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Deportes 21 de junio de 2017

Quilmes quedó nuevamente entre la espada y la pared

El campeón San Lorenzo impuso una defensa incontestable, se impuso 78 a 55 y dejó la serie 2-0. El martes la final del Sur continúa en Mar del Plata.

Foto: Roberto Tuero/www.laliganacional.com.ar

BUENOS AIRES, (Especial) – En seis partidos jugados entre sí contando temporada regular y play-offs, la victoria siempre quedó para el mismo lado. La sexta fue este miércoles por la noche y San Lorenzo de Almagro volvió a vencer a Quilmes, en este caso por un contundente 78 a 55, resultado que le permitió dejar la serie final de la Conferencia Sur de la Liga Nacional de Básquetbol 2-0 en su favor.

El martes, desde las 22, en el Polideportivo “Islas Malvinas”, la llave continuará en Mar del Plata, en donde Quilmes intentará comenzar a remontar una cuesta muy empinada, sobre todo por la solidez que mostró el campeón en estos dos juegos en Boedo.

Tal como había sucedido en el primer juego de la serie, Quilmes consiguió mantener el juego en un plano de equilibrio durante el cuarto inicial. Al menos hasta los dos minutos finales de ese segmento. Hasta allí, con una defensa que respondía con acierto y los aciertos de Eric Flor (9 puntos) adelante, el actual campeón de la Liga apenas se imponía 15-14. La paridad era manifiesta.

Sin embargo, el “azulgrana” cerró mejor el primer cuarto. No permitió más puntos del visitante y lastimó con un triple de Gabriel Deck y uno de dos libres de Matías Sandes.

Ese rigor defensivo que maniató al “tricolor” antes del primer descanso fue el anticipo de lo que vendría después. Lo cual motivó que el pleito quedara resuelto al concluir el primer tiempo. En el segundo parcial, Quilmes inauguró el score con uno de dos tiros libres acertado por Maximiliano Maciel. Y aunque parezca mentira, eso fue todo lo que anotó en el capítulo.

San Lorenzo martirizó a su oponente con una defensa sensacional. Intensa, enfocada, atenta a los cambios, sin dejar espacios para los rompimientos y ajustando sobre los tiradores. Impecable. Quilmes se fue deshilachando cada vez con mayor velocidad, al chocar una y otra vez con un mal pase o un tiro obligado o apresurado.

Y en la misma proporción que iba desmoronándose la estructura quilmeña, crecía la eficacia del campeón. Liderado por esa defensa formidable y un fantástico aporte en los dos costado de la cancha del uruguayo Mathias Calfani (12 puntos, 2 rebotes, 2 robos y 2 tapas hasta el descanso largo).

La frustración de Quilmes se hacía cada vez más evidente. Inclusive hasta las pocas circulaciones ofensivas que salían bien y terminaban con un tiro cómodo, no encontraban eco en el aro rival. Los marplatenses apenas anotaron 6 de 35 tiros de cancha en todo el primer tiempo (un ridículo 17% de acierto) y San Lorenzo no sacó más ventajas porque tampoco tuvo una noche demasiado feliz (menos del 40% en tiros de cancha). De cualquier forma, la ventaja fue lapidaria al concluir los primeros 20 minutos: 40-15.

La buena noticia para Quilmes, cuando regresaron de los vestuarios, era que no podía volver a jugar tan mal. O, cuanto menos, errar como habiá errado. Un doble de Iván Basualdo puso fin a más de 10 minutos sin anotar y más de 12 sin tiros de cancha convertidos por el “tricolor”.

Fue un reinicio con más ímpetu del visitante, que de todos modos se vio rápidamente frenado. Los de Boedo generaron opciones de tiro abierto y la reacción defensiva quilmeña dejó espacios en el juego interior que capitalizó el conjunto de Julio Lamas con profundizaciones para Jerome Meyinssé. Y la máxima llegó a 30 puntos (49-19) a los 3 minutos.

Entonces, reapareció el coraje de los de Luro y Guido, que hicieron mejor los deberes atrás, insertaron a Basualdo en el ataque, a quien se plegó Flor con notables apariciones cuando su equipo pudo correr las réplicas, y la imagen del partido cambió radicalmente. En 5 minutos del tercer cuarto, Quilmes anotó la misma cantidad de puntos que en todo el primer tiempo y acortó a 50-32 a falta de 4m15s para el cierre del parcial.

Pero la ventaja acumulada por San Lorenzo era demasiado amplia, y esa superación ofensiva no encontró eco en su propio canasto. El anfitrión anotó por momentos con cierta facilidad y entonces el terreno recuperado con tanto esfuerzo por Quilmes quedó prácticamente sin efecto y en las cifras apenas pudo descontar.

San Lorenzo fue muy inteligente en el último cuarto para compensar su falta de puntería. Decidió abroquelarse bien cerca de su canasto para impedir rompimientos, le cedió el tiro perimetral a Quilmes, que no acertó casi nunca, y adelante buscó sus mejores opciones en la zona pintada, con Meyinssé y Gabriel Deck, administrando la ventaja y encaminándose a una victoria que lo dejó a apenas un triunfo de la gran final.

Síntesis

San Lorenzo (78): N. Aguirre 4, A. Pérez 0, M. Mata 4, G. Deck 15 y J. Meyinssé 12 (FI). S. Scala 3, S. Safar 11, M. Calfani 16, M. Sandes 11, C. Cardo 2. DT: Julio Lamas.

Quilmes (55): L. Vildoza 5, E. Flor 21, E. Ruiz 0, I. Clark 0 e I. Basualdo 10 (FI). T. Robinson 9, A. Eslava 6, M. Maciel 2, J. Merchant 0, T. Reimundo 2, J. González Cheppi 0. DT: Javier Bianchelli.

Estadio: Polideportivo “Roberto Pando”, de San Lorenzo.
Arbitros: Daniel Rodrigo, Fernando Sampietro y Leonardo Zalazar.
Parciales: 19-14, 40-15 y 59-37.