CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 18 de septiembre de 2020

El joven que acompañaba a Brandon Romero cuando lo mató un policía volvió a quedar detenido

Kevin Farías es uno de los tres delincuentes que intentaron asaltar la casa de una policía local. Además, está acusado de haber participado en violentos robos a comercios en diferentes puntos de la ciudad y estuvo presente en el supuesto intento de robo al subteniente Arcángel Bogado, en el que el oficial mató de al menos siete disparos a Brandon Romero.

Farías al ser trasladado por la DDI en una de sus detenciones.

Uno de los tres jóvenes detenidos por haber intentado asaltar en la casa de una agente de la Policía Local es Kevin Farías, quien está acusado de de haber participado en violentos robos a comercios en diferentes puntos de la ciudad y haber reconocido que estuvo presente en el supuesto intento de robo al subteniente Arcángel Bogado, en el que el oficial mató de al menos siete disparos a Brandon Romero.

Kevin Farías tiene 20 años y hasta hace pocos meses no presentaba antecedentes penales, no había sido protagonista de ningún escándalo o titular de la sección de policiales de los medios. Todo esto comenzó a cambiar el 5 de julio, cuando junto a Brandon Romero habrían intentado asaltar al subteniente Arcangel Bogado y el policía, al defenderse, disparó y mató a Romero de siete balazos e hirió Farías mientras escapaba.

El viernes de 10 julio Farías fue detenido en el marco de la causa que lleva el fiscal Fernando Berlingeri por una sucesión de robos violentos a comercios de la ciudad, entre ellos el negocio de la madre de Lucía Bernaola, la adolescente que murió en el siniestro vial que provocó Federico Sasso en junio de 2017. Durante ese operativo policial, el joven de 20 años les preguntó a los policías si se lo llevaban por lo que había pasado con Bogado, por esa situación que terminó en la muerte de Romero. Inconscientemente, Farías con esas palabras se ubicó en ese hecho y quedó en el ojo de la policía y de diferentes fiscales.

El fiscal Alejandro Pellegrinelli, que entiende desde un principio que la muerte de Romero se encuadraría en un caso de “legítima defensa”, imputó a Farías por “robo doblemente agravado, por su comisión en un lugar poblado y en banda, y por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa” y, tras tomarle declaración indagatoria solicitó a la Justicia de Garantías su detención, pero la misma fue denegada por el juez Saúl Errandonea.

En cuanto a la causa por robos a comercios, el juez de garantías Gabriel Bombini resolvió excarcelarlo el pasado 18 de julio, ya que entendió que cumplía con los requisitos para estar en libertad, porque no contaba con sentencias condenatorias anteriores -según el Registro Nacional de Reincidencia- y porque el mínimo legal de pena por este delito podría hacerlo merecedor de una pena de ejecución condicional.

 

El juez Bombini le había impuesto una serie de condiciones para garantizar que Farías estaría a derecho como: mantener el domicilio aportado de Carasa al 8600, comparecer siempre que sea llamado por esta causa, respetar estrictamente el DNU que establece el aislamiento social preventivo y obligatorio y una restricción de acercamiento de un radio de 500 metros a la redonda de la zona donde ocurrió el robo, en La Rioja al 1200.

Sin embargo, a dos meses de recuperar su libertad, Farías quedó envuelto en otro delito violento: el intento de asalto a mano armada junto a dos cómplices en la casa de una agente de la policía local en el barrio Hipódromo que terminó en un tiroteo con uno de los delincuentes heridos.

Farías se encuentra nuevamente detenido, imputado por “robo triplemente agravado por efracción, en poblado y en banda y por el uso de arma de fuego” y a este nuevo delito lo investiga el fiscal Mariano Moyano.