“Si nos llegan a denunciar prendemos fuego la casa” dijo Chuky cuando salía con su hermano después de asaltar una vivienda del barrio Belgrano donde también funciona una despensa. Afuera, sobre una moto en marcha, a ambos los esperaba la novia de una de ellos. “Cuida la moto que para algo sos mi mujer” le había ordenado segundos antes uno de los hermanos.

El asalto fue violento, con un matrimonio como víctimas y con una caja de seguridad con 5 mil pesos como botín, además de un teléfono celular. Pero hoy la historia terminó un poco mejor, con los dos hermanos detenidos porque hay una ley no escrita en los barrios que dice que a los vecinos no se los roba.

Chuky es Franco Villagra (22) y su hermano es Brian (27), quienes esta mañana fueron apresados por la DDI local luego de la labor investigativa del Detective Judicial, Emiliano Fortunato, perteneciente a la fiscalía  a cargo de Fernando Berlingeri. La novia de “Chuky”, según lo que consta en el expediente, está imputada de participar en el hecho pero la Justicia de Garantías no le otorgó la detención.

Para conocer los detalles del asalto que se les imputa hay que retrotraerse a la madrugada del 7 de noviembre, cuando un matrimonio formado por una mujer y un hombre de 60 años escuchó desde su domicilio ruido a rejas en el local delantero del inmueble, donde explotan ambos una despensa. El hombre se levantó de su cama y se dirigió hacia el comercio, pero antes de llegar fue interceptado por los hermanos, uno de los cuales estaba armado.

Tras exigirle con suma violencia la entrega del dinero, los asaltantes se hicieron de una caja metálica de seguridad con 5 mil pesos y también con un teléfono celular. Una vez conseguido lo que se propusieron, los dos ladrones huyeron en la moto que aguardaba en la vereda, con la custodia de la novia de uno de ellos. Es sí, mientras se iban, amenazaron a las víctimas a que no los denunciaran porque sino les iban a prender fuego la casa.

Agobiados por la situación, tanto el hombre como la mujer no supieron bien cómo reaccionar. Es que sabían quiénes eran los ladrones: un par de hermanos conflictivos que vivían a no más de 10 cuadras de allí. Al día siguiente otros vecinos también contaron que habían sido testigos casuales (por el inusual horario) del robo y expresaron su solidaridad. Pero habría un momento más inverosímil aún: horas después, el mismo 7 de noviembre, los hermanos regresaron a la despensa en dos ocasiones a hacer compras e incluso lo hicieron con una motocicleta similar.

La solidaridad de los vecinos -algunos de ellos más cercanos a la casa de los hermanos- tras conocerse la denuncia, fue evidente y hasta permitieron identificarlos con precisión para que la Justicia pudiera actuar.

Durante el allanamiento de este jueves la policía de la DDI detuvo a los hermanos Villagra y a un primo de ellos, por tener en su poder una motocicleta con pedido de secuestro, aunque no era la empleada en el robo.