Aunque su círculo familiar le comentaba el parecido que tenía con Michael Jackson, fue un periodista el que ratificó la enorme semejanza. Así lo recordó el artista español Sergio Cortés: “Todo comenzó cuando tenía apenas 16 años. Michael acababa de estrenar el videoclip de Bad, y muchas personas a mi alrededor comenzaron a decirme ‘¡te parecés mucho a él!’. Lo curioso es que en ese entonces yo no estaba caracterizado, ni imitaba a nadie. Era solo yo, pero ya con una conexión natural. Un periodista me propuso hacer un reportaje caracterizado como Michael y, a partir de ahí, se abrió una puerta que nunca más se cerró”.

En la actualidad, Cortés, ya convertido en el doble del cantante estadounidense fallecido en 2009, protagoniza “The Michael Jackson Experience”, un espectáculo que se presentará este sábado en el Teatro Radio City (San Luis 1750) y en el que intenta revivir la magia del autor de “Thriller”.

“Comprendí que tenía algo especial para ofrecer al mundo”, reconoció en una entrevista con LA CAPITAL. “Desde hace décadas dedico mi vida a honrar su legado, no solo porque físicamente me parezco a él o porque compartimos una tímbrica vocal sorprendentemente similar, sino porque siento que tengo una responsabilidad con su arte y con todos los fans que lo aman y lo extrañan”, dijo.

Cortés y Jackson llegaron a conocerse, incluso el astro lo convocó para que lo reemplazara en varias oportunidades. “Michael me contactó en momentos muy particulares de su vida: una vez me pidió que simulara su presencia durante su boda con Lisa Marie Presley, la hija de Elvis, para distraer a la prensa. También estuve presente en el lanzamiento de su perfume y participé en distintos actos en los que necesitaba una representación paralela para proteger su intimidad”.

Para el español, esos fueron momentos clave: “Me marcaron profundamente y reforzaron aún más mi compromiso con su legado”.

“También estuve presente en el lanzamiento de su perfume y participé en distintos actos en los que necesitaba una representación paralela para proteger su intimidad”

–¿Cómo pensaste este espectáculo?

-Este espectáculo nació desde el amor más profundo y sincero por Michael Jackson. No es solo una obra de admiración, es una misión artística y emocional. El show que presento no es una imitación, es una experiencia. Es un puente entre la nostalgia y la emoción viva, una manera de mantener encendida la llama de su magia. Me emociona ver cómo la gente vuelve a soñar, a bailar y a emocionarse como cuando Michael estaba sobre un escenario. Es hermoso poder entregar esa felicidad.

-¿Qué recorrido musical hacés?

-Nuestro concierto es un viaje de dos horas por las etapas más emblemáticas de la carrera de Michael, desde sus comienzos con los Jackson 5, pasando por sus años dorados con Thriller, Bad, Dangerous y History, hasta los momentos más introspectivos de su vida artística. Cada canción está cuidadosamente seleccionada y coreografiada para reflejar no solo su música, sino también su mensaje, su energía, su evolución como artista. Es un show que emociona, impacta y celebra a uno de los más grandes íconos de la historia de la música.

–¿Cómo hacés para mantener tu identidad de Sergio Cortés plena, sin que se contamine con la de Michael Jackson?

-Es una gran pregunta, y la clave está en la conciencia. Yo siempre he sido Sergio Cortés. Conozco muy bien la diferencia entre interpretar y ser. Cuando me subo al escenario caracterizado como Michael, soy un intérprete que se entrega por completo para hacer sentir al público que él está vivo, que su arte sigue vibrando. Pero cuando baja el telón, soy yo. Vivo como Sergio, camino como Sergio y sueño mis propios sueños. Disfruto de esta dualidad como un artista que se conecta con algo más grande, sin perder su esencia.

–¿Las denuncias de abuso sexual que pesan sobre el cantante afectaron tu espectáculo o tu performance?

-Las acusaciones fueron investigadas y se demostró judicialmente la inocencia de Michael. Lamentablemente, durante los momentos de mayor controversia mediática, el clima alrededor de su figura fue muy duro, incluso para quienes llevamos su arte como bandera. Sin embargo, el tiempo ha puesto las cosas en su lugar, y hoy el público vuelve a abrazar su legado con más fuerza que nunca. Las personas que vienen a nuestros shows lo hacen con la certeza de que están celebrando a un genio artístico inigualable.

–¿Cómo fue la construcción del personaje de Michael Jackson?

-Fue un proceso de amor, estudio y pasión. Me sumergí en su música, en sus movimientos, en su forma de pensar y sentir. Trabajé la voz, la danza, el vestuario, pero también su energía escénica, su mirada, su emoción. Además, haber compartido momentos reales con él me dio una comprensión aún más profunda de su sensibilidad como artista y como ser humano. Recrear a Michael Jackson no es solamente aprender sus pasos, es intentar comprender su alma artística y transmitirla al público. Cada noche que me subo a un escenario lo hago con respeto absoluto, con la intención de que las personas salgan del show con el corazón lleno.

–¿Qué es lo más difícil de imitar?

-Todo. Porque Michael Jackson no era un artista común. Era un perfeccionista absoluto, un revolucionario del sonido, de la danza y de la puesta en escena. Cada canción, cada gesto, cada mirada tenía un porqué. Por eso, más que imitar, prefiero representar. Mi show no busca ser una copia, sino una interpretación llena de emoción, respeto y calidad. Nos enfocamos en ofrecer una producción de nivel internacional, con bailarines, músicos, escenografía, efectos visuales y luces que hacen que el público viva una verdadera experiencia Jackson. Es un espectáculo que emociona hasta las lágrimas, que pone la piel de gallina y que, por un instante, hace que Michael vuelva a caminar entre nosotros.