CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 20 de octubre de 2023

Después de 31 años, ex estudiantes de la Piloto recibirán sus diplomas de egresados

Es una historia inconclusa que empezó en 1992: ex alumnos y alumnas regresarán este lunes a la escuela de Maipú y Marconi en la que cursaron el secundario. Finalmente, recibirán sus medallas en un acto que es mucho más que una ceremonia de egreso.

Con el buzo de Egresados 1992: Ludueña, Alonso, Soroeta y Molina. Integran la comisión que armó el egreso.

Noviembre de 1992. Al entonces director de la Escuela Media N°1 -conocida como la Piloto- Jorge Pablo Di Corrado no le hacía mucha gracia el ritual de las “vueltas olímpicas” que llevaban adelante alumnos y alumnas de quinto año para festejar el final del secundario.

El famoso UPD (último primer día), rito de los y las adolescentes del siglo XXI, no existía, pero sí las llamadas “vueltas olímpicas” que se replicaban en varias escuelas, incluso en las de Capital Federal.

A pesar del rechazo que generaba en las autoridades, ese noviembre un grupo de chicos y chicas minoritario quiso celebrar de manera efusiva, sin imaginar el tamaño de la reprimenda.

“Se descolgaron algunos pizarrones, se empezaron a tirar algunos huevos en la plaza y se produjo la rotura de algún vidrio, que fue lo que más molestó”, recordó Esteban Soroeta, uno de los estudiantes que ese año terminaba sus estudios medios.

 


PILOTOS 03

“Siempre hubo ganas de regresar a la escuela, por supuesto, y de tener esa ceremonia”, dijo Ludueña.


 

Aunque se denunció públicamente que los chicos y chicas habían “perforado pizarrones” y destruido parasoles de las ventanas, Soroeta dijo que no fue así. “No hubo heridos, no hubo disturbios”, indicó y muchos de los pizarrones estaban destruidos desde antes de los hechos, recordó.

El episodio, que fue noticia durante varios días en todos los medios de comunicación de la ciudad, provocó que el director decidiera dejar sin acto de colación -sin diplomas ni medallas- a los 400 alumnos y alumnas que egresaban ese año.

Para Soroeta, Norma Susana Alonso, Grisel Ludueña y Adriana Molina, -ex compañeros de distintas divisiones de quinto año en 1992- la medida fue “desproporcionada y desmedida”. Aunque enfatizaron en no avalar los destrozos. La sanción incluyó que muchos de ellos y ellas tuvieran que rendir todas las materias en diciembre y en marzo del año siguiente, lo que complicó el arranque de sus estudios posteriores.

El tiempo pasó, el hecho se convirtió en una anécdota con sabor amargo que circuló entre amigos y amigas del secundario que lograron mantener el vínculo. Pero el quedarse sin sus medallas también se transformó en una “cuenta pendiente”, mencionaron los ex compañeros a LA CAPITAL.

Recientemente, supieron que el equipo directivo de la Piloto empezaba a organizar las celebraciones por los 90 años de la institución. Y la idea volvió a prender, a pesar de que hubo impulsos infructuosos en otras oportunidades.

“Siempre hubo ganas de regresar a la escuela, por supuesto, y de tener esa ceremonia”, señaló Ludueña, quien es profesora de pilates. Justamente, fue una alumna de pilates que trabaja en la Piloto quien le comentó sobre las actividades especiales por el aniversario redondo.

“Me dijo que como yo tenía contacto con ex compañeros que les propusiera hacer algo, ayudar a la escuela. Nos juntamos con los chicos una noche a cenar y a un compañero, a Marcos, se le ocurrió decir ‘che, ¿no nos darán la medalla?'”. Así empezó todo.

Cuando supo que había posibilidades, Grisel comunicó la noticia en Facebook y empezó a recibir mensajes de ex compañeros diseminados por todo el mundo: de Islandia, España, Israel y Perú, por ejemplo. El deseo era el mismo: que la escuela gestara la ceremonia de egreso.

Sorprendida por la avalancha de mensajes, Grisel pasó de Facebook a Whatsapp: armó un grupo que llegó a tener “como doscientos miembros” y que llamó “Egresados 1992”, cuya imagen fue la plaza icónica de Libertad y Marconi. La comisión organizadora se gestó hace dos meses y hasta nombraron a coordinadores por cada curso para agilizar las gestiones.

 


 

Recuerdo: Molina guarda el buzo que la identificaba como egresada.

Recuerdo: Molina guarda el buzo que la identificaba como egresada.


 

Así, lograron tener varias reuniones con los actuales directivos y empezaron a armar el egreso, ya sin rencores, en una suerte de reparación para sus historias personales y grupales. Ahora, la ceremonia será este lunes 23 de octubre a la mañana en el salón de actos de la escuela: un show artístico previsto para las 8.30 anticipará el acto formal que comenzará a las 9.30. Será Grisel la encargada de leer el discurso en representación de los ya ex estudiantes. 107 recibirán sus medallas y diplomas, algunos viajarán desde el exterior para estar presentes.

“Yo esperaba recibir el diploma, porque repetí dos años, me costó siete terminar”, contó Grisel y dijo que ensayará varias veces sus palabras para evitar la emoción.

Para Norma, la ceremonia supone “cerrar una etapa”. “Está bueno cerrar etapas y volver con nuestros hijos para mostrarles eso, no estuvo bueno que fuera después de 31 años, porque hay compañeros que ya no están”, dijo.

Adriana agradeció a los actuales directivos de la Piloto, Iris Catoni, Verónica Puca y Fernando Beade. “Nos recibieron perfecto y estuvieron de acuerdo en que pudiéramos volver. De alguna forma eso te acerca a la escuela“, indicó. Así fue que se involucraron con un bono contribución para ayudar al colegio en sus diferentes obras.

“Aquello fue como llegar a la final del Mundial y perderla. Fue como llegar hasta ahí y perder. Ahora tenemos revancha”, resumió Norma el sentimiento compartido: ponerle un broche, por fin, al secundario.