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Salud 10 de julio de 2020

Las farmacéuticas en Brasil priorizan una prometedora sustancia contra el COVID-19

Desde mediados de junio, se incrementó de la demanda de la dexametasona. Es un esteroide de bajo costo y de fácil acceso en todo el mundo.

Vista del fármaco Dexametasona en una farmacia en San Pablo. Foto: EFE | Sebastião Moreira.

por Nayara Batschke

SAN PABLO, Brasil.- Tras estudios preliminares que apuntan a la capacidad de la dexametasona en reducir considerablemente la mortalidad en casos graves de COVID-19, los gigantes farmacéuticos de Brasil han dado prioridad a la producción de ese esteroide.

Dos grandes fabricantes de medicamentos, ambos con sede en San Pablo -el mayor polo farmacéutico de América Latina-, explicaron a EFE cómo se están adecuando a ese aumento de la demanda.

“Hemos aumentado los turnos de producción y dado prioridad a la producción de este medicamento en nuestra planificación, además de anticipar las compras de suplementos para abastecer la producción”, destacó Márcio Freitas, director industrial del laboratorio Aché, el mayor productor de dexametasona de Brasil.

Freitas detalló que, desde mediados de junio, hubo un aumento de la demanda de aproximadamente “4 veces más que nuestro promedio mensual”, que es de unas 485.000 unidades.

Entonces, un grupo de investigadores de la prestigiada Universidad de Oxford divulgó un estudio en el que hallaron que el tratamiento a base de dosis bajas de dexametasona podría reducir el riesgo de muerte en un tercio de pacientes graves con la COVID-19 y que se encuentran conectados a ventiladores.

Tras el descubrimiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a los países a incrementar la producción y distribución masiva del fármaco, cuya búsqueda ya se hace sentir en los dos principales gigantes farmacéuticos de Brasil, el segundo país más afectado por el coronavirus, con 1,7 millones de infectados y casi 70.000 muertes.

La dexametasona es un esteroide de bajo costo y de fácil acceso en todo el mundo. Sin embargo, las materias primas para la manufactura del medicamento son importadas desde Italia y Estados Unidos.

Con el objetivo de evitar “contratiempos” -como ha pasado con el remdesivir, cuyos stocks fueron acaparados por Estados Unidos- Aché “actuó de forma rápida” para garantizar el pleno funcionamiento de la productividad.

“Nos hemos preparado para atender a hasta un año de demanda”, entonces “para nosotros que nos anticipamos no habrá problemas. Pero sin dudas para el mercado en general habrá algún impacto, principalmente para quien no se preparó”, recalcó Freitas.

Medidas similares fueron adoptadas por EMS, otro de los grandes productores de la sustancia en el gigante suramericano.

El laboratorio explicó a EFE que “ya está en contacto con los proveedores para anticipar las compras de materias primas y aumentar la producción”, que deberá triplicar solo en este mes de julio.

La compañía igualmente proyecta ampliar su producción mensual desde las 300.000 cajas producidas actualmente hasta las 400.000 unidades al mes entre agosto y diciembre, lo que supone un incremento de un 13 %.

Investigaciones para tratar la enfermedad

Tanto Aché como EMS también han colaborado en estudios científicos llevados a cabo en Brasil para evaluar la eficacia y seguridad de medicamentos en el tratamiento de pacientes infectados por el coronavirus, entre ellos la dexametasona y la hidroxicloroquina, esta última sustancia usada y ampliamente defendida por el presidente, Jair Bolsonaro, quien anunció su infección esta semana.

Una investigación coordinada por una coalición de más de 40 hospitales brasileños, realizada con más de 300 pacientes, deberá presentar en las próximas semanas sus conclusiones sobre el uso de la dexametasona en pacientes con insuficiencia respiratoria grave y que necesitan el apoyo de ventilación mecánica.

“Es muy probable que los resultados estén en línea con los del Recovery (de Oxford), es decir, debemos encontrar beneficios al utilizar la dexametasona para pacientes hospitalizados en situaciones más graves”, aclaró a Efe Alexandre Biasi, director del Instituto de Investigación del HCor de Sao Paulo, uno de los centros que conforma la Coalición Covid Brasil.

Sin embargo, el médico advirtió de que “cualquier medicamento está asociado a problemas”, por lo que su uso solo debe ser realizado mediante la prescripción y orientación médica.

Biasi aseguró además que, aunque los datos definitivos del estudio de Oxford todavía no hayan sido publicados, los “resultados son muy consistentes” y ponen en evidencia un “tratamiento que realmente beneficia a los pacientes”.

“El grupo que hizo el estudio Recovery es un grupo muy fuerte, de muy buena calidad. El estudio fue muy bien conducido, entonces los resultados son muy consistentes”, subrayó.

Para el futuro próximo, Biasi pronosticó “una perspectiva prometedora” en materia de avances en la búsqueda de un tratamiento o incluso de la cura para la COVID-19.

“En las próximas semanas tendremos mucha novedad de nuevos estudios y nuevos tratamientos siendo publicados. Hay muchos estudios siendo realizados en todo el mundo y la expectativa es de que surjan más tratamientos útiles para esos pacientes”, matizó.

EFE.