¿Pudo una carta ser la protagonista de una historia de amor? ¿Pudo torcer un destino? ¿O sellarlo? La escritora Diana Arias disertará junto a la actriz y cantante Andrea De Marco en el ciclo “Mar de Cartas”, una muestra interactiva que busca reconstruir el pasado y repensar el futuro del mundo epistolar.

El viernes 20 a las 20 en el Torreón del Monje, Diana Arias -autora del libro “Amores inmigrantes”- contará historias de amor de inmigrantes que tuvieron a las cartas como protagonistas. La propuesta tiene un plus, la música que acompaña cada relato en la voz de la actriz y guionista tandilense Andrea De Marco, con la música y arreglos de Leo Xifras.

“Hace muy poco, una mujer de Villa La Angostura me contó sobre una carta que descubrió en su casa, en el fondo de un cajón, poco antes de que falleciera su madre. A través del hallazgo, reconstruimos una historia de amor oculta durante décadas. Juntas la desentrañamos y pudimos sacarla a la luz, un amor de novela. Las cartas tienen un componente íntimo, y poder contar la historia de amor a través de ellas es mágico. Además, como argentinos, con un pasado común que es la inmigración, todos tenemos un relato para descubrir y resguardar para las próximas generaciones. Estas historias son inspiradoras”, dijo Arias.

¿Hasta qué punto llevamos en nuestro ADN los signos de nuestros antepasados? ¿Cuánto de las decisiones, dolores y aventuras de aquellos que nos precedieron vuelven a nosotros con un halo de misterio?

Si pensamos en ellos como hombres y mujeres que desafiaron al mundo y tomaron decisiones audaces y a veces temerarias, les debemos la trascendencia. Que sus historias no mueran, que vivan en las nuevas generaciones que sepan que un día, hace muchos años, alguien de su misma sangre y esencia hizo algo para que hoy estemos aquí.

Como el aleteo de la mariposa que causa el efecto siglos más tarde. Otra vez, misteriosamente. La ciencia lo explica a través de la epigenética, los poetas con las palabras de amor y los historiadores con las cartas, fotografías y demás evidencias. De la forma que sea, nutramos nuestros destinos con la savia orgullosa del pasado.

Una invitación a disfrutar de la historia a través de la memoria epistolar, con todos los detalles y sentimientos que la escritora nos tiene acostumbrados. Esta muestra y el archivo de estas cartas nos permiten transformarnos en rastreadores y desandar una historia con todas las letras: la nuestra.

“Mar de Cartas” es sin dudas una de las atracciones más visitadas por el turismo en la ciudad de Mar del Plata, con entrada libre y gratuita y declarada de interés municipal por la comuna de General Pueyrredon, que cuenta con el marco arquitectónico del Torreón del Monje.

La muestra cuenta además con salas temáticas y espacios de juego para los más chicos y se propone reunir las piezas de la historia cotidiana marplatense y rendir homenaje a la costumbre de escribirse unos a otros.

En palabras de Diana Arias

En la isla de Samoa, a Robert Louis Stevenson lo llamaron tusitala, que en samoano significa algo así como “persona que narra historias con pasión”, por su afición a contar relatos emocionantes e inspiradores. Por eso, cuando me presento y me preguntan a qué me dedico, cada día me tienta más responder: Mi nombre es Diana Arias, soy una tusitala.

Es año nuevo. Suena el celu en mi reposera, es un número desconocido y un mensaje escrito. Siguen dos, tres mensajes rapidísimos. Llega una foto también. Es usual en mi teléfono este tipo de situaciones y cada una es una oportunidad, una historia esperando ser rescatada del olvido.

La foto, que atrapó mi atención, era de una carta, que comenzaba con una fecha (1969) y una frase demoledora para mi imaginación romántica: “Álvarez Daza, su silencio me confunde. Será la maldita política que otra vez nos separa”. Y a continuación, una catarata de palabras dolientes, recriminadoras y declaratorias de un amor apasionado.

Los mensajes eran de Marlene, una abogada de Villa La Angostura y lo que me dijo: “esta historia quiero que la cuentes vos”, determinó mi responsabilidad de hacerlo, el placer de escribirlo y la intriga, la tremenda intriga de saber quién era Álvarez Daza.

La madre de Marlene fue una descendiente de alemanes llamada Catalina Bohn. Catalina vivió en el sur argentino y fue una mujer dedicada a su familia, a su esposo Guillermo y a su única hija.

Pero antes de ellos, vivió un amor revolucionario con un guerrillero boliviano que le dejó en el alma las huellas del idealismo, de la aventura y de la entrega. Por supuesto, escribí la historia en mis redes, y ahora la pienso contar en el Torreón del Monje y en el Ocean Club.

Así comenzó mi año. Y ahora, frente al océano Atlántico, ese infinito azul que navegaron tantos de los protagonistas de las historias que cuento, los invito a conocer algunas de ellas.

Historias familiares en las cartas

Con música a cargo de la actriz y guionista tandilense Andrea De Marco y los relatos que dan sentido a tantas vidas y que inspiran a los que se atreven a escucharlas creyendo que un mundo mejor es posible. Porque estas narraciones revelan tenacidad, esperanza, coraje y actitud.

Historias reales de nuestro pasado, únicas, inéditas, pero tan cercanas que animan a buscar en la propia historia familiar esos rastros de pasión y de una fortaleza sin igual. Todos tenemos una historia familiar que puede sacudirnos, inspirarnos o manifestar nuestros deseos o temores.
La ciencia investiga la epigenética, que en palabras muy simples es la rama que estudia la herencia emocional a través de los genes. Todo aquello que nuestros ancestros vivieron y sintieron y cómo puede llegar a nosotros.

Entonces, cómo no investigar, preguntar quiénes eran más allá de los nombres y fechas de nacimiento. ¿Qué pensaban? ¿Qué decisiones tomaron y cómo las afrontaron? ¿Cuál era su espíritu? ¿Qué genes de aquellos hombres y mujeres siguen presentes en mí? Es fascinante pensarlo. Y contar, a través de historias, la búsqueda incansable de la paz, la libertad y el amor indudablemente, atrapa la atención.

Para más información sobre “Mar de Cartas”, contactarse al Instagram @dianaariasoficial o ingresar al sitio web www.diana-arias.com