Sin turismo extranjero receptivo y con nuevas restricciones que, en teoría, estarán vigentes hasta el próximo 30 del corriente, las agencias de viajes y turismo debieron reperfilar su accionar para sobrevivir en el marco de la cuarentena por la pandemia de Covid-19. “El trabajo nunca cesó, pero ahora es no remunerado”, describieron desde la Asociación de Empresas de Viajes y Turismo de Mar del Plata y Sudeste bonaerense (Aevyt).

“El turismo internacional receptivo está cerrado, no se puede ingresar al país con fines turísticos desde marzo del año pasado. Y el emisivo depende fundamentalmente de los requisitos impuestos por otros paises y las limitaciones de los vuelos, por lo que en la práctica es casi nulo”, explicó el titular de Aevyt, Sebastián Salvia.

En ese nuevo teatro que rige desde hace más de un año, las agencias se focalizaron en el turismo interno e individual, ya que están prohibidos -en el marco de la segunda ola del Covid- los viajes grupales, de egresados y de la tercera edad”.

“El destino predominante fue la Patagonia, especialmente Bariloche, y estuvo parejo con Iguazú. En particular con el programa ´Pre Viaje 2021´ (impulsado por el Ministerio de Turismo de la Nación) tuvimos un volumen de ventas interesante”, contó un operador histórico del sector, Nolberto Pezzati.

Así, los marplatenses que pudieron y quisieron viajar optaron por lugares como “Bariloche, Calafate y Ushuaia”, en viajes individuales ya que “los grupales están prohibidos”, muchas veces combinando “el avión y el auto”, describió Salvia.

Cambios

Al crecimiento de determinados destinos turísticos nacionales se le sumó la extensión de las estadías. “Tuvimos que incrementar noches de pernocte en Iguazú -detalló Pezzati- porque la gente está optando por quedarse más tiempo en buenos hoteles, aprovechando el verde y la pileta. En vez de 3, se quedan 5 noches o una semana, porque van a las cataratas del lado argentino, los Altos del Mocona y las Ruinas Jesuíticas”.

Según los operadores, a las ganas de “salir de la madriguera” y recuperar algo de normalidad, se le sumó la financiación existente, como los planes impulsados por el Gobierno nacional.

“Hubo buenos acuerdos de financiación -confirmó Pezzati-, como el Pre Viaje, con la devolución del 50 por ciento por parte del Ministerio de Turismo de la Nación, y ahora tenemos el Ahora 12 y Ahora 18”.

Así como los viajeros se adaptaron a las nuevas formas de viajar, las agencias debieron hacer lo propio para subsistir.

“El trabajo nunca cesó, porque seguimos con las modificaciones de los vuelos, los cambios en los requisitos o las limitaciones -enumeró Salvia-, pero el problema es que no es remunerado”.

Por su parte, Pezzati contó que “logramos adaptarnos a la situación, trabajamos mucho, en equipo y si bien no son los resultados que desearíamos, con esfuerzo, dedicación, creatividad e innovación estamos”.

Asimismo, el titular de la Aevyt local aseguró que “hace más de un año que el sector está pasando por una situación complicada y las modificaciones nos preocupan, porque durante el verano se movieron 13 millones de turistas y los casos no subieron”.

“Tenemos protocolos -añadió-, no somos focos de contagio, por eso estos cambios dificultan la tarea operativa de la agencia y desalienta a la gente a tomar decisiones por la incertidumbre que generan”.

Pezzati coincidió y vislumbró “un panorama muy duro”, aunque adelantó que “se priorizará el turismo de cercanía, con el uso del automóvil”. Por ahora, la mayoría seguirá con el pasaporte guardado.