mejor todavía, el local acertó tres triples seguidos (dos de Brown y uno de Gianella).

En un contexto de partido de riendas cortas, llegó a tomar 6 puntos de ventaja (60-54), aunque tal como había sucedido en el juego ante Quilmes, Kemp calibró la mira, escapó a las previsiones defensivas y anotó con frencuencia. El corazón de Ale Diez compensó algunos desequilibrios y el “milrayitas” selló un cuarto muy favorable.

Parecía tenerlo medianamente controlado el local. Administró ventajas del orden de los 4/6 puntos durante buena parte del último cuarto. Pero Obras ya demostró su espíritu combativo. Apretó tuercas en defensa, marcó línea de pase, propuso cambios y confundió a Peñarol, que volvió vacío a defensa por tres ataques consecutivos.

Peligrosamente, con conversiones valiosas de Barral (21 puntos y 10 asistencias) y Zanzottera, Obras pasó al frente (85-87) a 2m30s del epílogo. Sin embargo, Peñarol tuvo resto para un final certero. Replicó su esfuerzo defensivo y abrió un margen de seguridad apto para resolver desde la línea, aún fallando unos cuantos envíos. Un buen paso hacia la redención.

La síntesis

Peñarol 94
N. Gianella 16, D. García 18, S. Pettigrew 11, D. Guaita 10 y M. Leiva 5 (x) (FI). T. Brown 21, A. Alloatti 6, A. Diez 7, N. Zurschmitten 0. DT: Leonardo Gutiérrez.

Obras Básket 90
P. Barral 21, V. Liz López 15, L. Valussi 0, M. Kemp 21 y L. Berra 4 (FI). F. Zurbriggen 0 (x), T. Zanzottera 14, P. Lockett 4, N. Washburn 11. DT: Gregorio Martínez.

Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Daniel Rodrigo, Alejandro Ramallo y Gonzalo Delsart.
Parciales: 25-22, 43-47 y 68-64.