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Policiales 16 de mayo de 2020

Piden que una pareja sea juzgada por brutal crimen de un militar retirado

El caso conmovió a la localidad de Olavarría a fines de junio del año pasado. La prueba acumulada en contra de una trabajadora sexual y su pareja son contundentes.

Una fiscal pidió que una pareja sea juzgada por el crimen de un militar retirado que el año pasado estuvo desaparecido 10 días y su cuerpo fue encontrado carbonizado y mutilado, en la localidad bonaerense de Olavarría.

Para los investigadores, el móvil del crimen de Carlos Roberto Cordero (60) fue el robo de sus pertenencias y la clave para detener a los sospechosos fue el secuestro del teléfono celular de uno de ellos donde se hallaron fotos en las que se veía al hombre detenido junto a la víctima maniatada y ya fallecida.

Paula Serrano, fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de ese distrito, solicitó que Anabella María José Landalde (22) y Claudio Daniel “Chaco” Ibarra (40) sean enjuiciados por el delito de “homicidio doblemente agravado por su comisión con alevosía y por el uso de arma de fuego” de Cordero.

La fiscal estableció en la etapa de instrucción de la causa que la pareja cometió el crimen del militar retirado que trabajaba como gasista y estaba casado.

Cordero había desaparecido el 26 de junio de 2019 y sus restos fueron encontrados el 6 de julio por un hombre que caminaba a la vera de la ruta provincial 226 y calle Junín, a metros de un santuario del Gauchito Gil, en Olavarría.

Dos días después de la denuncia por averiguación de paradero, Serrano dispuso un allanamiento en Pourtale 2246, donde los canes de búsqueda hallaron rastros de Cordero o de alguna prenda contaminada por transferencia de partículas de su olor, sobre un montículo de elementos varios como prendas de vestir y el elástico de un colchón que se hallaban en los fondos del terreno, quemados.

“Es decir, a 48 horas de denunciada la desaparición de Carlos Cordero, los perros especializados en búsqueda de personas fallecidas detectaron su presencia en el que después se determinaría fue la escena del crimen”, afirmó la fiscal en su pedido de elevación a juicio al que Télam tuvo acceso.

Según las fuentes, el auto Ford Fiesta bordó que pertenecía a la víctima fue hallado incendiado el 27 de junio en la calle 5 y avenida Colón, a unos dos kilómetros de donde posteriormente se encontró los restos del cadáver.

El mismo día que fueron halladas las partes del cuerpo, la Policía detuvo a Ibarra -con antecedentes penales por delitos varios, entre ellos abigeato- en una casa ubicada en la calle Joaquín Pourtalé al 2300, de Olavarría, como sospechoso del crimen del ex militar.

Por su parte, el 6 de agosto fue detenida Landalde, por entonces embarazada de ocho meses y quien tiene un hijo en común con “Chaco”.

De acuerdo a las pruebas recolectadas por los pesquisas, Landalde ejercía la prostitución y convocó a Cordero a una cita sexual en su casa, ubicada a una cuadra de donde vivía con el otro imputado un día antes de la desaparición.

“Una vez en el interior del inmueble, maniataron a la víctima, quien quedó así en total estado de indefensión y actuando sobre seguro, Ibarra mediante la utilización de un arma de fuego tipo escopeta le efectuó al menos un disparo a muy corta distancia en la zona del maxilar izquierdo, produciéndole de ese modo la muerte”, sostuvo la fiscal.

En base a los testimonios, los investigadores determinaron que la joven solía concretar este tipo de encuentros en los que luego Ibarra irrumpía para golpear a las víctimas y robarles.

La fiscal Serrano aseguró que esa era “la modalidad empleada por Landalde e Ibarra para citar a sus víctimas simulando un encuentro sexual y aprovechar la ocasión parea despojarlos de sus pertenencias, agrediéndolos si fuera necesario para consumar su plan”.

En tanto, en el celular utilizado por la pareja, los investigadores encontraron dos fotografías que habían eliminado en las que se observó a Ibarra sosteniendo una escopeta posando junto a la víctima, quien se lo vio ensangrentado, “en posición decúbito lateral recostado en el suelo y con las manos atadas en su espalda”.

“Es decir la misma mañana de su desaparición, pero ya aparentemente sin vida, siendo las 13.42 horas el momento en que la fotografía es tomada por otra persona, muy problamente por Landalde”, señaló la fiscal y agregó: “Con la obtención de dichas imágenes se ha despejado cualquier duda respecto al fallecimiento de Cordero en manos de los imputados en el interior del domicilio de calle Pourtale 2246 de Olavarría”.

Actualmente, Ibarra está alojado en la cárcel de Sierra Chica y la mujer en la Unidad Penitenciaria de Los Hornos.