Una de las esquinas de Falucho y Las Heras albergó durante años una casa de pesca y un almacen. Nada novedoso en un barrio en el que conviven mayoritariamente esudiantes y jubilados todo el año y que se llena de turistas en verano. Tiempo atrás nadie hubiera imaginado que ese lugar, alejado de cualquier circuito gastronómico, iba a cambiar su fisonomía con la llegada de una cervecería.

La apuesta de abrir un puesto de recarga en esa esquina es apenas un ejemplo del boom de las cervecerías artesanales en la ciudad. Ya no se puede hablar de moda o fenómeno pasajero. El crecimiento en los últimos años no se detuvo y la expansión de los locales llegó a lugares impensados. Durante 2017 se abrieron alrededor de 40 locales, entre bares de marca (venden su propia cerveza), multimarca (expenden variedad de marcas) y puestos de recarga. Según las estimaciones de la Cámara Cervecera Artesanal Marplatense, estos nuevos locales generaron alrededor de 300 puestos de trabajo, un dato significativo en la ciudad más golpeada por la desocupación.

Mar del Plata cuenta con cerca de 50 fábricas de cerveza artesanal, algunas de ellas en proceso de habilitación. En total, se fabrican en la ciudad alrededor de 1 millón de litros por mes.

Otro dato que explica el fenómeno es el promedio de consumo. A nivel nacional, sobre un 100% de consumo de cerveza, el 2,5% es artesanal. En Mar del Plata, la cifra crece hasta al 12%.

Apuestas

“Abrimos hace un año y nos está yendo muy bien. El invierno fue duro pero por suerte lo pasamos y ahora explota casi todas las noches”, le cuenta a LA CAPITAL Federico, uno de los encargados de Beerlin, la cervecería de Falucho y Las Heras.

El local está abierto todo el día y se puede ir a recargar el botellón de 10 a 21, el horario máximo permitido. “Eso nos da una ventaja porque estamos todo el día. En esta época hay gente que va o viene de la playa y aprovecha para llevar cerveza”, agrega.

“Todas las noches hacemos degustación de pernil con la pinta de cerveza y viene mucha gente”, explica Federico y remarca que “también tenemos cerveza para celíacos”.

La apuesta de abrir un local en esa esquina fue fuerte. No es una zona con muchas propuestas gastronómicas y casi no hay bares nocturnos. Sin embargo, funcionó. Con la llegada del calor, el lugar se llena todas las noches.

“La elección del lugar fue, principalmente, porque se pudo conseguir el local. La ventaja que tenemos es que estamos sólos, no hay otras cervecerías en la zona”, opina.

Algo similar sucedió en Sarmiento y Boulevard Marítimo, una esquina vidriada y con vista al mar, pero desaprovechada a nivel gastronómico. Ese fue el lugar elegido por Damián, uno de los dueños de Hops para apostar a una cervecería.

“Abrimos en septiembre y nos está yendo excelente. Hay mucho movimiento. Era un lugar que no estaba explotado, pero nos la jugamos y salió bien”, explicó.

Con un local chico pero pintoresco y muchas mesas en la vereda, con vista al mar, en el horario de happy hour, el bar ya está lleno.

“Antes de la temporada, nos benefició estar enfrente del Hotel NH, ya que siempre hay movimiento por congresos o algún evento como el Festival de Cine”, destacó Damián y se ilusiona con montar un fábrica: “Por ahora vendemos de distintas marcas pero la idea a futuro es poder hacer cerveza nosotros”.

Además de cerveza, el local ofrece una variada carta con propuestas gastronómicas con picadas, pizzas, sandwiches y hamburguesas. “Al principio, llenábamos el local con nuestros amigos. Pero después cada uno de ellos iba volviendo con otros amigos y así se fue haciendo conocido. Lo más difícil en un bar es que la gente vuelva y acá por suerte lo estamos logrando”, valora Damián.

Otro lugar que ya es un polo cervecero es avenida Constitución. Con la próxima apertura de un local de Cheverry, la avenida contará con cinco cervecerías y dos bares multimarcas.

