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La Ciudad 30 de agosto de 2020

Coronavirus: para los infectólogos, la situación en la ciudad es “muy preocupante”

La doctora Cristina Miglioranza, titular de la Sociedad de Infectología, reclamó un “cambio de conducta ciudadana” para convivir con el virus en su momento de mayor despliegue, reconoció el “desgaste” de los integrantes del sistema de salud y la “finitud” de los recursos humanos. También apeló “a la responsabilidad” ciudadana para cumplir con las medidas preventivas. Incertidumbre y dinamismo.

 

La titular de la Sociedad Marplatense de Infectología, doctora Cristina Miglioranza, radiografió la situación de la pandemia por Covid-19 en la ciudad, calificándola como “muy preocupante” y destacó el trabajo de los equipos de salud, tanto del ámbito privado como público.

También apeló a la responsabilidad social y pidió “un cambio de conducta” para evitar la propagación de contagios.

La profesional aseguró que “los números son la consecuencia de un aumento que llegó progresivamente. La verdad es que esperábamos bastante menos pero no fue así”, a la vez que calificó a los datos de la última semana como “una escalada muy importante, por eso la decisión gubernamental” de retroceder a fase 3 en la ciudad.

Sobre la situación en Mar del Plata, la jefa del servicio de Infectología del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y la Clínica Pueyrredon, la calificó como “muy preocupante” debido a que “están los pacientes con sospechas de Covid, los que tienen confirmación Covid y los otros pacientes que no tienen nada que ver con la pandemia y que reciben internación por diferentes causas, tanto en la unidad de cuidados intermedios como en la de intensivos”, detalló en el programa radial en “La Contratapa”, ayer por la 93.3 Atlántica Latina.

“A la habitual ocupación de camas por patologías habituales -añadió-, como tratamientos oncológicos o heridas de arma de fuego o arma blanca, tanto en el sector público o privado, se le suma el requerimiento de cama de quienes ingresan con cuadros sospechosos de Covid que después se confirman o no”.

En ese sentido explicó que la internación de los casos sospechosos de coronavirus debe realizarse “en una sala individual y eso, en muchas instituciones, también reduce el número de camas disponibles. Pocas instituciones disponen de salas individuales y las autoridades y los médicos que estamos en la asistencia tenemos la preocupación que en algún momento se sature el sistema y se reduzcan las camas”.

Como parte del personal de salud que se encuentra en la primera línea frente al Covid-19, la profesional señaló que “nos afecta directamente” y describió que “parte del equipo contrae el virus, algunos lo transitan en su casa, otros son internados y desgraciadamente tuvimos el fallecimiento de una agente de salud”.

Además consideró que el impacto “también tiene que ver con “el agotamiento que se produce al reducir el número de agentes que siguen trabajando, porque se incrementa el trabajo para los que quedan: más horas de trabajo, mayor agotamiento y más exposición y mayor enfermedad”.

Asimismo, la presidenta de la Sociedad Marplatense de Infectología explicó que “el 90 por ciento de los casos locales no tiene necesidad de internación, sin embargo no hay conciencia de lo que sucede. Ese es el problema principal”.

“Hablamos desde el comienzo de la pandemia -añadió- de tintes diferentes. La comunidad en general está parada diferente a marzo, cuando era novedad y el miedo nos había invadido a todos. Fue el miedo lo que nos hizo quedar en casa”, remarcó.

A su entender, después de los primeros meses de aislamiento obligatorio la situación cambió “y se perdió el miedo. Debió venir la responsabilidad como ciudadanos y cumplir con las recomendaciones, no por miedo sino por conciencia, atendiendo al cuidado propio que implica también el cuidado del que tengo al lado”.

Esa inconducta, contó la profesional, se ve reflejada en los rastreos de los casos positivos, ya que el foco principal de los contagios se visualiza en los asados, en las mateadas, en los festejos clandestinos.

“Cuando se cargan los datos en el SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina) -detalló- empezamos a preguntar y a buscar los contactos y resulta que fueron asados, cumpleaños, mateadas, cantidad de eventos sociales que no se producen en el restaurante de la vuelta, sino en un quincho, un living, una quinta, lugares privados”.

Trabajo full time

Así, la doctora Miglioranza y sus colegas comprobaron que “no hay conciencia social de lo que está sucediendo. Esta inconducta puertas adentro es la que tiene la mayor responsabilidad de que hayamos llegado a este retroceso de fase que tanto perjudica a la economía de la ciudad”.

Y, si bien explicó que “el 80 por ciento de quienes contraen el virus lo pasan en la casa, leve, un 20 por ciento requiere internación y un 5 por ciento cuidados intensivos, que es el punto más sensible”.

“La cosa se complica al internarse -describió-, sufre el paciente y también la familia y el entorno, porque una vez ingresado no tienen contacto con la familia hasta el alta. No hay visitas, así que además del sufrimiento físico hay sufrimiento emocional, del paciente y la familia”.

