CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Interés general 20 de julio de 2019

A 50 años de la hazaña de caminar en la Luna

por Oscar Filippi

El Siglo XX ha sido justamente reconocido como “El Siglo del Espacio”. Solo basta recordar que, un 17 de diciembre de 1903, Orville Wright realiza el primer vuelo de la historia en un aeroplano propulsado y bajo control humano, durante 12 larguísimos segundos (recorriendo unos 31 metros), trabajando junto a su hermano Wilbur, desarrolla los primeros aviones propulsados por un pequeño motor.

El 20 de julio de 1969, tan solo 66 años después del primer vuelo de los hermanos Wright, el hombre caminó por primera vez en la Luna.

La carrera espacial

La Guerra Fría fue un suceso que estalló entre Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS) después de la Segunda Guerra Mundial.

Debido al conflicto, el mundo tenía un hueco económico y social que pretendieron aprovechar las dos potencias, enfundándose una carrera armamentista y espacial.

El 4 de octubre de 1957, la URSS lanzó con éxito el Sputnik 1, el primer satélite artificial en alcanzar la órbita, y comenzó la carrera espacial. Por sus implicaciones militares y económicas, el Sputnik causó miedo y provocó debate político en Estados Unidos. Al mismo tiempo, el lanzamiento del Sputnik se percibió en la Unión Soviética como una señal importante de las capacidades científicas e ingenieriles de la nación.

En la Unión Soviética, el lanzamiento del Sputnik y el subsiguiente programa de exploración espacial fueron vistos con gran interés por el público. Para un país que se había recuperado recientemente de una guerra devastadora, era importante y esperanzador ver una prueba de las capacidades técnicas de la nueva era.

Antes del Sputnik, el estadounidense medio asumía que Estados Unidos era superior en todos los campos de la tecnología. El homólogo de von Braun en la Unión Soviética, Serguéi Koroliov, fue el ingeniero jefe que diseñó el cohete R-7 con el objetivo de enviar cosmonautas a la Luna. En respuesta al Sputnik, Estados Unidos emplearía un enorme esfuerzo para recuperar la supremacía tecnológica, incluyendo la modernización de los planes de estudio con la esperanza de producir más von Brauns y Korolevs. Esta reacción se conoce hoy en día como crisis del Sputnik.

El presidente Kennedy pronunció discursos para animar a la gente a apoyar el programa espacial y para intentar superar el escepticismo de los muchos que pensaban que todos esos millones de dólares estarían mejor empleados en la construcción de armas probadas y existentes, o en la lucha contra la pobreza. El fue quien aseguró que, “antes de finalizar la década en curso (1962), el hombre libre habrá caminado por la superficie lunar”.

Casi cuatro meses después del lanzamiento del Sputnik 1, Estados Unidos consiguió lanzar su primer satélite, el Explorer I. Durante ese tiempo se habían producido varios lanzamientos fallidos y publicitariamente embarazosos de cohetes Vanguard desde Cabo Cañaveral.

Los primeros satélites se utilizaron con fines científicos. Tanto el Sputnik como el Explorer I fueron lanzados como parte de la participación de ambos países en el Año Geofísico Internacional. El Sputnik ayudó a determinar la densidad de la atmósfera superior y los datos de vuelo del Explorer I llevaron al descubrimiento del cinturón de radiación de Van Allen por James Van Allen.

La creación de la NASA

El nacimiento de la NASA fue impulsado por los avances de los soviéticos en el ámbito espacial: en 1957 los rusos lanzaron el primer satélite artificial, llamado el Sputnik 1. Esto fue tomado por los norteamericanos como una amenaza a la cual era necesario responder. La NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, en español), es la agencia gubernamental encargada de los programas espaciales de los Estados Unidos. Fue fundada el 29 de julio de 1958, durante la administración del presidente Eisenhower. Aquel presidente aprobó la National Aeronautics and Space Act (Ley Nacional de Aeronáutica y del Espacio). En el mes de octubre de ese mismo año se inauguraron cuatro laboratorios de la NASA con aproximadamente 8.000 empleados. Ahora bien, la NASA nació como sustituta de la antigua entidad NACA (Comité Consultivo Nacional para la Aeronáutica) fundada en 1946, allí se habían adelantado experimentos con aviones cohete, como el famoso supersónico Bell X-1.

