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Arte y Espectáculos 29 de febrero de 2016

Procesión en el colectivo 221 para invocar a El Virgen

Esta tarde, una original propuesta artística.

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Con la idea de llevar adelante “un juego de verdad, como hacen los nenes”, el artista Juan Pablo Souto invitó a los marplatenses a sumarse a la procesión de El Virgen, santo patrono de los artistas y, a su vez, su obra. La procesión saldrá a las 17 desde Mundo Dios, galería de arte ubicada en la antigua Casa Francesa (Avenida de los Trabajadores y 12 de Octubre).
Desde ahí, los artistas y seguidores de este original “santo” esperarán el colectivo 221 y, viaje mediante, llegarán hasta la playa “Verde Mundo”, donde colocarán la estatua en una ermita especialmente diseñada por el artista en colaboración con los guardavidas del lugar. Los fieles tendrán que vestirse de rosa, que es el color que simboliza a esta deidad.
Original, algo absurda, siempre con humor, la actividad forma parte del trabajo artístico que realiza Souto en Mar del Plata. Un trabajo contemporáneo hecho con seriedad y que empezó a dar forma en 2004, “un año bisiesto”, recuerda. Por eso la celebración de la obra/santidad se lleva a cabo todos los 29 de febrero.
“El Virgen es un personaje que yo creé a mi imagen y semejanza”, dispara el artista visual. “Yo era camionero y veía que en las rutas de todo el país estaban los altares del Gauchito Gil”, cuenta a LA CAPITAL. Esa creencia disparó ideas: creó un santo parecido a él mismo con la idea de rezarle o de rezarse “para que las cosas salgan”, dijo. Luego, al hacerse conocida la deidad, otros siguieron pidiéndole éxitos y El Virgen resultó “milagroso”, aunque no deja de ser una obra de arte que deja abierta la puerta de la libertad interpretativa. “Cada uno la toma como quiere”, dice.
Que El Virgen sea hombre y que su color sea el rosa supone una provocación, sugiere Souto, y habla a su vez de “desnudar el código que habita en el rosa”, un tono asociado a lo femenino, a lo light, a lo romanticoide o al mundo gay.
Nacido de su propia interioridad, con el deseo de invocar la fuerza de su ser para conectarse con la parte positiva, El Virgen no va ni con el dolor ni con la muerte, “está contra el martirio” y a favor de la creatividad sin límites.
La ermita podrá ser visitada en esa playa, ubicada a la entrada del barrio San Jacinto, en el sur marplatense.