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Deportes 17 de septiembre de 2016

Franco Montes, una historia de superación

Hace 13 meses fue baleado durante un asalto y hoy marcó un gol que le dio el título a Banfield en el Apertura de la LMF.

Franco Montes se abraza con su compañero Damián Riveira. Ya son campeones.

Por Juan Miguel Alvarez

Franco Montes fue parte muy importante en la consagración de Banfield en el Torneo Apertura de la Liga Marplatense de Fútbol. Si bien no tuvo tanta continuidad a lo largo del campeonato, fue titular en los partidos claves y anotó de tiro libre el gol que desniveló la balanza en el segundo tiempo de la final ante San Isidro.

Su momento de gloria llegó después de superar varias pruebas difíciles que le puso la vida por delante, sobre todo una situación traumática que sufrió hace trece meses y afectó su carrera deportiva: fue baleado durante un asalto cuando por entonces jugaba en la Reserva de Olimpo.

Desde muy chico Montes se destacó en la categoría 1995 de River de esta ciudad. En el 2010 cumplió su gran sueño y fue incorporado nada menos que por Boca Juniors. Después de tres años en Buenos Aires, regresó a la ciudad para vestir los colores de Aldosivi, también para competir en AFA.

Más tarde aprovechó la chance que le surgió en Olimpo, cuando Alejandro Giuntini -quien falleció dos meses atrás- era coordinador del fútbol menor del conjunto bahiense.

Mientras estaba disfrutando de unos días de descanso en Mar del Plata, el 16 de agosto del año pasado Franco fue víctima de la inseguridad cerca del barrio El Martillo. Cuatro delincuentes lo asaltaron mientras caminaba junto a su novia y, no conformes con robarle el celular, le dispararon con un arma calibre 22 en la espalda.

Montes fue atendido en el Hospital Interzonal de Agudos y rápidamente quedó fuera de peligro. Sin embargo, desde entonces tuvo que afrontar una larga recuperación.

Después de pasar el difícil momento, el club que lo recibió con los brazos abiertos fue Banfield. Y hoy anotó un gol clave en la consagración. “Tengo mucha alegría porque es premio al esfuerzo. Tengo que agradecerle a los que estuvieron siempre y me dieron confianza”, expresó en el medio de los festejos en cancha de San Lorenzo.

– Tuviste distintas experiencias en Buenos Aires, pero salir campeón de la LMF debe haber sido un sueño desde chico, cuando jugabas en las inferiores de River.
– Uno sueña con esto desde chico. Es la primera vez que me toca. Había ganado con Aldosivi en Quinta División. Pero esto es diferente, porque fue en Primera y en un club que hacía muchos años que no lo lograba. Es una alegría inmensa por la familia que siempre estuvo y los que apoyaron en el día a día.

– ¿Sobre todo por los que te apoyaron en el difícil momento que viviste el año pasado?
– Estuve cuatro o cinco meses con la rehabilitación, por lo que me había pasado en la espalda. La familia siempre estuvo. También quiero agradecerle a Raúl Ramírez y su familia. Y al club que me dio la confianza. Para mí significa un montón haberme levantado de ese golpe y ahora estar en lo más alto de Mar del Plata.

– ¿Cómo llegaste a Banfield después de un tiempo sin poder entrenar?
– Enseguida hablé con David (Mariscal) y Raúl (Ramírez), quien siempre me apoyó desde hace varios años. Me costó un montón ponerme bien físicamente. También fue importante el “profe” (Carlos Chilingirian) y todo el cuerpo técnico. Ahora quiero disfrutar esto que está pasando.

– ¿Eras de patear los tiros libres? No es fácil sacarle uno a Riveira…
– El venía con mucha confianza tras haber convertido en partidos decisivos. Pero me dio la confianza. También el “Negro” (Mariscal), de hecho ya había pateado en otros partidos. Se dio esta vez que fue muy importante para lograr el campeonato.

– ¿Cuáles fueron las virtudes de este Banfield?

– Mucho sacrificio y entrega en la semana. Con días de lluvia se entrenaba igual y la mayoría del grupo siempre iba. Había buenos planteles como Kimberley, Alvarado y otros equipos que llegaron hasta las últimas instancias. Pero armar un buen grupo, sentirse en familia, es muy importante.

– Tienen buenos jugadores experimentados (Rando, Briones, Riveira y Monges), pero los que empujaron hacia el título fueron los chicos que venían desde atrás…
– Somos un grupo mezclado. Los más grandes nos apoyaron siempre y los más chicos tratamos de escuchar. Al que le tocaba entrar estaba preparado, tanto físicamente como mentalmente. Creo que fue lo que nos llevó a esto.