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Policiales 4 de octubre de 2022

Aprehensión ilegal y torturas: la investigación que llevó a la detención de cuatro policías

El fiscal Juan Pablo Lódola analizó los testimonios de las víctimas, vecinos, pericias, registros de los patrulleros y otras pruebas para imputar a cuatro efectivos de la comisaría sexta por "privación ilegal de la libertad, agravado y torturas, concurriendo ambos materialmente entre sí".

La investigación realizada por el fiscal Juan Pablo Lódola en torno a cuatro policías de la comisaría sexta que habrían detenido ilegalmente y torturado a dos adolescentes en el barrio Libertad, cuenta con una serie de testimonios y pruebas que permitieron a la Justicia de Garantías no dudar al momento de ordenar la detención de los acusados.

Se trata de una investigación importante con pruebas sólidas y contundentes“, expresó una fuente judicial cercana a la investigación consultada por LA CAPITAL y es que, entre los elementos analizados por el fiscal Lódola hay testimonios, pericias médicas, testigos y pruebas materiales que justifican la imputación contra los policías Ariel Marcelo Estévez Pitrau, Sandra Vanesa Cano, Jonathan Elías Cabrera y Micaela Agustina Estigarribia por los delitos de “privación ilegal de la libertad, agravado y torturas, concurriendo ambos materialmente entre sí”.

La denuncia

El hecho fue denunciado por la mamá de uno de los adolescentes, quien el sábado 17 de septiembre llamó al 911 para decir que su hijo había sido golpeado por personal de la Policía Bonaerense.

Inicialmente la causa recayó en la fiscalía de Alejandro Pellegrinelli, quien ordenó que las víctimas fueran al cuerpo médico, donde se confirmaron las heridas. Luego, al entender que los implicados eran policías, fue derivada al fiscal Juan Pablo Lódola.

El menor presentó su testimonio y relató todo lo que sucedió, las amenazas, tormentos y torturas sufridas. El adolescente, de 14 años, aportó también las características de los policías y aseguró que reconocía a tres de ellos. Además, dijo que era la tercera vez que era detenido y que en dos ocasiones lo habían llevado a la comisaría sexta. Esta afirmación se encuentra corroborada con las actuaciones policiales, de las que no hay registro oficial de lo ocurrido el 17 de septiembre, cuando en vez de llevarlo a la comisaría sexta lo trasladaron, junto a un amigo, a un descampado en Strobel al 10500.

La otra víctima, el adolescente de 16 años, dio un relato coincidente. Para la fiscalía esto resalta la verosimilitud en los testimonios, no solo en la medida que resultan relatos coincidentes entre sí, en los tramos generales de tiempo, modo y lugar, sino también en cuestiones de detalles, como expresiones que habrían realizado los imputados y las circunstancias.

Ahora van a ver cómo los matamos “. “Los que mandamos somos nosotros“. “Me parece que te vamos a matar acá”. “Tienen tres segundos:tres, dos, uno…”. Estas son algunas de las frases que las víctimas, cada uno en sus relatos en sede judicial, aseguraron que los policías les decían.

Información de los patrulleros y testimonios de testigos

La fiscalía analizó un informe que demuestra que el móvil N° 27481, conducido por Cano y Estévez, y el móvil N° 27381, con Cabrera y Estigarribia, coincidieron en estar en tiempo y espacio en los lugares que describieron las víctimas.

Ese 17 de septiembre, el móvil 27381 permaneció detenido desde las 22 a las 22.08 en Beruti al 9100, coincidiendo temporalmente con el móvil 27481, que lo hizo entre las 22.05 y 22.09. Luego se detuvieron en Strobel al 10.500, y allí permanecieron ambos móviles entre las 22.13 y 22.23.

Un vecino declaró que ese sábado a la tarde, un móvil policial había pasado varias veces por la puerta de la casa del adolescente de 14 años y que un policía lo había amenazado con un arma de fuego.

Otro vecino de Beruti al 9100 aseguró que el sábado, cerca de las 22, vio un procedimiento en el que la policía identificaba a dos adolescentes. Se acercó y uno de los efectivos le dijo que “no había nada que ver, que se retirara”.

Finalmente, según consta en la causa, en los audios de las modulaciones radiales policiales del 17 de septiembre de 2022 no surge ninguna convocatoria al lugar donde interceptaron a los menores y mucho menos fue requerida la presencia de un móvil de otra zona en apoyo.

Para la Justicia, esto confirma la inexistencia de motivo o justificación para dar inicio a un procedimiento policial en la vía pública y muchos menos del modo en que lo habrían llevado a cabo, que incluyó insultos, golpes, torturas y el fusilamiento en un descampado con una escopeta antidisturbios que dispara balas de goma.