Por Sebastián Arana

El triunfo de Arsenal sobre Güemes en la previa fue una gran noticia. Si ganaba, salía de zona de descenso. Pero este Alvarado no puede ayudarse a sí mismo. No porque no quiera. Pero no puede mejorar ni un poquito el mal que lo aquejó todo el año. No juega, no genera chances. Y así no se puede. Esta vez igualó sin goles con Tristán Suárez y dejó pasar la oportunidad de escapar de la zona de riesgo y meterle presión a sus rivales directos.

Con sus urgencias y limitaciones a cuestas. Así buscó Alvarado ese triunfo que necesita como el agua. Con tantas ganas como pelotazos. Casi todo largo buscándolo a Bolzicco. Infructuosamente.

Contadas veces llegó por los costados. Marco Miori realizó dos desbordes inquietantes en toda la primera etapa y poco más. Y el otro argumento fue probar de afuera del área cuando surgiera el hueco. Mansilla lo intentó con potencia a los 11’ y ese remate fue lo más peligroso que generó el equipo en toda la etapa. Después probaron Miori y Enzo Martínez, pero al cuerpo de Sumavil, que no tuvo problemas para contener.

Es cierto que no sufrió el partido. Y eso que Tristán Suárez, a partir del criterio de Del Priore, manejó la pelota con mayor fluidez y prolijidad. Al equipo de “Pancho” Martínez le sobró paciencia, pero le faltó profundidad para romper una defensa -desde hace varias fechas- bien plantada. Una sola vez en toda la primera parte pudo el equipo visitante poner un jugador de frente al arco para rematar. Fue después de una jugada bien construida de derecha hacia el medio, culminada con un inteligente pivoteo de Veliz para la llegada limpia de Del Priore, quien quiso ubicar la pelota cerca del ángulo y levantó el remate por muy poco.

Esa seguridad defensiva le permitió a Alvarado pasar una tarde casi sin sobresaltos. El problema fue otro, el de siempre, la generación de juego.

Vázquez, que lo sabe perfectamente, enseguida mandó cambios a la cancha en el segundo tiempo. Cuatro en diecisiete minutos. El más osado fue el de Russo, extremo, por Ortale, marcador de punta devenido a mediocampista. También le encendió una vela a la pegada de Becker y mandó a la cancha a Derlis Ortiz por Bolzicco con la esperanza de que conecte algún centro desde los costados.

El paraguayo pudo cabecear a los 21’ un envío de Aleo, pero le salió al cuerpo de Sumavil.

Nada dio frutos. Becker insinuó algo con un par de pases picantes y poco más. Por el contrario, todo empeoró con el correr de los minutos. Porque, como es lógico, entraron a tallar los nervios. Alvarado, que ya había jugado apurado en el primer tiempo, tiró más pelotazos frontales todavía. Fáciles para Ostachuk y compañía.

Tristán Suárez no se llevó más porque no se salió del molde. Porque, como casi todos en la categoría, dio por bueno el empate y no asumió el menor riesgo. Su única chance del complemento llegó por inercia, casi sin proponérselo. Un córner de Steimbach que Ostachuk anticipó con su pie izquierdo y provocó un rebote en un palo. Menos mal.

Como no podía ser de otro modo, el gol que los hinchas del “Torito” aguardaban gritar no llegó. Porque el equipo no generó ni una chance importante de peligro en todo el partido. Alvarado podía abandonar la zona de descenso y dejó pasar la oportunidad. El calvario sigue. Y la cruz, fecha a fecha, es más pesada.

Síntesis

Alvarado 0

Gómez Riga (5); Facundo Ardiles (6), Kevin Silva (5), Blasi (6) e Irazoque (5); Ortale (5), Matías Mansilla (6) y Juan Pablo Gobetto (4); Enzo Martínez (4); Marco Miori (5) y Bolzicco (4). DT: Marcelo Vázquez.

 Tristán Suárez 0

 Suvamil (6); Felissia (6), Ostachuk (6) y Pantaleone (6); Steimbach (6), Del Priore (6), Lautaro Villegas (5) y Nicolás Fernández (5); Veliez (5) y Mauro Fernández (5); Alexis Domínguez (5). DT: José María Martínez.

 Cambios: segundo tiempo, 10’ Russo (5) por Ortale y Aleo (5) por Martínez, 18’ Derlis Ortiz por Bolzicco y Becker por Miori, 22’ Ángel Almada por Veliez y Da Rosa por Mauro Fernández, 30’ Gorgerino por Irazoque, 39’ Matías Olguín por Steimbach y 49′ Tarón por Domínguez.

Cancha: Estadio “José María Minella” (mala).

Árbitro: Juan Cruz Robledo (5).