Hace exactamente un año, el Congreso de la Nación realizó la primera sesión virtual de la historia, implementando mayor tecnología para atender la situación de urgencia y lograr que la Cámara de Diputados siga funcionando en un contexto difícil e insólito para el país.

La gestión del proceso de transformación digital estuvo a cargo del secretario General de la Cámara baja, Juan Manuel Cheppi, acompañado por diputados y diputadas, directivos de la casa y personal legislativo que unieron esfuerzos para que las sesiones remotas se hicieran efectivas.

Al respecto, Cheppi mencionó: “El 10 de diciembre de 2019 junto con el presidente de la Cámara Sergio Massa, asumimos el compromiso de poner la tecnología como puente, modernizar y federalizar el Congreso, haciéndolo más accesible para los ciudadanos y más eficiente como cuerpo legislativo”. Y agregó que “cuando supimos que las sesiones presenciales iban a ser inviables, pusimos en marcha un sistema para que el proceso legislativo siga
funcionando pero de manera remota”.

“Fue clave el rol de la comisión de modernización, que le dio un marco pluripartidario y federal a la unanimidad de la resolución del Protocolo de Funcionamiento Remoto. Siempre el objetivo fue continuar con la actividad parlamentaria”, sostuvo.

A lo largo del último año, en Diputados hubo más de 17 sesiones ordinarias, más 91 proyectos aprobados en votación por sistema y más de 400 horas de debate. La asistencia de los diputados y las diputadas en las comisiones alcanzó registros muy superiores a los de otros años, y hubo más sesiones que en los últimos cuatro años.

En este sentido, Cheppi aseguró “El proceso de modernización llevado adelante fue posible gracias al diálogo y al consenso político que logramos entre todos las fuerzas. La tecnología no reemplaza la política, pero es necesaria para el desarrollo de la democracia del siglo XXI y por ello es que seguiremos trabajando para lograr mayor transparencia”.

En ese contexto, la Cámara desarrolló una aplicación propia con un sistema de certificación de identidad de los diputados y diputadas a partir de sus datos biométricos. Se adaptó el recinto y la plataforma de videoconferencias para realizar sesiones virtuales mixtas.

“Los trabajadores y trabajadoras de la casa cumplieron un rol clave en un momento especial. Pusieron la energía para desarrollar las herramientas necesarias y hacer todas las pruebas para dar efectividad con recursos propios a la materialización del proceso”, manifestó Cheppi.

Asimismo, desde Diputados se dieron los primeros pasos hacia la digitalización de los trámites parlamentarios y la firma digital de los legisladores y legisladoras que
resultan fundamentales es este contexto y que además permiten que ningún dato pueda ser alterado.

“El 2020 ha sido uno de los años más productivos de la historia del Congreso y nos marca el camino a seguir en todo el Estado argentino. Un camino de modernización, diálogo y transparencia enfocado en ofrecerle un mejor gobierno a nuestros ciudadanos, mejorar las instituciones e insistir en un proyecto de desarrollo para la Argentina”, sostuvo el secretario General.

“Vamos rumbo a un Congreso innovador, participativo y más eficiente. Lo que estamos logrando simboliza una gran transformación para nuestra institución”, concluyó Cheppi.