por Marcelo Solari

En una noche que no venía para nada sencilla, Peñarol hizo gala de una defensa monumental que le permtió encarrilar el partido y obtener la victoria necesaria. La que dejó el honor a resguardo. Por la historia del “milrayitas” en la Liga Nacional de Básquetbol. A salvo de todo, con la permanencia asegurada y, de yapa, con el 71 a 67 sobre Obras Básket, también le dio una mano a su rival de siempre, Quilmes, que seguramente habrá festejado el triunfo peñarolense.

El comienzo fue incierto para ambos, aunque algo peor para Peñarol, que demoró casi 3 minutos en anotar sus primeros puntos de la noche (doble de Steffphon Pettigrew por la vía del ataque rápido).

En ese comienzo, los dos equipos eligieron abastecer a sus pivotes, pero ninguno de los dos (Juan Manuel Torres por el local y Martín Leiva por el visitante), estuvieron efectivos en la pintura.

Sin embargo, en la medida que Fernando Zurbriggen se mostró picante en su conducción y generó espacios que comenzó a capitalizar Leiva, quien se fue haciendo dueño de las zonas cercanas a ambos canastos y provocó el primer quiebre del partido (7-15), frente a un Peñarol tibio, al que le costaba una enormidad anotar.

Pese a que el local, con más entrega que claridad, había conseguido arrimar en las cifras -Leiva, con dos faltas, le había dejado lugar a Jordan Smith Richard-, con un inspirado Walter Herrmann el “tachero” llegó a disfrutar de ventajas del orden de los 8 puntos.
No obstante, en la medida en que Peñarol mejoró su defensa para no permitir tiros cómodos de su oponente, surgió una recuperación ostensible. Y el esfuerzo de todos atrás propició apariciones con mayor continuidad de sus dos extranjeros (Pettigrew y Louis Dabney), con todo lo que ello significa.

Aún con malos porcentajes (31% en cancha en todo el primer tiempo y un todavía peor 11% en triples), el “milrayitas” logró mantenerse al acecho en las cifras por su buena gestión defensiva.

El panorama no varió demasiado cuando retornaron del descanso largo. La fluidez no fue precisamente una característica del juego, aunque en ese contexto, Peñarol fue el que obtuvo mejores réditos. Intenso en defensa, atento para ayudar al compañero en problemas y protegiendo con eficacia su propio cristal, comenzóa frustrar a Obras. Y adelante, sumaba como podía. Apareció un triple aislado de Leo Gutiérrez que puso al frente al “milrayitas (42-40) y luego de otro tramo de dominio “aurinegro”, se abrió la media distancia, llegaron dos triples seguidos de Franco Giorgetti -con la decisión que se le reclama- luego uno más de Juan Pablo Figueroa, y el resultado quedó en 51 iguales al concluir el parcial.

Como a lo largo de casi toda la noche, el equipo de Marcelo Richotti fue creciendo en el partido de atrás hacia adelante. Tan fuerte se hizo defensivamente, que no sólo limitó a Herrmann y Dennis Horner, sino que el balón ni siquiera pasó por sus manos. Y sólo aparecía Zurbriggen.

A 5 minutos del epílogo la brecha en favor del local se amplió a 61-52, y la conservó hasta cerca del final, cuando Leo Gutiérrez utilizó su experiencia para extraerle dos faltas a Leiva y sacarlo por cinco personales.

Claro que adelante, todo le seguía costando. La situación era acuciante porque Obras se había acercado a un triple (
s y tras una pérdida carísima de Dabney, éste salió también por faltas (al igual que Figueroa). Y la responsablidad de la conducción en un cierre candente recayó sobre Joaquín Valinotti. Y el pibe respondió bien, superando la presión y dándole el balón a Gutiérrez, quien le puso el moño al triunfo con un “fade away” sobre Smith Richard y luego dos tiros libres. Fiesta completa con Leo y Leiva abrazados en el medio de la cancha e intercambiando camisetas.

Síntesis

Peñarol (71): J.P. Figueroa 7 (x), S. Pettigrew 16, F. Giorgetti 11, L. Gutiérrez 13 y J.M. Torres 4 (FI). R. Acuña 8, L. Dabney 10 (x), A. Diez 4, J. Valinotti 0. DT: Marcelo Richotti.

Obras Básket (67): F. Zurbriggen 17, T. Zanzottera 10 (x), W. Herrmann 16, D. Horner 4 y M. Leiva 11 (x) (FI). J. Smith Richard 2, P. Barral 4, F. Mariani 2, M. Bortolín 1, L. Valussi 0. DT: Nicolás Casalánguida.

Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Pablo Estévez y Rodrigo Castillo.
Parciales: 15-19, 32-37 y 51-51.