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Deportes 24 de octubre de 2019

Difícil de explicar el éxito que dejó escapar Peñarol

Cayó en Bahía Blanca tras obtener una ventaja de 25 puntos en el cierre de su participación en el Torneo Súper 20.

Es cierto que era el último partido en el Torneo Súper 20, que ninguno de los dos tenía chances y que sumar o restar no tenía gran trascendencia. Sin embargo, de cara al futuro, para reafirmar la confianza y pensar más allá, ganar como visitante siempre tiene su importancia.

Por eso no se puede entender demasiado cómo se le escapó a Peñarol un partido que llegó a dominar por hasta 25 puntos de ventaja.

Bahía Básket le ganó por 84 a 83 en el Dow Center, y se ubicó cuarto en el grupo D, en tanto Peñarol quedó quinto y último.

Es cierto, acaso el saldo entre victorias y derrotas no le hizo justicia al juego que exhibió el “milrayitas” en este torneo preparatorio. Pero dejar escapar encuentros como el de Bahía suponen errores imperdonables.

 

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Los de Gabriel Piccato fueron una tromba en el cuarto de apertura. Tuvo gol en varias manos y defendió correctamente, para despegar rápido (19-5 al llegar a la mitad del segmento). Y lo cerró aún mejor, con un 31-13 que insinuaba una rápida definición favorable ante un adversario superado en todos los rubros y que no daba señales de recuperación posibile.

Además, al retornar del descanso corto, el “milrayitas” continuó más enfocado aún. Lo tuvo en gran nivel a Patricio Tabárez, Gabriel Belardo aportó su tiro perimetral y la visita no le dio opciones al ataque fijo de su oponente. A los 5 minutos, Peñarol se situó 45-20 arriba. Y a partir de allí, comenzó otro partido. El de la resurrección de los bahienses, en parte gracias a la complicidad de los marplatenses. En ese tramo final de la primera mitad, Bahía arrimó algo, aunque igual seguía lejos.

El segundo tiempo fue otra historia. Sobre todo el último cuarto. En el tercer parcial, los de José Luis Pisani mejoraron en su juego, defendieron mejor y circularon con más criterio el balón. Pero aún así, Peñarol ingresó al cuarto final con un margen de seguridad apreciable: 68-55.

Y a pesar de que, ni por asomo volvió a ser aquel del primer cuarto, conservó una distancia tranquilizadora casi siempre: 76-62, 81-69. Inlcuso ingresó a los dos minutos finales con ventaja de 81-75. Pero ese tramo final fue una tortura para el “milrayitas”. Cometió cuatro pérdidas de balón consecutivas, incluida la falta ofensiva de Devin Thomas (20 puntos y 15 rebotes), su quinta personal.

La bandeja de Tabárez, a 12 segundos del epílogo, parecía otorgarle el éxito a Peñarol (83-82). De allí al final fue todo surrealista. El base Jon Lynch se apuró al tirar a la carrera cunado quedaban 7 segundos, pero el balón suelto derivó en una lucha que terminó con foul de Cory Johnson. Lynch metió los dos y apenas faltaban 3 segundos. Pero con este tiempo remanente, Tabárez corrió dribbleando de aro a aro y, todavía se preguntará cómo, falló la bandeja. Fue el telón para un partido muy singular. Y un desenlace imprevisto.

 

La síntesis

 

Bahía Básket 84
J. Lynch 19, F. Elías 11, J. Marini 6, J. Levy 8 y D. Martin 6 (FI). F. Filippa 3, F. Ruesga 0, F. Tolosa 13, C. de Souza Pacheco 13, R. Paulichi 2, P. Ianguas 0, E. Paz 3. DT: José Luis Pisani.

 

Peñarol 83
J. Valinotti 11, G. Belardo 13, P. Tabárez 19, C. Johnson 11 y D. Thomas 20 (FI). T. Monacchi 0, F. Barroso 2, S. Vaulet 7, L. Gorosterrazú 0. DT: Gabriel Piccato.

 

Estadio: Dow Center.
Arbitros: Fernando Sampietro, Rodrigo Castillo y Raúl Lorenzo.
Parciales: 13-31, 31-49 y 55-68.



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