Realmente existió una transición entre las dos entidades porque en algunos casos la NASA apoyo los vuelos espaciales tripulados de la NACA. Como la motivación mayor era la defensa ante cualquier amenaza militar, los Estados Unidos decidieron implementar algunos elementos de la Army Ballistic Missile Agency y el Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos a la nueva agencia espacial. Muchas de las investigaciones de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y de los primeros programas espaciales de DARPA se transfirieron a la NASA.

La ventaja soviética

La URSS no solo aventajó a los Estados Unidos con el primer satélite artificial Sputnik I, lo hizo con los primeros seres vivos en ser lanzados, el primer animal que se puso en órbita, la perra Laika, viajó a bordo de la nave soviética Sputnik 2 en 1957. En esa época no existía la tecnología para recuperar a Laika tras el vuelo y murió de estrés y sobrecalentamiento poco después de llegar al espacio. En 1960, las perras rusas Belka y Strelka orbitaron la Tierra y regresaron con éxito. El programa espacial estadounidense importó chimpancés de África y envió al menos a dos al espacio antes de lanzar a su primer ser humano (el primer homínido en viajar al espacio fue Ham el chimpancé).

El soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer cosmonauta con éxito cuando entró en órbita en la nave rusa Vostok 1 el 12 de abril de 1961, un día que hoy es fiesta en Rusia y muchos otros países. 23 días después, a bordo del cohete Mercury Redstone 3, Alan Shepard fue el primer estadounidense en entrar en el espacio, en una misión suborbital. John Glenn, en la Friendship 7, se convirtió en el primer estadounidense en orbitar la Tierra, completando tres órbitas el 20 de febrero de 1962.

El primer vuelo con dos tripulantes también tuvo su origen en la URSS, entre el 11 y el 15 de agosto de 1962. La soviética Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en el espacio el 16 de junio de 1963 en la Vostok 6. Korolev había planeado más misiones Vostok con duraciones mayores, pero tras el anuncio del Programa Apolo, el primer secretario Jrushchov demandó más primeros puestos. El primer vuelo con más de dos tripulantes, la Vosjod 1 de la URSS, una versión modificada de la Vostok, despegó el 12 de octubre de 1964 llevando a bordo a Komarov, Feoktistov y Yegorov. Este vuelo también marcó la primera vez que una tripulación no llevó trajes espaciales.

Alexei Leonov, en la Vosjod 2, lanzada por la URSS el 18 de marzo de 1965, llevó a cabo el primer paseo espacial. Esta misión casi termina en desastre; Leonov estuvo cerca de no poder regresar a la cápsula y, debido a una deficiencia en el retropropulsor, la nave aterrizó a 1600 km de su objetivo. Por aquel entonces Jrushchov había abandonado el cargo y el nuevo liderazgo soviético no se iba a comprometer a un esfuerzo completo.

La NASA, debía responder a la ventaja espacial soviética y lo hizo con la propuesta de tres programas espaciales que estarían interrelacionados, “Mercury”, “Gemini” y “Apollo”.

Programa Mercury

Tres días después de que los soviéticos lanzarán su primer satélite, el Sputnik 1, los Estados Unidos ponían en marcha el programa Mercury. Era el 7 de octubre de 1958, y la NASA buscaba romper el liderazgo de la Unión Soviética en el espacio.

Los ingenieros estadounidenses diseñaron una cápsula en forma de bala. Con ella pretendían lanzar un astronauta hasta la órbita terrestre. Para su seguridad tuvieron en cuenta las grandes velocidades, el vacío, los bruscos cambios de temperatura y la radiación que hay en el espacio. Para la reentrada a la atmósfera diseñaron un escudo térmico que se quemaría durante esta etapa.

Armstrong Collins Aldrin

La propulsión de las naves del programa Mercury estuvo a cargo de dos tipos de cohetes. En los primeros vuelos suborbitales emplearon los cohetes “Redstone”, diseñados por el equipo de Werner von Braun. Posteriormente, en los vuelos orbitales usaron cohetes “Atlas-D”. Se trataba de un cohete modificado de un misil balístico.

Una vez diseñada la nave se dio paso a la selección de sus tripulantes. Inicialmente se escogió a siete astronautas de entre 110 pilotos militares preseleccionados: Alan Shepard, Virgil I. Grissom, Gordon Cooper, Walter Schirra, Deke Slayton, John Glenn y Scott Carpenter. Finalmente, sólo seis de ellos llegaron a volar, ya que Deke Slayton fue apartado del proyecto por una infección de oído.

