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El Mundo 11 de octubre de 2023

Bombardeos devastan Gaza y palestinos lanzan cohetes a Israel, que forma un gabinete de guerra

Los palestinos buscaban lugares seguros luego de que bombardeos israelíes a una escala "sin precedentes" demolieran barrios enteros, mientras que la única central eléctrica del territorio se quedó sin combustible y se agotaban los insumos en los hospitales.

El humo del bombardeo israelí se muestra sobre el puerto marítimo de la ciudad de Gaza.

El Ejército israelí intensificó devastadores bombardeos en la asediada Franja de Gaza y milicianos palestinos lanzaron más cohetes desde el enclave hacia Israel, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu y un líder de la oposición acordaron formar un “gobierno de emergencia” y un gabinete de guerra para dirigir la respuesta a los ataques sin precedentes de Hamas.

El nuevo gabinete de guerra, que se centrará sólo en cuestiones Ejercoto, relativas a la respuesta armada a los ataques del grupo islamista palestino Hamas y que durará hasta que ésta termine, estará formado por Netanyahu, el líder opositor Benny Gantz y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.

El principal líder opositor, Yair Lapid, no forma parte de la alianza, aunque el comunicado oficial precisó que tiene “reservado” un puesto en el gabinete de guerra.

El resto del Gobierno de coalición de Netanyahu -un conjunto de partidos nacionalistas de extrema derecha y judíos ultraortodoxos- seguirá en sus puestos encargado de los asuntos cotidianos no relativos a la respuesta militar.

En Gaza, en tanto, cinco días después de los ataques de Hamas en Israel, los palestinos buscaban lugares seguros luego de que bombardeos israelíes a una escala “sin precedentes” demolieran barrios enteros, mientras que la única central eléctrica del territorio se quedó sin combustible y se agotaban los insumos en los hospitales.

“Estamos atacando la Franja de Gaza a una escala sin precedentes, porque lo que pasó aquí es algo que nunca había pasado antes”, dijo a periodistas el jefe de la Fuerza Aérea israelí, general Omer Tishler.

En la Franja de Gaza, el Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas dijo que 1.100 palestinos, en su mayoría civiles, murieron en los bombardeos de Israel y que 5.300 resultaron heridos.

En Israel, el Ejército elevó a más de 1.200 la cifra de israelíes muertos en los ataques de Hamas, entre ellos 169 soldados. El Ministerio de Salud cifró los heridos en 3.007, entre ellos 28 en estado crítico y otros 354 con lesiones serias.

Las autoridades informaron de varios heridos por cohetes lanzados desde Gaza contra distintas ciudades, mientras que el movimiento islamista libanés Hezbollah atacó posiciones militares en el norte israelí y el Ejército israelí respondió con bombardeos a la zona del sur del Líbano de donde provinieron los disparos.

El sábado pasado, cientos de milicianos de Hamas se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza, mataron a centenares de civiles en sus casas, en las calles y en una fiesta electrónica al aire libre, además de secuestrar a civiles y soldados a los que amenazó con ejecutar en caso de que prosigan los ataques contra Gaza.

Desde entonces, Hamas y otros grupos armados del enclave han continuado disparando cohetes hacia Israel.

Se espera que el conflicto escale aún más, en medio de especulaciones de que Israel se prepara a lanzar una ofensiva terrestre contra el enclave en el que viven más de 2,3 millones de palestinos.

En ese sentido, Netanyahu calificó la ofensiva de Hamas como “una salvajada que no se veía desde el Holocausto” perpetrado por el nazismo y prometió que su país “vencerá por medio de la fuerza”.

Después del ataque, Israel detuvo la entrada de alimentos, agua, combustible y medicinas al territorio, una franja de tierra de 40 kilómetros de largo encajada entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo.

El único acceso restante desde Egipto fue cerrado luego de ataques aéreos cerca del cruce fronterizo.

El ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Sameh Shukri, indicó que “aspiran a abrir el paso fronterizo de Rafah para enviar la ayuda humanitaria”, aunque no brindó más precisiones.

Tampoco comentó oficialmente sobre un alerta que le habría dado su país a Israel tres días antes del ataque, información que publicó la prensa hace unos días y que fue ratificada por el congresista estadounidense Michael McCaul, jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

Mientras los palestinos se agolpaban en escuelas de la ONU y en un número cada vez menor de barrios seguros, organizaciones humanitarias insistieron con la necesidad de abrir corredores para hacer llegar la ayuda, al advertir que los hospitales abrumados por la afluencia de heridos se estaban quedando sin suministros.

Además, la única central eléctrica de la Franja de Gaza se detuvo por falta de carburante, dijo el jefe de la Autoridad de Energía del enclave palestino, dos días después de que Israel anunciara el cese del suministro de electricidad.

Jalal Ismail agregó que ahora la única fuente de electricidad en toda la región eran grupos electrógenos, pero que se estaba terminando el combustible para alimentarlos.

Israel ha movilizado a 360.000 reservistas y el Gobierno se encuentra bajo intensa presión pública para derrocar a Hamas, que ha gobernado el territorio desde 2007 y mantuvo firmemente el control durante cuatro ofensivas israelíes anteriores.

La madrugada del miércoles, al menos 30 personas fallecieron en el enclave en cientos de bombardeos israelíes, que afectaron edificios de viviendas, fábricas, mezquitas y tiendas, según Hamas.

El Ejército israelí dijo que varios objetivos del movimiento islamista fueron alcanzados.

Los aviones de combate israelíes bombardearon igualmente la Universidad Islámica, vinculada a Hamas, y derribaron varios edificios.

El Ministerio del Interior de Hamas dijo que los ataques aéreos israelíes destruyeron todo el barrio de al-Karama de Ciudad de Gaza, dejando un “gran número” de personas muertas o heridas.

La ONU dijo que más de 260.000 personas han huido de sus hogares en Gaza por los bombardeos israelíes, la mayor cantidad desde que una ofensiva aérea y terrestre de Israel en 2014 desarraigó a unas 400.000.

La gran mayoría se está refugiando en escuelas administradas por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Los daños a tres sitios de agua y saneamiento han cortado los servicios a 400.000 personas, agregó la ONU.

El Ejército de Israel dijo que lanzó ataques contra 2.687 blancos de Gaza desde el sábado, incluyendo 1.329 contra edificios de varios pisos donde Hamas tiene oficinas o activos.

El Ejército agregó que Hamas y otros grupos armados de Gaza lanzaron más de 5.000 cohetes a territorio israelí en el mismo lapso.

Seis personas resultaron heridas por una andanada de cohetes lanzada contra la ciudad costera israelí de Ascalón, al norte de Gaza, que fue reivindicada por Hamas y por el grupo palestino Yihad Islámica. Un cohete impactó en un hospital de la ciudad, pero no causó víctimas.

Más cohetes fueron lanzados desde Gaza la zona de Tel Aviv, pero sin causar víctimas.

En el norte de Israel, en tanto, Hezbollah disparó hoy misiles antitanque contra una posición militar israelí y afirmó haber matado y herido a tropas.

El ejército israelí confirmó el ataque, pero no hizo comentarios sobre posibles víctimas, mientras que bombardeó luego la zona del sur del Líbano donde se lanzó el ataque.

La Agencia Nacional de Noticias (ANN) del Líbano dijo más tarde que tres civiles resultaron heridos y 10 casas destruidas por bombardeos israelíes en los sureños poblados de Marwaheen y Duhaira.