En ese sentido, destacó el trabajo realizado por “todos los integrantes del equipo de salud, el valor de los enfermeros, que tienen una conexión importante con el paciente sufriente porque están al lado” y también reconoció que “hay miedo a lo desconocido, a empeorar y morir”.

Así, aseguró que tanto en el sector público como privado “van aumentando” las internaciones y destacó que “no hay números infinitos de camas, a pesar del esfuerzo. Y uno puede buscar recursos materiales, económicos, para tener más camas o respiradores, pero no un médico o un enfermero para reemplazar a otro que se enfermó. Es un recurso finito al que hay que prestarle mucha atención”.

Y, a su entender, ese llamado de atención por parte de las instituciones, personal médico y autoridades además de “preocupación” también generó “el retroceso de esta semana”, de fase 4 a 3, con la consiguiente prohibición de actividades de todo tipo.

Asimismo, reconoció el “trabajo de todo el equipo de salud” y contó que “en todas las instituciones se formaron equipos de trabajo con gente joven, residentes de clínica médica y terapia intensiva, equipos de guardia, y otros no tan jóvenes que los conducen, con espíritu de lucha y entrega. Son los que cada día están en la verdadera primera línea”.

“El drama está instalado”

Ante la ausencia de la vacuna, la doctora Miglioranza apeló al “comportamiento social”, ya que “van a pasar meses” hasta que la misma esté disponible. Por esa razón apeló a la necesidad de “entender que hay que vivir de manera diferente, hoy tenemos y contamos muerte. El drama está instalado”.

“La ciudadanía tiene que entender -advirtió- que hay que cambiar la forma de vida, porque esto no se va a solucionar en unos días. Se ocupan camas en los hospitales y las clínicas y si no se resuelve y hay un cambio, se va a complicar mucho más”.

En ese sentido, consideró que “cambiar la conducta humana es una de las cosas más difíciles, lleva bastante tiempo, y el virus no se va a ir en uno o dos meses. Tenemos que lidiar hasta la vacuna, hablo de meses, no de unos días”. “Para recuperar la vida, la economía, la estabilidad emocional -dijo- tenemos que comportarnos socialmente de manera distinta”.

Finalmente, sobre los tratamientos con plasma de pacientes recuperados de Covid-19 explicó que “se utilizó sin mayor dificultad en Mar del Plata, gracias a un enorme esfuerzo del Centro de Hemoterapia y sus especialistas. Se estudia a cada paciente y se determina la necesidad de cada uno”. Aunque advirtió que “no hay una estricta evidencia de la efectividad” del mismo como tratamiento y todavía “no hay ensayo controlado que demuestre la eficacia”, aseguró que “hay mejoría en los pacientes que pueden recibir plasma, que es un recurso agotable porque depende de la donación de personas que transcurrieron la enfermedad”.

En primera persona

La doctora Cristina Miglioranza, además de presidir la Sociedad Marplatense de Infectología es la jefa de Infectología del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y de la clínica Pueyrredon.

Sobre su día a día, aseguró que “nos cambió a todos” y explicó que vive “con mi familia, con mis convivientes que son mi marido y mis dos hijas”, a la vez que confesó que “no veo a mi hermano ni a amigos ni a mi padre, al que le di el último abrazo el 15 de marzo”.

A nivel profesional señaló que nunca imagino vivir una situación como la actual aunque “tuvimos un ensayo con la pandemia de la gripe, en 2009, que no tuvo ésta dimensión. Es enorme la afectación que tiene ésta otra”.

“He leído, estudiado sobre situaciones similares como puede ser la gripe española de 1920 –añadió-, pero ninguno de nosotros imaginó vivir una situación como esta, por eso vamos aprendiendo dia a dia. Hemos ido para atrás y adelante en un montón de cosas y dos palabras definen dese marzo esta pandemia: dinamismo e incertidumbre”.

Recomendaciones

La infectóloga Cristina Miglioranza recomendó que “ante el mínimo síntoma de dolor de garganta, sensación febril, chuchos, diarrea, náusea, vómitos, dolor de cabeza intenso, tos seca, falta de olfato” se debe consultar al médico “prioritariamente telefónicamente”.

Asimismo, si los síntomas afectan a una persona joven sugirió que “no salga a hacer sus actividades, la gente con síntomas no tiene que ir a trabajar”.

Por otra parte, reiteró la necesidad de respetar “la distancia social, de un metro y medio a dos del otro, en todo momento; usar barbijo, en todo momento; y lavarse las manos cada vez que pueden, antes de tocarse la cara, que es por dónde entra el virus”.

“Cumplir y hacer cumplir estas medida –aseveró-es la única manera que tenemos de detener esto. Si el virus no encuentra un humano se corta la cadena”, concluyó.