La historia comenzó en la burbuja de Buenos Aires con los “positivos” de Diego Gerbaudo y Joaquín Valinotti y el contacto con otros equipos con casos de la Conferencia Sur de la Liga Nacional de Básquetbol. Un día después de la suspensión de la competencia, el último jueves, el plantel regresó a Mar del Plata. El sábado algunos jugadores empezaron a sufrir estados febriles. El cuerpo médico dispuso el aislamiento de todos, pero a raíz del fin de semana largo, recién el martes se pudieron hisopar.

Los resultados fueron lapidarios. Una gran mayoría del plantel volvió de Buenos Aires contagiada de Covid-19. Aunque el estado de salud de los jugadores es bueno en líneas generales, el plantel permanecerá aislado durante las próximas dos semanas.

Aunque no hay comunicación oficial sobre el día de retorno a la competencia -se especulaba con que la Conferencia Sur lo haría el 2 de diciembre-, los dirigentes comenzaron a realizar gestiones para reprogramar los primeros partidos.

“No creo que el equipo pueda jugar antes del 10 de diciembre”, aseguró el directivo Alejandro Amoedo.
El mismo dirigente mostró su confianza en que la AdC acceda al pedido de Peñarol. “En la reunión del último lunes se convino en reprogramar los partidos de aquellos equipos que sufrieran contagios masivos. No debería haber problemas. Entiendo que se quiera jugar, pero la salud de los jugadores debería ser prioridad”, manifestó a LA CAPITAL.

En otro orden, anoche se aguardaban los resultados de los hisopados practicados ayer mismo en Buenos Aires a Diego Gerbaudo y Joaquín Valinotti, los dos jugadores contagiados en la “burbuja”. Si el resultado era negativo, los directivos decidieron ir a buscarlos a ellos y al ala-pivote estadounidense Tevin Glass, flamante refuerzo extranjero del equipo reemplazante del despedido Jeff Pollard.

Glass estaría llegando aproximadamente en horas del mediodía al país. Se realizaría el hisopado en Mar del Plata y podría comenzar a entrenar con Nicolás Franco, “inmunizado” por haber contraído Covid-19 antes del torneo y, eventualmente, con los propios Gerbaudo y Valinotti.

En tanto, los directivos siguen buscando un perimetral para reemplazar al también cesanteado Derrik Jamerson. Pese a que esta Liga Nacional se parece bastante a una pesadilla, en Peñarol nadie tira la toalla.