CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 17 de junio de 2025

Asesino al volante en libertad: una resolución judicial que ignora el significado de dos muertes 

El juez de Garantías Daniel De Marco ordenó liberar a Raúl Alejandro Lozano García, imputado por matar al médico Diego Quirós y a su hijastro Iñaki. La Cámara de Apelaciones tiene la oportunidad de revertir una decisión que desoye el dolor y el peligro procesal.

Diego Quirós, su hijastro Iñaki y su esposa Yanina.

El camionero Raúl Alejandro Lozano García, un hombre con antecedentes penales que no tenía registro de conducir, se encuentra en libertad tras haber protagonizado el siniestro vial en el que falleció el médico Diego Quirós y su hijastro Iñaki, de 9 años. El juez de Garantías Daniel De Marco desoyó los argumentos de la querella y la fiscalía y ordenó una lamentable excarcelación, sin tener en cuenta la gravedad de las infracciones cometidas, ni lo que significan las muertes de un médico y un nene con toda la vida por delante.

La Justicia no puede fallar solo en base a la empatía, pero no puede desconocer el dolor de las víctimas ni la herida que la muerte de Quirós y su hijastro deja abierta en la comunidad. No puede desconocer lo que significa la libertad de un imputado y la sensación de injusticia que eso provoca.

Existen argumentos objetivos para mantener a Lozano García detenido: no tiene trabajo ni domicilio fijo, cuenta con antecedentes penales por violencia de género y robo y, si es condenado, deberá cumplir la pena de manera efectiva.

También existen argumentos suficientes para agravar la calificación de la causa -algo que evalúan tanto la querella como la fiscalía- y que la causa pase de homicidio culposo -con una pena de 2 a 5 años- a la de homicidio con dolo eventual, con una pena que va de los 8 a 25 años. Es que son tantas las infracciones que el camionero cometió, que se tendría que haber cruzado por su cabeza que en algún momento alguien podría morir. Y alguien murió por más que no le haya importado.

Lozano García no tenía registro de conducir, mucho menos un carnet profesional para manejar un camión con acoplado, por lo que se desconoce si tenía la destreza para maniobrar semejante vehículo en la ruta, con una carga cercana a los 44.000 kilos de granos. El camión no tenía VTV, por lo que el Estado nunca lo pudo controlar para ver si estaba en condiciones. Y el acoplado no tenía luces ni cintas refractarias, fundamentales para que otro conductor lo pudiera avistar en la Ruta 88.

A pesar de todos estos elementos, parece que el juez Daniel De Marco solo vio un expediente y una carátula con una pena posible excarcelable. No vio a Diego, no vio a Iñaki. No vio a las familias. No vio la herida abierta que dejó la tragedia. No vio la necesidad de hacer justicia.

El juez tampoco vio la situación de Yanina Liani, quien permanece internada en grave estado en la Clínica Colón y que al despertar le tendrán que contar que murió su esposo. Que murió su hijo. Que quien provocó esta tragedia está en libertad.

“Es un papelón que el juez de garantías le dé garantías al asesino y no a la familia”, expresó molesto el médico Francisco Quirós, el hijo de Diego Quirós y agregó: “Es una locura que la Justicia lo excarcele. Pero excarcelado o no, tiene el peso de haber matado a mi papá, a Iñaki y haberle provocado serias lesiones a Yanina”.

“Esto no fue un accidente, esto fue un siniestro vial con resultado fatal”, consideró el abogado de la familia Quirós y agregó: “No hay un accidente, es una impericia del conductor del camión que se demostrará con las pericias. Tenía que ser una persona calificada y por su impericia y negligencia produce la muerte de Diego Quirós y de Iñaki, por las condiciones en las que sale a la ruta y en las que estaba el camión”, expresó el médico de la familia Quirós, Juan Manuel Belliure.

El abogado Belliure y el fiscal Rodolfo Moure presentaron el viernes la apelación a la excarcelación de García Lozano. Además, aguardan por los resultados de las pericias mecánicas y accidentológicas, que podrían dar las condiciones necesarias para el cambio de calificación. Tampoco descartan la posibilidad de imputar a otra persona, como el titular del camión por haberle dado un vehículo a una persona sin exigir el carnet de conductor profesional y no tener la VTV.

Con Lozano García en libertad, resta esperar si la Cámara verá esta vez más que un papel. Si verá el riesgo de fuga, las omisiones e infracciones, las muertes de Diego Quirós e Iñaki, el dolor. Resta esperar si la Cámara está dispuesta a revertir la excarcelación, a hacer justicia antes de que la impunidad se consolide.

La Justicia no puede ser una oficina de trámites burocráticos deshumanizada y alejada de la gente. Tiene que ser también un espejo donde la sociedad se vea protegida. Cuando libera a un hombre con antecedentes penales que violó todas las normas y mató a dos personas, ese espejo se rompe. Y la confianza, también.


Antecedentes por violencia de género y robos


El imputado Raúl Alejandro Lozano García que hoy se encuentra en libertad cuenta con una historia en el sistema penal de Necochea, con dos causas por robo agravado y una condena por lesiones leves calificadas, por haber golpeado brutalmente a su expareja.

La sentencia, de 6 meses, la firmó el Juzgado Correccional N° 1, que además le impuso en su momento dos años de reglas de conducta, sometidas al control del Patronato de Liberados.

Esa causa ocurrió en Necochea el 19 de abril de 2019, cuando cerca de las 23 Lozano García atacó a su expareja mientras iban en un auto Ford Fiesta por la calle 32 y la 57.

Según consta en la sentencia, quedó demostrado que Lozano García se tornó agresivo y tomó fuerte de la cara a la mujer, a quien zamarreó y le propinó un fuerte golpe en la nuca y luego le pegó una trompada en la cara.

El médico legal certificó que la víctima tuvo lesiones en la mandíbula; excoriación de unos 1,5 cm de ancho en surco labial derecho; equimosis violácea en región mentoriana derecha de unos 1,5 cm; equimosis violácea en cara posterior de la muñeca izquierda; contusión en región occipital izquierda. Todas lesiones de origen traumático.