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Deportes 25 de noviembre de 2016

Esta vez ganó la lógica en la Copa Davis

Croacia y Argentina igualan 1-1 tras el primer día. Delbonis luchó pero no pudo ante Cilic mientras que Del Potro sacó "chapa" para superar a un duro Karlovic. La final, más cerrada que nunca. Hoy, desde las 11, el doble.

por Pablo Amalfitano
Desde Zagreb, Croacia / Especial para LA CAPITAL

En la Copa Davis son muchas las ocasiones en las que suele prevalecer lo ilógico, sobretodo porque se trata de una competencia con mística que se ríe de cuestiones preestablecidas como el ranking mundial o las actualidades de los tenistas. Esta vez, sin embargo, ganó la lógica. Croacia y Argentina igualan 1-1 en Zagreb, en la final por la Ensaladera, tras los triunfos de Marin Cilic sobre Federico Delbonis y Juan Martín Del Potro frente a Ivo Karlovic, y hoy, desde las 11, hora argentina, se disputará el doble.

“Puedo complicar a Cilic por mis condiciones”, había dicho Federico Delbonis el lunes previo al arranque de la final de la Copa Davis, cuando apenas comenzaban los entrenamientos del equipo argentino en el Arena Zagreb. El martes y el miércoles demostró que estaba para jugar y relegó a Guido Pella del segundo single. La decisión de los capitanes Daniel Orsanic y Mariano Hood de incluirlo no pareció desacertada: el azuleño llevó a Marin Cilic, figura rutilante de Croacia, a jugar nada menos que cinco parciales, con un total de 3 horas y 34 minutos de juego.

Delbonis no empezó muy fino aunque se lo notó capaz de emparejar por momentos la velocidad del número 7 del mundo, que viene de disputar su segundo Torneo de Maestros en Londres y finaliza la mejor temporada de su carrera. La diferencia en el primer set quedó plasmada con un quiebre que generó Cilic cuando Delbonis servía 2-1. Pese a la paridad posterior, el mejor de los locales comenzaba a edificar un imperio a base de enormes porcentajes con el saque y de buenas aperturas con su drive, armas que lo llevaron a cerrar el primer parcial por 6-3.

Con la derrota transitoria, el número 41 del ranking mundial no se fue de la cancha ni mucho menos. Se mantuvo a tiro y bien cerca del nivel de juego que exigía el rival, quien no bajaba su eficacia con el servicio ni dejaba de utilizar su potencia. La paridad se sostuvo hasta que Delbonis sirvió 5-5, sintió la presión y perdió el game. Cilic ganó el set 7-5 y empezaba a acariciar la victoria.

Algo cambio, sin embargo, en el tercer set. Delbonis volvió a afrontar chances de quiebre cuando sirvió 3-3. Logró solventar dos break points, sostuvo servicio y de pronto se encontró con sus primeras oportunidades, con Cilic al saque 0-40. Concretó en el tercer punto y encendió la topadora: 6-3.

De aquel 3-3 encadenó nada menos que siete games para colocarse 4-0 en el cuarto parcial. Logró lo que quería: sacar a Cilic del partido. El croata parecía apenas una ilusión del que había sacado dos sets de ventaja. Entregó el parcial con un smash muy sencillo que quedó en la red, la imagen más genuina de su momento en el partido.

Los jugadores fuera de serie, no obstante, suelen sacar lo mejor de su repertorio en momentos bisagra. Cilic volvió del vestuario y el estadio estalló en su apoyo, situación que supo capitalizar al máximo para presionar a Delbonis, que entregó su servicio en el arranque del set definitivo.

El croata ajustó “las clavijas”, volvió a desbordar con sus golpes y ya no dejó pie a ningún otro resultado que no fuese ganar. La derrota de Delbonis era lógica en la previa pero el resultado 6-3, 7-5, 3-6, 1-6 y 6-2 refleja que el azuleño era la carta necesaria para colisionar el primer día con la punta del iceberg, el jugador franquicia de los locales que seguramente tendrá que jugar mañana y el domingo con más de tres horas en la mochila. “Tengo que estar satisfecho con lo que hice; espero que haya servido para cansarlo si es que piensa jugar el doble”, deslizó un dolido pero conforme Delbonis.

Del Potro, con un rival atípico

En el segundo turno, Juan Martín Del Potro salió a enfrentar a Ivo Karlovic, un gigante de 2,11 metros que propone jugar un tenis atípico y lejos del ortodoxo. Con 37 años, su temible servicio genera inestabilidad en el desarrollo del juego. El tandilense, sin embargo, llegaba al encuentro crucial con un récord favorable de 4 triunfos y una derrota en Nottingham 2007.

Del Potro manejó los tiempos del partido mientras intentaba leer los servicios que salían disparados como “bombas” de la raqueta del croata. Con un quiebre en el tercer juego, el tandilense sacó la primera diferencia que lo llevó a cerrar el primer parcial por 6-4.

El partido se desarrollaba tan cerrado que el segundo set se definió en un tie break en el que Del Potro estableció una pequeña distancia de arranque y llegó a colocarse 6-4 con un servicio propio por delante. Pero Karlovic protagonizó los primeros peloteos y ensayó las primeras defensas para descolocar al actual 38° del mundo, que vio cómo se le escapaba el set por un ajustado 8-6.

Ya en el tercer capítulo “Delpo” consiguió el primer break recién para colocarse 5-3, en un instante importante del encuentro, para luego cerrarlo por 6-3. Finalmente, y tras una lucha por hacer prevalecer el servicio, el campeón del US Open 2009 alcanzó el tercer quiebre global y cerró el partido por 6-4, 6-7 (6), 6-3 y 7-5, en lo que significó nada menos que su primer triunfo en finales de Copa Davis (tres derrotas: Feliciano López en 2008; Rafael Nadal y David Ferrer en 2011).

“No tuve break points en contra ni corrí riesgos con mi saque y aun así me queda la sensación de que pude haberlo perdido”, expresó “La Torre de Tandil” en charla con LA CAPITAL, y agregó: “Es muy difícil encontrar el ritmo contra rivales como él; nadie en el circuito quiere jugar así”.

Lo cierto es que la quinta final en la historia del tenis argentino en la Copa Davis permanece más cerrada que nunca. Hoy será el choque de dobles, el punto del medio, el que siempre se juega por algo. Y la incertidumbre pasa por quién acompañará al correntino Leonardo Mayer ante la pareja conformada por Ivan Dodig y, seguramente, Marin Cilic. ¿Del Potro o Guido Pella? La lucha por la Ensaladera tiene final incierto…