El primer programa espacial tripulado de los Estados Unidos, “Mercury”, estuvo funcionando desde 1961 al año 1963. Inicialmente la cápsula se probó con un mono y luego con un chimpancé llamado Ham. También hicieron una prueba con un maniquí electrónico que respiraba.

Finalmente, el primer estadounidense en llegar al espacio fue Alan Shepard. Lo hizo el 5 de mayo de 1961 a bordo de la nave “Freedom 7”. A Shepard le siguió, nueve meses después, John Glenn, quien se convirtió el 20 de febrero de 1962 en el primer astronauta estadounidense en orbitar alrededor de la Tierra. En total, el programa Mercury lanzó seis misiones al espacio. La última fue la de Gordon Cooper, el 15 de mayo de 1963.

Programa Gemini

En el año 1965, dos años después de finalizar el “programa Mercury”, la NASA puso en marcha el “programa Gemini”. Aunque no tuvo tanto seguimiento entre la opinión pública como el primero, fue definitivo para el posterior y exitoso programa Apolo, que consiguió poner a un hombre en la Luna.

El programa Gemini tenía como fin varios objetivos. En primer lugar, las actividades conocidas como EVA (Extra-Vehicular Activities), que consistían en la estancia de los astronautas fuera de la cápsula espacial, en este caso en la Luna. El segundo objetivo consistía en adquirir experiencia en los encuentros espaciales entre naves. Es decir, las operaciones de separación entre el módulo que quedaba orbitando alrededor de la Luna y el que aterrizaba en ella, y su posterior acoplamiento para regresar a la Tierra.

También se estudió el objetivo de conseguir mantener a los astronautas en el espacio hasta dos semanas. A lo largo de 20 meses despegaron de Cabo Cañaveral, en Florida, 10 misiones Gemini, convirtiendo los vuelos espaciales en algo casi rutinario.

AGUILA

Las naves del “programa Gemini” fueron notablemente mejoradas. Entre las principales mejoras, se consiguió un aumento del 50 por ciento de capacidad en la cabina, permitiendo la estancia de dos astronautas. También se aumentó la capacidad de carga, se incorporaron asientos eyectables y se mejoró la maniobrabilidad. El aumento en la capacidad de almacenamiento permitió que las misiones fuesen más largas, gracias a la posibilidad de cargar células de combustible de reemplazo para la generación de energía eléctrica.

Las misiones Gemini sirvieron para que los astronautas aprendieran a trabajar y a vivir fuera de las naves, en el espacio. También les permitió que realizasen sus primeros paseos espaciales y que pudiesen trabajar las operaciones de encuentro y acoplamiento. La última misión del programa Gemini comenzó el 11 de noviembre de 1966 y terminó el día 15 del mismo mes. A bordo viajaban los astronautas James A. Lovell, Jr. y Edwin E. Buzz Aldrin.

Programa Apollo

En el mes de Julio del año 1960, antes de finalizar el programa Gemini, la NASA anunció la puesta en marcha del programa Apolo. En principio se trataba de un viaje tripulado para localizar un lugar apropiado para aterrizar en la Luna. Sin embargo, las presiones existentes en la carrera espacial convirtieron este programa en el proyecto definitivo para que el hombre pisara por primera vez nuestro satélite.

El 20 de julio de 1969, con Richard Nixon como presidente, el Apolo 11 alunizaba con dos astronautas a bordo, Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin. Mientras, su compañero Michael Collins se mantenía en órbita alrededor de la Luna. El primer hombre que pisó nuestro satélite fue Neil Armstrong, momento que se retransmitió a todo el mundo. Más de 500 millones de personas vieron llegar el hombre a la Luna.

El programa Apolo estuvo integrado por varias misiones de prueba sin tripulación y 12 misiones tripuladas. De entre esas 12 misiones, tres se llevaron a cabo para orbitar la Tierra (Apolo 7, 9 y Apolo Soyuz); dos misiones orbitaron alrededor de la Luna (Apolo 8 y 10); una misión tuvo que ser abortada (Apolo 13); tres misiones fueron canceladas por razones económicas (Apolo 18, 19 y 20), y seis misiones llegaron a alunizar.

En total, 12 han sido los astronautas que han caminado sobre la Luna: Neil Armstrong, Edwin Aldrin (Apollo 11), Conrad Charles, Alan Bean (Apollo 12), Alan Shepard, Edgar Mitchell (Apollo 14), David Scott, James Irwin (Apollo 15), John Young, Charlie Duke (Apollo 16), Eugene Cernan y Harrison Schmitt (Apollo 17).



Lo más visto hoy