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Opinión 21 de octubre de 2018

¿Cómo venderle al mundo? El Estado, mi socio

*Por Matías Frati 

@matiasfrati

Esta semana, en Mar del Plata, el Gobierno Nacional presentó Argentina Exporta. El programa busca incrementar las exportaciones nacionales y potenciar a todos los sectores, para lograr metas de perspectiva similares a las que tienen los países de la región y que Argentina perdió hace tiempo.

“La Argentina tiene que abrirse al mundo” fue una de las frases con las que el Ministro de la Producción y Trabajo, Dante Sica, definió –esta semana- lo que sucede en la actualidad, consecuencia de más de una década donde la economía nacional estuvo “cerrada” a los mercados internacionales por decisión de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, y sus políticas de freno de las importaciones.

De hecho, en la actualidad la economía argentina es una de las tres más cerradas del mundo, lo que dificulta cualquier tipo de conexión y actividad comercial entre las empresas de nuestro país con potenciales clientes más allá de nuestras fronteras.

Durante su presencia en Mar del Plata, Sica presentó Argentina Exporta, un programa dirigido a fomentar la participación del sector empresarial en los mercados internacionales. Es que la única vía para salir del círculo vicioso de crisis-devaluación-crédito que impera en nuestra cultura nacional desde hace décadas es produciendo más riquezas y llevándolas a los mercados internacionales.

El ministro indicó que el país debe tener “una estrategia exportadora, debe tener una mirada inteligente para definir cómo vamos al mundo. Las provincias y los municipios también deben articular acciones con los sectores productivos”, señalo.

Al mismo tiempo, envió un claro mensaje al sector empresarial: “hoy el tipo de cambio acompaña, pero no hay que quedarse con eso. Es necesario que logremos tener una competitividad sistémica”, dijo.

Metas de perspectiva

La meta que definió el Ministerio para los próximos años es triplicar el nivel de exportaciones, que durante 2017 alcanzaron los u$s 60.000 millones. Para ello, el objetivo es, al año 2030, alcanzar los u$s 200.000 millones.

Sin embargo, habrá mucho por hacer para alcanzar ese objetivo, como por ejemplo lograr más acuerdos de libre comercio. Nuestro país es uno de los que menos tratados de este tipo posee en el plano internacional, incluso dentro del Mercosur son escasos. Pero, además, de los que están firmados pocos son los que se aplican. Por eso, Sica sabe que uno de los puntos a poner en marcha pasa por ahí.

En estas metas de perspectiva, el Gobierno también entiende que tiene que contagiar a más empresas a poder vender hacia afuera. Por eso, pretende llegar a 40.000 empresas exportadoras. En la actualidad, y en términos generales, la Argentina cuenta con unas 860.000 empresas registradas.

Aunque los números parezcan abultados, no lo son: tanto el objetivo de exportaciones (u$s 200.000 millones) como la cantidad de empresas exportadoras (40.000) son los que hoy en día manejan los países de la región: “no pretendemos compararnos con países de Europa -dijo el Ministro- pero sí ponernos a tono con los vecinos del barrio”. Esto quiere decir que los países vecinos ya están en esos niveles de intercambio con el mundo.

¿Cómo lograr las metas?

Para alcanzar estas metas de perspectiva la Argentina tiene que trabajar fuertemente durante los próximos años. Y en esto, el Estado tiene que jugar un rol importante.

Uno de los caminos es mejorar el acceso de las empresas a los mercados. En algunos casos será la apertura de mercados nuevos, en otros el sostenimiento de los actuales. Es fundamental, en esos casos, conocer la normativa de cada uno de los países a los que se pretende vender la producción y obtener certificaciones de esos destinos como así también normas de calidad de estándares internacionales.

Otro punto para explorar es la diversificación de los mercados. En ese caso, explorar las necesidades de los diferentes países para llegar a ellos con un producto “necesario” y competitivo. De esta manera, se puede, incluso, optimizar el complejo exportador desde nuestro país anticipando a las necesidades de los diferentes mercados (clientes).

Y, por supuesto, mayor acompañamiento de los tres niveles del Estado a las empresas exportadoras. Nación, provincias y municipios deben trabajar de manera articulada con el sector privado para facilitar el acceso a la información y flanquear los obstáculos que se presenten durante el proceso. En este punto, el financiamiento de exportaciones será importante, por eso el Ministerio está trabajando con el BICE para impulsar líneas de prefinanciación de exportaciones a tasas subsidiadas. También el Estado sabe que tiene que ser bien eficiente en la devolución de impuestos que operan en el sistema.

El plan es ambicioso, pero es un plan. La mejor manera de pasar de un pasado calamitoso a un futuro o estado deseado promisorio es poniendo objetivos, metas, trazando un camino y planificando acciones, para luego medir los resultados, profundizar el camino en caso de estar satisfecho con esas metas o revisar y corregir en caso de que sea necesario. Y lo que mostró Sica en Mar del Plata es un plan. Ahora, manos a la obra.

*Periodista Especializado en Empresas y Economía