Una encomienda. Tan simple como eso. No despertaba ningún tipo de sospechas. Sin embargo, al descubrir lo que había en su interior, el personal de la Policía Federal Argentina (PFA) y los empleados de la Aduana que llevaban a cabo el operativo de rutina se sorprendieron: un gran número de teléfonos celulares de alta gama, con un valor aproximado de 5 millones de pesos, cuya procedencia no se pudo justificar.

El hallazgo de los artefactos importados se registró en las últimas horas en Mar del Plata, en el marco de procedimientos que realizaban los investigadores durante las vacaciones de invierno. Según informaron desde la fuerza, personal de la División Unidades Operativas de Investigaciones Especiales, junto a los miembros del organismo nacional, secuestraron el paquete, en cuyo interior había aparatos valuados en 25.000 dólares, aproximadamente.

Los teléfonos, explicaron las fuentes, no tenían comprobantes legales de su ingreso al país. Por ese motivo, quedaron secuestrados y ahora se investiga quién fue el remitente de la encomienda y cuál era su destino final.

De acuerdo a lo que pudo saber LA CAPITAL, el hallazgo de los aparatos se consumó durante las inspecciones a empresas y medios de transporte de pasajeros que se realizan asiduamente, y que aumentaron con motivo del receso invernal en la estación Ferroautomotora y centros de distribución de documentación y paquetería.

Las autoridades policiales indicaron que este tipo de operativos se realiza de manera regular en la ciudad y  a sus alrededores, con “resultados muy positivos”. “Debido a que muchos de los procedimientos poseen intervención judicial, no se pueden precisar mayores datos”, añadieron en un breve comunicado de prensa.