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La Ciudad 1 de octubre de 2020

Pese a las restricciones, los comercios reabrieron: “No podemos seguir sin trabajar”

Restoranes, bares, cafés y hasta shoppings volvieron a funcionar este jueves bajo la modalidad de "huelga a la japonesa". Locales gastronómicos instalaron mesas y sillas en los decks externos, patios y terrazas para recibir a los clientes a pesar que la ciudad continua en fase 3. “Tenemos que trabajar o vamos a cerrar para siempre”, sostuvieron.

Restoranes, bares, cafés y hasta shoppings. Los comerciantes marplatenses se plegaron este jueves a la “huelga a la japonesa” y reabrieron sus locales en medio de una delicada situación económica derivada de la pandemia.

“No podemos seguir sin trabajar”, fue la frase reiterada entre los gastronómicos de la zona de Playa Grande que, -algunos desde hace varios días- volvieron a abrir sus salones y a recibir comensales.

Amparados por las buenas condiciones climáticas que reinaron durante este jueves, en el sector de Biología de Playa Grande uno de las cafeterías recibía a los clientes en mesas preparadas respetando la distancia social. En el otro extremo del sector, en la escollera norte, un “foodtruck” ofrecía distintas posibilidades para el almuerzo. “No podemos seguir sin trabajar, ya no hay colchón, y si nos vuelven a cerrar vamos a tener que bajar la persiana para siempre. Y no queremos eso”, señaló una de las propietarias de una parrilla cercana a Alem. En el mencionado comercio reciben a los clientes “tanto en el interior del salón como afuera”. “Acá hay protocolo, se respeta y nadie está obligado a venir. Pero no podemos seguir sin trabajar, no somos como los estatales que sin importar su productividad cobran el sueldo a fin de mes”, sostuvo.

En un reconocido bar de ese centro comercial a cielo abierto también abrieron porque “después de siete meses no se aguanta más”. Y hasta reconvertidos: además de los tragos de autos, también se ofrecen algunos platos de comida y café. “No nos quedaba otra, tenemos que trabajar”, reconoció el dueño y barman del local desde una de las mesas instalada en la vereda.

A pesar de que tienen prohibido abrir y solo remitirse a la modalidad “delivery” y “take away” debido a que Mar del Plata continua en fase 3 , los gastronómicos se sumaron a la “huelga a la japonesa” que ya ejercen otros sectores productivos debido a la grave situación económica financiera que atraviesan.

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Cuidados

En cada uno de los locales, los comensales encuentran el riguroso protocolo a seguir: mesas instaladas a dos metros de distancia entre si, máximo de 4 comensales en las mismas a no ser que se trata de grupo familiar, alcohol en gel al alcance de la mano y reserva previa.

“Los que hacen la ley viven en una realidad paralela, no saben lo que es tener que cubrir un cheque o juntar los billetes para pagar sueldos. Ellos cobran trabajen o no. Nosotros tenemos que trabajar”, explicaron desde el local de una reconocida churrería con sucursales en el centro y en Playa Grande.

Indicando todos los ítems del protocolo dispuesto tanto para el salón como para las mesas al aire libre, en otra parrilla de la zona de Alem se mostraron contentos con la respuesta de los clientes. “Abrimos porque no podíamos seguir sin trabajar, nos van a fundir a todos, porque estuvimos casi sin ingresos y las salidas se mantuvieron igual”, describieron.

 “No nos quedaba otra, tenemos que trabajar”, reconoció el dueño y barman de un local desde una de las mesas instalada en la vereda.

“Acá los impuestos y servicios siguieron llegando no solo sin descuento, sino que algunos vinieron con aumento”, detalló uno de los propietarios. Y, enseguida, agregó: “Es un despropósito absoluto. Los gobiernos nacional, provincial y municipal no tienen vergüenza, parece que viven en otro país”.

En el otro extremo geográfico de la ciudad, en la avenida Constitución, la mayoría de los locales gastronómicos abiertos habían instalados mesas y sillas en las veredas y terracitas, aunque en muchos de ellos la concurrencia no fue la esperada. “Acá nadie está obligado a venir, hay un protocolo riguroso y tenemos que trabajar. Venga la gente o no, nosotros no podemos seguir cerrados, tenemos la necesidad de trabajar porque también generamos puestos laborales. ¿O quieren que dejemos más gente en la calle en la capital nacional de la desocupación?”, cuestionó el propietario de una cervecería artesanal con sucursales, además, en otros sectores de la ciudad.

“Acá los impuestos y servicios siguieron llegando no solo sin descuento, sino que algunos vinieron con aumento”, detalló uno de los propietarios.

La necesidad de recibir a los comensales en los locales gastronómicos, a pesar de no estar habilitados por ley, se debe a que “no hay más resto”. “Nosotros trabajamos, no es que a pesar de estar cerrados nos siguen depositando el sueldo a fin de mes como pasa con los empleados públicos y los políticos”, advirtió uno de los dueños de una reconocida cadena de cafeterías.

A su entender, los concejales de Mar del Plata “pareciera que son manejados a control remoto desde La Plata o Buenos Aires, viven en una irrealidad. Nosotros tenemos que trabajar y lo vamos a hacer”.



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