La apuesta de Sebastián Lima y Nicolás Rodríguez es otro ejemplo del furor cervecero. En julio del año pasado se la jugaron y abrieron, Mr. Beer, un local de recarga en Jara e Ituzaingó. “Hicimos un estudio de mercado y en esa zona no había nada. La gente del norte de la ciudad tenía que irse hasta las fábricas a comprar”, recuerda Sebastián. “Fuimos los primeros en la zona y por suerte nos está yendo bien. Tenemos más de 20 canillas y también traemos cervezas de afuera”, cuenta.

Al igual que otros puestos de recarga y también comercios, Sebastián lamenta que el horario de venta sólo sea hasta las 21. “En esta época eso nos mata. La gente se queda en la playa hasta tarde y entre que se va, decide comprar y busca el botellón se hace tarde”, añade.

Con la iniciativa de Mr Beer, sus dueños fueron reconocidos por el premio Aemprender, un reconocimiento que brinda la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar del Plata a jóvenes empresarios de la ciudad. Además de la recarga de botellones también alquilan barriles para eventos. Hay de 20, 30 y 60 litros.

“También fuimos los primeros en la ciudad en implementar el sistema Pegas, una alternativa que permite cargar cerveza en botellas descartables”, comenta Lima.

La intención de estos dos amigos es explorar nuevas iniciativas dentro del negocio. Como el Beer Truck que acaban de lanzar. Se trata de una pintoresca motito con 5 canillas que se traslada a distintos eventos. “Tenemos otras ideas en mente porque sabemos que la industria cervecera en Mar del Plata no tiene techo”, señala.

“Va a seguir el crecimiento”

A la hora de explicar el boom cevecero, Pablo Rodríguez, miembro de la Cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata, destacó que “en Mar del Plata pasó algo similar a lo que ocurrió en La Plata o Bariloche. El crecimiento fue exponencial” y agregó que “actualmente en Capital Federal y Rosario está pasando lo que pasó acá hace un tiempo”.

Respecto al momento en que empezó a crecer el boom cervecero, Rodríguez aseguró que “si bien no hay una fecha específica, el cambio fuerte fue hace cinco años.”

Sobre las causas del crecimiento, el propietario de Antares remarcó que “fue importante el hecho de recibir en Mar del Plata algunos eventos como el de la Asociación Somos Cerveceros y, en dos oportunidades, la Copa Sudamericana de cerveza”.

“Cada evento de esos fue un impulso tanto para los cerveceros como para la visión general del público local. Son eventos que tienen mucha comunicación, posibilidad de que la gente se acerque a los fabricantes y también fueron momentos para que los cerveceros generen una sinergia”, agregó.

El crecimiento de las cervecerías empezó hace varios años y se sostuvo. ¿Qué pasará a futuro? “Creo que va a seguir creciendo. Tal vez en Mar del Plata sea menor porque viene de muchos años muy fuerte. Pero en Argentina va seguir creciendo a tazas del 30 o 40 % por año. Acá en Mar del Plata todas las fábricas están proyectando más locales y puntos de venta”, cerró.

“No es una moda, sino un cambio cultural”

Federico Echeverry, responsable de Cheverry y actualmente presidente de la Cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata, aseguró que “este fenómeno no es una moda, sino un cambio cultural”.

“Hoy le preguntás a cualquier persona que consume cerveza artesanal, si dejaría de consumirla para volver a una cerveza de botella y te diría que no. La mayoría van a seguir con la artesanal”, le dijo a LA CAPITAL.

El titular de la Cámara resaltó lo importante que pasó a ser para la ciudad la movida cervecera que se generó. “Hoy Mar del Plata se destaca por la calidad de su cerveza artesanal. Es la ciudad con mas reconocimientos por su calidad de cerveza”, contó,

El productor cervecero resaltó el crecimiento de los últimos años y consideró que “Antares nos marcó el camino”.

“Que Mar del Plata sea la ciudad en la que más se consume cerveza artesanal, yo no tengo dudas que es porque existe Antares. Hace casi 20 años Antares nos mostró que había otra cerveza que era muy buena. A nivel mundial, la cerveza de Antares es excelente. Eso nos dio un faro, un norte. No podíamos hacer una cerveza que no esté a la altura de Antares. Creo que el fenómeno se da en Mar del Plata por eso. Hubo una fábrica que nos mostró a donde teníamos que ir.”, explicó.