El fiscal Carlos Russo pidió este jueves la prisión preventiva de Federico Saralegui, el detenido por el crimen de Pablo Oporto, y a la vez la elevación a juicio de la causa al considerar que la investigación del hecho está terminada.

Para Russo, el imputado debe ser juzgado por un tribunal como autor del delito de “homicidio agravado”. Vale recordar que el propio Saralegui había reconocido que disparó sobre Oporto el pasado 19 de enero en el barrio Las Dalias, pero en su declaración manifestó que lo hizo “en defensa propia”.

Ahora, la Justicia de Garantías deberá definir la situación procesal del acusado, quien está detenido desde el 12 de febrero.

El caso se había producido el 19 de enero, cuando Oporto fue baleado en el abdomen tras una discusión que había comenzado antes entre una joven, hija de su pareja, y una mujer a la que ella le había alquilado una casa y a quien le debía una suma de dinero correspondiente a la renta de los últimos meses.

Según la reconstrucción del hecho, el conflicto se inició cuando la propietaria de la vivienda increpó a su inquilina y le exigió el pago de la deuda. En ese contexto la joven llamó a su madre para que fuera hasta la propiedad, ubicada en Los Naranjos, entre Ringuelet y Cabrera.

La mujer llegó acompañada de Pablo Oporto. Ambos se unieron al enfrentamiento verbal con la locadora, al que se sumó poco después Mauricio Oporto, hermano de Pablo.

En circunstancias que son materia de investigación, Mauricio habría extraído entonces un arma de fuego y efectuado disparos al aire, lo que motivó que otros vecinos de la vivienda salieran a la calle y lo increparan y le reprocharan su accionar.

Al parecer, y a sabiendas de que el nivel de violencia en la discusión había escalado, el propio Pablo Oporto y su pareja le pidieron entonces a Mauricio que se retirara de allí. Cuando lo hacía, dos hermanos residentes del mismo barrio Las Dalias, identificados como Federico y Marcelo Saralegui, fueron detrás del hombre armado y uno le realizó una especie de tackle que hizo que cayera al piso. Acto seguido, lo redujeron y le quitaron el arma que llevaba consigo.

Federico Saralegui quedó detenido e imputado por el crimen de Pablo Oporto luego de que apareciera en un video tomado por una cámara de seguridad en el que se lo observa mientras efectúa disparos con un arma de fuego.

Al observar esa situación, Pablo Oporto acudió en defensa de Mauricio y fue entonces que uno de los Saralegui le disparó con el mismo arma que le habían quitado a su hermano. Conforme pudo establecer la Justicia en forma preliminar, el autor del ataque habría sido Federico Saralegui, cuyo accionar mientras efectúa los balazos quedó registrado en un video tomado por una cámara de seguridad.

La víctima fue trasladada de urgencia en un automóvil al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) con una herida en el abdomen, por la que fue derivada directamente al quirófano, donde le realizaron una intervención quirúrgica.

Cuando el personal policial del Destacamento HIGA vio la situación decidió demorar al hombre que lo había llevado a la guardia, quien resultó ser su hermano Mauricio. De inmediato al requisarse el automóvil se observó que en el interior había dos armas, una Pistola Browning GS-pa con tres municiones y una pistola Glock. Por ese motivo el hermano, de 41 años, quedó aprehendido y acusado de “portación ilegal de arma de guerra”.

En un primer momento, Oporto no presentaba riesgo de muerte pero su cuadro clínico fue empeorando con el correr de los días hasta agravarse en las últimas horas. Finalmente, el 12 de febrero se confirmó su fallecimiento y se convirtió así en la novena víctima de homicidio en lo que iba de 2025 en Mar del Plata.

El fiscal Russo, había avanzado ya para entonces en el esclarecimiento del ataque al punto tal que identificó al agresor como un vecino de la zona. Sin embargo, debido a que parecía que no iba a haber un desenlace fatal, el investigador estaba aguardando para reunir más elementos de prueba para consolidar la acusación.

La muerte de Oporto apuró el proceso y ese mismo miércoles 12 de febrero fue detenido Federico Saralegui, acusado de ser el autor de los disparos. El sospechoso compareció en Tribunales el jueves siguiente, donde el fiscal lo notificó de su imputación en la causa caratulada “Homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

Posteriormente, se negó a declarar y se dispuso que permanezca detenido en la Unidad Penal Nº 44 de Batán. Diez días después, Saralegui decidió dar su versión de los hechos.

“Estoy conmocionado, nunca tuve la intención de hacerlo, pero no me quedó otra”, dijo en sus primeras palabras ante el fiscal Russo. Y, acto seguido, agregó que tras la discusión vecinal ocurrida vio a su propio hermano darle la voz de alto “a un muchacho”. “Sin saber quién era lo increpo desde atrás y le hago una reducción. Mientras va cayendo se le cae un arma”, señaló.

En esa declaración formal, Saralegui hacía referencia al hermano de Pablo Oporto, quien acababa de abandonar la pelea por el alquiler y se retiraba del lugar por requerimiento de lo demás habitantes de la zona. El pedido obedecía a que había hecho algunos disparos y no querían problemas.

Entonces, fue cuando los hermanos Saralegui empezaron a forcejear con Mauricio Oporto y tras llamar al 911 apareció en el lugar Pablo Oporto. “En ese momento viene el hermano del muchacho que estaba en el piso en un auto negro tenía un cuchillo en la mano. Baja del auto con su señora y viene hacia nosotros. El de naranja (Pablo Oporto) ve que yo tenía las armas y comienza a decirme ‘dame las armas, dame las armas” yo retrocedo y al lado estaba mi hermano Germán, vestido con musculosa azul que observó que querían lastimarme con el cuchillo, entonces le baja la mano y es ahí cuando yo disparo y le pego al muchacho de naranja”.

Toda esta secuencia, con algunas imprecisiones, puede observarse en el video captado por la cámara de una vivienda de la esquina misma en donde ocurrieron los hechos.

Según Martín Bernat, abogado de Saralegui, “lo que se puede ver en este caso es a tres hermanos que buscan salir en defensa de una vecina a la que le acababan de realizar disparos. Y esto ocurre porque los vecinos están hartos de la inseguridad, de que la policía no vaya, detienen ciudadanamente en forma legal a esta gente, a una persona que estaba con dos armas, y que porque la policía no llegaba al lugar termina sucediendo todo esto. A todas luces es un caso de legítima defensa y no puedo creer que esta gente esté pasando por esto”.

A pesar de esto, para el fiscal Russo la autoría del homicidio de Oporto por parte del Federico Saralegui está acreditada, más no que haya actuado en defensa personal, por lo que su acción debe ser juzgada en un debate oral.